Flora
La zona
se encuentra
dentro
de la
provincia
fitogeográfica
del Monte,
donde
predominan
el matorral
-o estepa
arbustiva
xerófila-
y bosques
marginales
de algarrobo
(7).
En la
Sierra
de los
Tarjados,
donde
nacen
ríos
como el
Talampaya,
se encuentran
ejemplares
de algarrobos
blancos
(Prosopis
alba)
y negros
(Prosopis
nigra),
bien desarrollados.
Esto sugiere
que la
alta permeabilidad
de los
suelos
permite
la formación
de depósitos
de agua
pocos
metros
por debajo
de la
superficie.
El algarrobo
blanco
está
bien adaptado
a este
tipo de
ambientes,
ya que
prospera
en suelos
secos,
pobres,
pedregosos
y expuestos
a una
alta irradiación
(6). Es
un árbol
típico
de la
Provincia
del Monte,
y se distribuye
ampliamente
en el
nor-noroeste,
de nuestro
país
(Buenos
Aires,
Córdoba,
San Luis,
Catamarca,
La Rioja,
San Juan,
Mendoza,
Salta,
Jujuy,
Tucumán,
Chaco
y Formosa).
Pertenece
a la familia
de las
leguminosas
y suele
alcanzar
grandes
dimensiones
(6). Los
ejemplares
del Parque
Nacional
Talampaya
rondan
los 80
cm de
diámetro
(1) y
pueden
llegar
hasta
los 10
o 12 metros
de altura
(6). Los
frutos
con forma
de vaina
son comestibles
y se desarrollan
en mayor
número
cuanto
más
seca es
la estación.
Son muy
apreciados
por los
animales
debido
a su sabor
dulce,
y resultan
también
predados
por insectos
del género
Bruchus
sp., con
la consecuente
pérdida
del poder
germinativo
de las
semillas
(6). La
especie
sufre
una intensa
explotación
para la
utilización
de su
madera,
lo cual
produjo
una notable
reducción
en el
número
de ejemplares
y en el
tamaño
de los
individuos
remanentes,
ya que
son preferidos
los de
mayor
diámetro
(6).
En las
zonas
alejadas
de los
cauces
de agua,
la vegetación
se presenta
achaparrada,
con aspecto
de matorral
xerófilo.
Estas
plantas
suelen
tener
espinas
y se desarrollan
alejadas
unas de
otras,
dejando
un alto
porcentaje
de suelo
desnudo
(sin cobertura
vegetal)
(1). Sobre
los suelos
arenosos
y pedregosos
característicos
del lugar,
la comunidad
vegetal
que se
desarrolla
es llamada
“jarillal”
(7), compuesto
por una
asociación
de arbustos
bajos
y esparcidos,
entre
los que
predominan
las jarillas
(Larrea
divaricata
y L. nitida)
(7), de
las que
la comunidad
toma su
nombre,
el matasebo
(Monttea
aphylla)
y el monte
negro
(Boungainvillea
spinosa)
(7). Otras
especies
vegetales
presentes
son el
retamo
(Bulnesia
retama),
explotado
por su
resina
o “cera”,
el chañar
(Geoffroea
decorticans),
la brea
(Cercidium
praecox),
garabatos
y espinillos
(Acacia
spp.)
(1).
Además,
pueden
encontrarse
especies
de la
familia
de las
cactáceas,
y otros
árboles
como el
tala (Celtis
spinosa)
y el sombra
de toro
(Jodina
rhombifolia)
(2).
Investigación
y Textos:
Cintia
Celsi
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
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