Recursos
Culturales
A pocos
metros
del nacimiento
del río
Roble,
se encuentra
el cerro
Casa de
Piedra,
en cuyo
interior
existen
siete
profundas
cavernas
y dos
abrigos
donde
hay dos
tipos
de yacimientos
de arte
rupestre.
Las pinturas
son similares
a las
existentes
en otros
sitios
de la
provincia.
A través
del estudio
del material
lítico,
se sabe
que las
mismas
son sumamente
antiguas,
realizadas
por los
prehistóricos
antecesores
de los
tehuelches.
Igualmente,
difieren
entre
sí,
porque
correspoden
a horizontes
culturales
diferentes.
Las
improntas
de manos
pintadas
corresponden
a la cultura
del desierto,
del paleolítico
superior
(15.000
a 10.000
A.C.),
cuyo carácter
es simbólico.
Las rocas
fueron
previamente
coloreadas
por este
primitivo
pueblo,
según
las posibilidades
de obtener
distintas
materias
primas.
En orden
de frecuencia,
el principal
color
era el
rojo,
obtenido
de la
amatita,
seguido
del blanco,
negro
y amarillo
a pardo.
Este tipo
de yacimientos
se circunscribe
casi exclusivamente
a Santa
Cruz.
Esto indicaría
que los
pueblos
de la
región
pertenecían
a la misma
cultura,
y que
se regían
por ciertas
normas
para realizar
estas
representaciones,
a las
que se
les atribuye
un carácter
de culto
mágico-religioso,
con tendencia
ritual.
El otro
tipo de
pinturas
corresponde
a los
cazadores
superiores,
que vivieron
durante
el mesolítico
inferior
(9.000
a 2.000
A.C.).
Los dibujos
son de
dos tipos:
abstractos,
compuestos
por formas
geométricas,
y representativos,
que muestran
lo que
habría
sido la
presa
de caza
principal,
el guanaco,
como así
también
lazos,
serpientes,
etc. Dentro
de esta
cultura,
hallamos
también
diferencias
en cuanto
a períodos.
Las pinturas
más
antiguas
muestran
figuras
estilizadas
y tendencia
escénica,
mientras
que las
posteriores
son toscos
dibujos
(4, 6,
7).
También
son comunes
los picaderos
de piedra
para elaborar
puntas
de flecha,
raspadores,
etc. Uno
de ellos
se ubica
sobre
el borde
de una
laguna,
en las
inmediaciones
de la
Estancia
Lago Belgrano
(6).
Paleontología
El lugar
también
cuenta
con recursos
paleontológicos
de importancia,
ya que
posee
una inmensa
riqueza
en animales
y plantas
fósiles.
Al sur
del río
Roble
(este
del lago
Burmeister),
cerca
de las
cuevas
con pinturas
rupestres,
yacen
troncos
petrificados
de más
de 10
metros
de largo,
y hasta
1,10 m.
de diámetro.
En las
ya mencionadas
Sierras
Coloradas
nace un
arroyo,
afluente
del Belgrano,
donde
pueden
apreciarse
restos
de madera
petrificada,
amonites
y huesos
fósiles
de grandes
vertebrados
ya extintos.
En la
costa
norte
de la
cabecera
sureste
del lago
Belgrano
hay un
barranco
arenoso,
conocido
como Playa
de los
Amonites,
donde
se encuentran
“piedras
bochas”en
gran cantidad,
muchas
de las
cuales
contienen
amonites
fósiles
de hasta
unos 20
cm de
diámetro
(6, 7).
Investigación
y Textos:
Gabriel
O. Rodriguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
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