Alternativas Turísticas
Para llegar al área declarada Monumento Natural Nacional, Reserva Mundial de la Biósfera y Sitio Ramsar hay que partir de Tilcara por la RN Nº 9, camino que nos irá sorprendiendo por la variedad de paisajes, caseríos perdidos entre las soledades prepuneñas, cerros de extraños colores, cursos de agua que en época estival tienen un considerable cauce, como es el caso del Río Grande que transcurre en parte del recorrido paralelo a la ruta; con sus sauces en las márgenes que aún disimulan la próxima aridez que nos presentará la puna. Luego de un buen rato de recorrido nos encontramos con el pueblo de Abra Pampa, sólo y casi abandonado desde que se fue el último tren que lo comunicaba con el resto de la Provincia. En este lugar comienza la RP Nº 7, de tierra, que se dirige a la Laguna de Pozuelos, punto neurálgico de esta gran área protegida con dos Nacionales y otras tantas Internacionales. A medida que ascendemos la vegetación se va perdiendo y la tierra escombrosa hace su aparición dándonos un anticipo de la puna. En estas inmensidades el espíritu del visitante se siente conmovido ante semejante magnificencia de la naturaleza, que nos va mostrando una verdadera llanura a 3.500 metros sobre el nivel del mar, donde el viento es dueño y señor y los extraños vegetales muestran el sabio poder de la naturaleza de generar fuertes vientos y a la vez dotar a las plantas de sofisticados mecanismos para resistirlo. La cámara fotográfica y nuestra filmadora serán los testigos de algo que pasa ante nuestra vista pero que luego parecerá un sueño. Como corolario se vislumbra el gran espejo de agua de Pozuelos con una infinitud de coloridas aves que serán un incentivo aún mayor para grabar en la cámara fotográfica aquel paisaje conmovedor. Los privilegiados que llegan hasta este sitio son testigos que a la altura citada, con fuertes vientos y descensos muy marcados de temperatura a medida que cae el sol, habita una pléyade de aves que de no verlas nos costaría creer que encuentren condiciones aptas para la vida en plena puna jujeña; lo mismo que varias especies de mamíferos como la vicuña que aún se anima a desafiar la inclemencia de los 5.000 metros y algo más también.
Luego de pasar la jornada, estaremos ansiosos por continuar al día siguiente el recorrido palmo a palmo de esta hermosa Provincia del noroeste de la Argentina. Por este motivo haremos una reseña de los principales lugares de interés que posee este territorio, comenzando por la capital, San Salvador de Jujuy. Donde podemos valorar la arquitectura de muchos templos y edificios de esta hermosa ciudad. La Iglesia Catedral de Jujuy se encuentra frente a la Plaza Belgrano. Data de principios del siglo XVII. La torre fue construida en 1906 y el atrio lateral en 1910. Es digno destacar el púlpito de líneas barrocas y talladas en madera de ñandubay. Se destacan en su interior un confesionario de arte colonial y un Cristo de yeso y madera. Hacia un costado se habilitó la Capilla de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya.
Otro elegante edificio –declarado Monumento Histórico Nacional al igual que el mencionado precedentemente– es el Cabildo, que también ubicado frente a la Plaza Belgrano conserva la recova colonial con sus arcos de medio punto. La Legislatura y Tribunales constituyen un edificio de avanzada arquitectura que con sus macizos volúmenes y una vistosa torre definen la “Plaza de los dos Poderes”. Ocupan una manzana y fueron proyectados y construidos a partir de l965.
Otro punto de interés turístico es la Iglesia San Francisco con el atrio cercado por rejas y la nave principal y la crucería rematan en una espléndida cúpula. Ingresando por el atrio, en una sala lateral, se encuentra el “Museo de San Francisco” con dos salas superpuestas. Contiene trece estaciones de un vía crucis elaborado por Diego de Álzaga, pinturas hechas en Potosí en 1780.
La Capilla Santa Bárbara es otro templo que bien merece una visita. Es pequeño y de estilo colonial, habiéndose construido en 1777. En su interior hay una interesante colección de pinturas del siglo XVIII; una Santa Bárbara, un San Estanislao y una serie referida a la vida de la Virgen y de Jesús Niño.
El Teatro Mitre, terminado de construir en 1901 es uno de los más antiguos del país que queda en pié. Es un típico teatro con rasgos italianos, con una sala en forma de herradura, tres pisos y escenario alto y profundo. En 1979 fue salvado de la demolición y muy bien restaurado.
San Salvador de Jujuy cuenta con una excelente infraestructura hotelera y muy buenos restaurantes que hacen gala de la alta calidad de la gastronomía jujeña y cuenta con numerosos comercios que ofrecen variedad de productos típicos de la región, salas de cine y teatro. Pero, sin lugar a dudas, el mayor atractivo turístico lo conforman los elementos históricos, con una arquitectura relevante y edificios que muestran curiosidades ornamentales o auténticas reliquias como las imágenes religiosas traídas desde Cuzco que se aprecian en muchos templos. A continuación se señalan los principales Museos que pueden ser visitados en esta capital.
Museo Histórico Provincial. El edificio donde funciona esta institución fue declarado Monumento Histórica Nacional y es la casa, que perteneció a Ramón Alvarado, donde fue asesinado el general Lavalle en 1841. Este museo posee siete salas de exposición donde podemos encontrar: la vieja campana del Cabildo; sables y fusiles de la batalla de Suipacha, primera victoria patriota contra las tropas realistas; cartas del General Belgrano y una bandera celeste y blanca de la batalla de Ayohuma. Hay una sala dedicada al general Lavalle donde podemos ver la gruesa puerta exterior original a través de la cual habría sido baleado. También cuenta con una sala de arte religioso donde se expone la hermosa “Corona de Plata del Pucará de Abra Pampa” y muestras muy atractivas en una colección de vestidos del siglo XIX. Son seis maniquíes luciendo hermosos vestidos donados por la familia Saravia del poblado de Santa Catalina.
Otros museos para tener en cuenta son: el Museo de Paleontología y Minería, que conserva fósiles y minerales de la región y de otras zonas, el Museo del Barrio Ciudad de Nieve, que funciona en la iglesia parroquial y se exhiben piezas de la Puna y cuadros de la escuela cuzqueña; el Museo Carlos Darwin con piezas extraídas de antigales.
Además se puede visitar el “Obelisco al Éxodo Jujeño” que recuerda este histórico acontecimiento cuando en 1812, Belgrano con sus tropas, dejaron solamente una tierra arrasada en manos de los realistas. En la capital provincial este episodio dio origen a la Semana de Jujuy que celebra con desfiles y fogones este hecho. Anualmente se realizan estos festejos del 17 al 23 de agosto.
También es curioso visitar el “Mercado Artesanal” donde hombres y mujeres del pueblo, dueños de un sentido estético sorprendente exponen sus artículos artesanales tales como platería, lanas, cerámicas, cestería haciendo conocer el valor folclórico de todas las manifestaciones populares. Y un recorrido por los barrios permitirá conocer de cerca las costumbres y ambientes atractivos de esta hermosa ciudad norteña, con sus calles desparejas, sus viejas casonas de ventanas enrejadas y patios floridos. Cerca de la fecha navideña hay fiestas populares tradicionales, pesebres, villancicos, la danza de las cintas que realizan los niños. También los festejos de Carnaval tienen un aspecto muy especial ya que tienen resabios paganos.
Altos Hornos de Zapla
Se encuentran a 33 km. de San Salvador de Jujuy, dentro del departamento Capital. Al salir de la ciudad hacia este lugar, a unos 4 kilómetros, hay un hotel desde donde tenemos una visión incomparable de todo el valle de Jujuy y de la ciudad y a la derecha el comienzo de la Quebrada de Humahuaca con el fondo el nevado Chaqui. Continuando el camino hallamos un bosque de eucaliptos en tierras que son propiedad de la empresa que utiliza leña como combustible para el establecimiento de Zapla. Saliendo del bosque se cruza el río Grande enfrentando el “Complejo Siderúrgico Altos Hornos de Zapla que fue creado en 1945 por el general Manuel Savio. Saliendo de este lugar sobre la ruta se ven otras chimeneas fabriles que son las de “Celulosa Jujuy”, la primera planta integrada de papel y pulpa kraft al sulfato del país.
Mas adelante encontramos el acceso al santuario de la Virgen del Rosario de Río Blanco y un poco más lejos –81 kilómetros- nos esperan las Termas de Reyes. Estos baños termales se encuentran en una bonita y angosta quebrada, con lagunas enmarcadas por abruptas montañas cubiertas por espesa vegetación.
Continuando el paseo llegamos a las Lagunas de Yala. En medio de coloridas serranías boscosas y al pie del cerro Chañi se encuentra este conjunto de lagunas -doce en total, ocho principales y cuatro menores- donde se puede practicar la pesca de truchas y pejerreyes. Desde aquí se entra en el “Potrero de Yala” declarado Parque Provincial y con prohibición de caza de todo tipo. A lo largo de la Quebrada de Humahuaca se presentan al turista pintorescos pueblos que bien vale la pena recorrerlos detalladamente, sorprendiéndonos sus calles empinadas, muchas con antiguos adoquines y casas de adobe. Entre estos se destaca Pumamarca, por sus vistosos cerros de colores que rodean al poblado.
La Quiaca, en el extremo norte de la Provincia, es un lugar muy visitado por sus tradiciones y por la proximidad con la República de Bolivia.
Muchos sitios arqueológicos hacen de Jujuy una provincia como pocas desde el punto de vista de la oferta de lugares de interés histórico. A continuación se presentará una reseña de los principales.
Yacimientos arqueológicos
Es mucha la cantidad de restos arqueológicos con que cuenta la Provincia en su conjunto y muy particularmente la Quebrada de Humahuaca, con una gran diversidad de tipos y épocas que hacen del lugar un verdadero santuario arqueológico. Estos vestigios no dan testimonio del asentamiento de grandes conglomerados urbanos, sino que por el contrario, se trata de pequeños conjuntos de viviendas próximas a tierras cultivables, los pucaras que eran centros de defensa ubicados en lugares estratégicos para tener una amplia visión espacial y en términos generales es destacable la forma en que las construcciones se iban adaptando al relieve, conformado perspectivas que muestran un manejo notable de los espacios.
Como antecedente importante de la utilización del lugar desde épocas muy remotas –se calcula en unos 10.000 años antes del presente- está el camino de la Quebrada de Humahuaca, ese estrecho valle montañoso ubicado en el centro de la Provincia de Jujuy, que sirvió para comunicar a los pobladores que se ubicaban en la llanura jujeña y en las que se extienden hacia el sudeste del actual territorio argentino, con los que habitaban las zonas de la puna y altoandinas. El itinerario se desarrolla teniendo como eje el cauce del Río Grande, desde su confluencia con el Río León hacia el norte, a los largo de más de 150 kilómetros. Se trata de un excepcional sistema de caminos que cruzan con sentido oeste-este, atravesando a la ruta principal antes enunciada, que aún hoy sirven de paso para comunicar distintos sectores.
Uno de los sitios arqueológicos importantes que encontramos en la Quebrada, es un pueblo indígena compuesto por varias viviendas sobre una meseta que probablemente, de acuerdo a algunas dataciones obtenidas, habría estado poblado hasta el siglo XIV A.C. (Kirbus, 1994). Este sitio está ubicado a unos tres kilómetros hacia el noreste del punto donde el curso del Río Jueya desemboca en el Grande (muy cerca está la Escuela de Jueya). A solo unos tres kilómetros de Tilcara, se encuentra otro relicto arqueológico denominado La Isla, integrado viviendas y necrópolis, y en excavaciones realizadas se encontraron gran diversidad de utensilios.
En pleno corazón de la Quebrada está el legendario Pucará de Tilcara, a 2.650 m.s.n.m., lugar que se utilizó más como asentamiento humano que como lugar de defensa, aunque la ubicación es buena como mirador y de difícil acceso. En este lugar también fue muy numerosa la cantidad de restos de todo tipo que se encontraron, destacándose los enterratorios cilíndricos revestidos de lajas. Muy cerca de este lugar hay otro sitio arqueológico denominado Huichaira. En una amplia hondonada, a unos cinco kilómetros al sudeste de la ciudad de Tilcara, se observa un pueblo disperso en el que se aprecian parcelas de cultivo y se conoce como El Alfarcito.
Y utilizando siempre como referencia a la localidad de Tilcara, a diez kilómetros al sur de la misma, está el Pucará de Hornillos, cuyo difícil acceso y las construcciones dejan bien claro que el lugar funcionó como fortaleza. Muy cerca de la localidad de Humahuaca se erigió Peñas Blancas, un poblado de extensa superficie, con muros, andenes de cultivo y riego, y construcciones que denotan ser lugares donde acopiaban lo cosechado. En Coctaca, hay otro sitio arqueológico destacable compuesto por innumerables construcciones de piedra en forma de panal de abejas, en lo hondo de un valle, cuya verdadera finalidad se desconoce (Kirbus, 1994). Otros lugares arqueológicos de la zona de la Quebrada de Humauca son: Campo Morado, Señoritas, El Algarrobito, Los Amarillos, La Huerta, Chucalezca y Puerta Maidana.
Estancia Grande: a unos veinte kilómetros de Tilcara y a casi 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar, son llamativos los restos de una población, que vale más por los hallazgos que se efectuaron en ella que las construcciones en sí. En efecto, se hallaron, principalmente, utensilios de madera y alfarería poco elaborada similar a la que se usó más tardíamente en la zona. Esto muestra, como se señalaba al principio, que los restos arqueológicos aparte de su diversidad en el tipo, también lo son en los períodos de tiempo. Además es importante destacar que las construcciones generalmente están parcialmente destruidas por la acción climática, aludes, fuertes vientos soplando durante miles de años, la acción de dilatación y contracción diaria que sufren todos los elementos producto de las enormes amplitudes térmicas y el accionar desaprensivo aficionados a la arqueólogos o simples actitudes que bien podrían calificarse de vandálicas por parte de algunas personas. En algunos casos el ganado pudo haber contribuido, también a lo largo del tiempo, a cierto deterioro de las ruinas en sus desplazamientos o mientras pacen.
Cerca del pueblo La Rinconada, en la Puna de Atacama, al sudoeste del Monumento Natural Laguna de los Pozuelos, hay un conjunto de viviendas y menhires. Entre las primeras las hay de forma circular y rectangular y en las laderas del cerro se encontraron andenes de cultivo y defensas, siendo un importante yacimiento, dentro de los más de cien con que cuenta la Provincia de Jujuy, concentrándose en un alto porcentaje sobre la Quebrada de Humahuaca.
Muy cerca de Pumamarca -menos de diez kilómetros- está Ciénaga Grande, centro arqueológico compuesto por numerosas casas ubicadas en distintos niveles. A mayor altura encontramos las Grutas de Huachichocana, cuyas pinturas rupestres son muy importantes para los científicos, aunque en este aspecto son superadas por las de la gruta de Chelín o Incacueva –a casi 4000 metros- que en un ancho de muchos metros y cinco de profundidad y más de diez de alto, muestran una serie de pictografías que son las más importantes de la Quebrada.
La majestuosidad de las altas montañas desde tiempos remotos impresionó al espíritu del hombre, dándose la dualidad de ser a la vez temidas por los riesgos que entrañan como tormentas de nieve, vientos huracanados, erupciones volcánicas, aludes y otros fenómenos naturales. Prueba de la impronta que dejan en el espíritu humano del habitante andino, son la gran cantidad de santuarios de altura que cobija la Cordillera de los Andes desde su parte central hasta los andes meridionales de la Argentina y Chile. Dice M.C. Ceruti: “En todos los sistemas orográficos del noroeste se encuentran vestigios de los rituales que los incas efectuaban en las altas cumbres. Desde los volcanes de la Cordillera Occidental y de la Puna… hasta los nevados de la Cordillera Oriental, inclusive en las mimas Sierras Subandinas (Aconquija) se conservan las evidencias de la arquitectura ceremonial y las ofrendas realizadas por los delegados del Imperio”. En Jujuy algunos de los santuarios de altura más importantes que se han hallado están en el Nevado de Collaguaima (Cumbre Niño). En 1987 un autor cita la existencia de vestigios humanos en este Cerro y en 1996 se concreta una expedición a la cumbre Niño del Collaguaima –5635 ms.n.m.- donde se descubrieron construcciones diversas. En el Volcán Granada, cerca de la localidad de Minas Pirquitas, se encontraron dos sitios a más de 5.600 m.s.n.m. y, en el Nevado de Chañi -5.896 m.s.n.m.- en la zona de la Quebrada de Humahuaca, ya desde 1901 se indicó la existencia de construcciones humanas en su cima, que son corroboradas y analizadas con posterioridad en los años 1969, 1971, 1996 y 1997.
Investigación
y Textos:
Gabriel Omar Rodríguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
Chebez
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