Antártida

Antártida Argentina
 

Clima

Distintos elementos influyen para que el clima del “continente blanco” sea el más riguroso del planeta. La radiación solar que llega es escasa debido a la oblicuidad de los rayos solares por la escasa altura que alcanza el sol sobre la línea del horizonte, a su vez la energía que llega a la superficie de los mares penetra en las aguas por lo que el esperado calentamiento del aire es mínimo (en el hemisferio norte el fenómeno es inverso). Por otra parte la cobertura de hielo del continente devuelve al espacio por reflexión un 75% aproximadamente de la energía que llega a la superficie. La altura media sobre el nivel del mar del Continente Antártico es la mayor de todos los continentes, circunstancia que tiene también una alta incidencia en la baja temperatura. Se calcula en un descenso cercano a los 10° C por cada 1.000 que se asciende.

Al sur de los 70° la temperatura aparece condicionada por la latitud y la altura sobre, mientras que al norte de dicho paralelo es modificada por la presencia de la península Antártica (Beltramino, 1980). La península y las islas que la circundan en el oeste desvían las isotermas hacia el noroeste. Las temperaturas menores se registran en el centro geométrico de la Antártida con una capa de hielo que asciende hasta los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar. La mínima mundial que se haya registrado tuvo lugar en el polo sur con – 88.3° C, el 24 de agosto de 1960 en la base rusa Vostok.

El mar ejerce un efecto atemperante de las marcas térmicas por lo que las mínimas invernales en el extremo de la Península Antártica y en las islas que la circundan son mayores a las que se registran en zonas más alejadas del mar. Un ejemplo de esto lo vemos claramente con los registros de las temperaturas medias, mínimas y máximas, tomadas en la década 1970-1980 para los meses de agosto y enero respectivamente en las Bases: Belgrano, ubicada sobre la plataforma de hielo Filchner a los 77° 46´ S., donde la mínima promedio del mes de agosto fue de - 32.9 ° C (agosto) y - 6°C para enero. En cambio en la Base Matienzo ubicada sobre una pequeña isla - 64° 58´ S. - los registros para igual mes y período fueron de - 21.7° C y de 1° grado sobre cero en enero. La presión atmosférica alcanza su máximo en la meseta provocando la instalación de un anticiclón que emite permanentemente vientos secos y fríos hacia el anillo de centros de baja presión que rodea el continente. Por el contrario, los sistemas ciclónicos que se forman en el océano suelen moverse lejos de la masa continental, provocando mucha nubosidad y mal tiempo en los mares circundantes e introduciéndose a veces en las tierras bajas de la Antártida Occidental.

Los vientos en la Antártida son muy fuertes gran parte de año. Su dirección no depende, como ocurre en gran parte del planeta, de la configuración isobárica. La pérdida de calor por radiación ocasiona aquí una capa poco profunda de aire intensamente frío, dentro de la cual el sentido de la circulación del aire está muy relacionado con la pendiente de la superficie. Las tormentas de viento arrastran y elevan la nieve depositada haciendo muy difícil la respiración y la visión. Uno de los vientos responsables de este fenómeno es el conocido viento blanco o blizzard, pero otros vientos- catabálticos- no son menos benévolos como los que se desplazan en sentido radial, del centro hacia las costas, y que adquieren mucha fuerza al deslizarse por valles y depresiones siendo comunes las velocidades que oscilan entre 100 y 200 kilómetros por hora. Los vientos planetarios del oeste cumplen un papel fundamental en la circulación atmosférica y aumentan su intensidad con la altura (A.I. de C., 1982) .Las zonas costera reciben vientos mayores que las alejadas de las mismas.

La mayor parte de las precipitaciones se producen en forma de nevadas a excepción del la zona oeste de la Península y la zona marítima adyacente, donde se producen algunas lluvias. La nubosidad es bastante persistente, disminuyendo su frecuencia al aumentar la latitud, pero en términos generales puede decirse que un alto porcentaje de los días son nublados en todo el ámbito continental, con la salvedad mencionada precedentemente.
En Georgias del Sur los registros son de 1.300 mm. anuales y temperaturas mínimas y máximas medias de - 1,6° y 5,1° C, respectivamente.

En las Orcadas del Sur la temperatura media anual es de -3,6'C, con mínimas absolutas de -34,7'C. Las precipitaciones, en su totalidad en forma de nieve, alcanzan registros de 1.000 mm. anuales (archipiélago Melchior).

Fenómenos ópticos
En la atmósfera antártica se producen diversos fenómenos ópticos. Entre ellos se hallan los "halos”, producidos por refracción de los rayos lumínicos solares y lunares en los cristales de hielo de las nubes. Son anillos luminosos, con el sol o con la luna en el centro y que toman una coloración rojiza y generalmente se ven en apariencia tres soles o lunas sobre la misma recta. También encontramos los "espejismos", en los cuales las imágenes se ven invertidas al ser refractados lo rayos de luz como consecuencia de la superposición de capas de aire caliente y frío. El blanqueo es otra curiosa manifestación en la que la persona deja de ver el horizonte y se pierde la sensación de profundidad. La aurora austral es el fenómeno más notable aunque se desconoce su origen se presume que sea un fenómeno eléctrico estando relacionado con la actividad solar. La mayoría de las veces aparecen como fajas contorsionadas de luces blancas, verdes o rojas que se proyectan por el cielo apareciendo y desapareciendo súbitamente.

Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez
Fotos: Juan Pablo Pereda


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