Flora
De las
numerosas
clasificaciones
que se
realizaron
de los
ambientes
biogeográficos
de Argentina,
los trabajos
de Ángel
Cabrera
en primer
lugar,
seguidos
por los
más
recientes
de Jorge
Morello,
son los
más
utilizados
por los
profesionales
vinculados
con las
ciencias
naturales.
Hace pocos
años
–
en 1999
–
Burkart,
et al.,
elaboraron
una clasificación,
dividiendo
al Territorio
Nacional
en eco-regiones,
que posee
un enfoque
adecuado
a la realidad
biogeográfica
de la
Argentina.
Según
esta categorización
el noreste
santafecino
pertenece
a la eco-región
denominada
Chaco
Húmedo.
El chaco
húmedo
forma
parte
de la
extensa
llanura
chaco-pampeana
que se
desarrolla
a ambas
márgenes
de los
ríos
Paraguay
y Paraná
que por
sus características
morfológicas
y climáticas
desarrolla
una gran
diversidad
de cursos
de agua
tributarios
del Paraná
que le
dan el
carácter
de región
húmeda.
La margen
derecha
de este
último
gran río
desarrolla
una amplia
zona de
inundación
que abarca
parte
del Chaco
y un tercio
superior
de la
Provincia
de Santa
Fe donde
se sitúan
las casi
500.000
hectáreas
que fueron
declaradas
Sitio
Ramsar.
La vegetación
presenta
un mosaico
de bosques,
palmares,
pastizales,
selvas
en galería,
pajonales
y camalotales
por sólo
citar
algunas
de las
formaciones
vegetales
más
conspicuas.
Se estima
que la
flora
que alberga
Jaaukanigás
ronda
el 40
% de la
que posee
toda la
provincia.
En las
zonas
más
elevadas
incursionan
muestras
de lo
que se
denomina
Chaco
seco,
con montes
de quebracho
colorado
chaqueño
(Schinpsis
balansae),
el guayaibí
(Patagonula
americana),
el viraró
(Ruprechtia
laxiflora),
conocido
como marmelero
en Misiones,
el tembetarí
(Fagara
rhoifolia)
cuyo tronco
presenta
unas crestas
muy características,
el ñangapirí
(Eugenia
uniflora)
cuyo fruto
es de
exquisito
sabor
y se comercializa
internacionalmente
con el
exótico
nombre
de “Surinam
Cherry”
(Haene
y Aparicio,
2001),
el lapacho
negro
o rosado
(Tabebuia
impetiginosa)
con una
altura
que alcanza
los 30
metros,
el coronillo
(Scutia
buxiflora)
cuya fronda
es elegida
en forma
casi exclusiva
por la
oruga
llamada
mariposa
argentina
(Morpho
epistrophus)
de gran
tamaño
y color
celeste
y blanco
y el guayacán
(Caesalpinia
paraguariensis),
entre
muchas
otras
especies.
En
el estrato
arbustivo
abundan
las plantas
de la
Familia
Zigofiláceas
como las
jarillas
(Larrea
sp.)
y algunas
enredaderas
de la
Familia
Sapindáceas
hacen
más
enmarañado
a estos
montes
a lo que
contribuye
su heterogéneo
estrato
herbáceo.
En los
terrenos
un poco
más
bajos
predomina
el quebracho
colorado
(Schinopsis
balansae)
y también
suelen
verse
palmares
de pindó
(Arecastrum
romanzzoffianum).
Cuanto
más
nos acercamos
hacia
el Paraná
la vegetación
se va
enriqueciendo
y se forman
selvas
en galería
con árboles
típicos
de esta
formación
vegetal
como el
timbó
colorado
(Enterolobium
contortisiliquum),
también
llamado
pacará
u oreja
de negro,
el ambay
o ambaí
(Cecropia
pachystachya),
el laurel
(Nectaria
angustifolia),
el canelón
o San
Antonio
(Myrsine
laetevirens
o Rapanea
laetevirens
para algunos
autores),
el ingá
(Inga
urugüensis)
o ingá-pitá
en guaraní
y otras
especies
que sumadas
a una
importante
cantidad
de enredaderas,
epífitas,
lianas,
cactáceas
imprimen
el paisaje
de un
auténtico
aspecto
selvático.
La selva
presenta
discontinuidad
en algunos
sectores
donde
predominan
los alisos
de río
(Tessaria
integrifolia)
muchas
veces
acompañada
chilcas
(Baccharis
salicifolia),
y sauzales
de (Salix
humboldtiana)
o sauce
criollo.
También
el paisaje
selvático
es matizado
por cañaverales
de (Guadua
paraguayana),
únicos
en la
provincia
(Prado
et al.
1989)
y el ceibo
(Erythrina
cristagalli)
acompaña
tanto
a la vegetación
de zonas
húmedas,
aunque
también
se lo
puede
ver junto
a árboles
del monte
chaqueño.
En los
esteros
y lagunas
vive una
profusa
vegetación
acuática
cuyas
especies
se desarrollan
de acuerdo
a la profundidad
de las
aguas.
En las
aguas
someras
crecen
pajonales
de Panicum
prionitis,
juncos
(Scirpus
sp.),
el catay
(Polygonum
acuminatum),
duraznillo
(Solanum
malacoxylon)
y en aguas
más
profundas
abundan
los camalotes
de aguapey
(Eichhornia
azurea)
y en algunos
espejos
de agua
se observa
también
el repollito
de agua
(Pistia
stratiotes).
Los bordes
de algunos
esteros
son frecuentados
por el
algarrobo
negro
(Prosopis
nigra)
o palmares
de palma
blanca
(Copernicia
alba o
C. australis).
Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodriguez
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