Conservación
En
lo que
respecta
a la fauna,
lamentablemente
se siguen
registrando,
hoy en
día,
episodios
de caza
furtiva,
actividad
ESTRICTAMENTE
PROHIBIDA
por la
Ley 22.351
de Parques
Nacionales
en su
artículo
quinto
(13).
Varias
especies
como los
choiques,
maras
y guanacos
son objeto
de esta
práctica
ilegal
(14).
La gravedad
del problema
se incrementa
aun más
si consideramos
que muchas
de las
poblaciones
animales
que habitan
el Parque,
pertenecen
a especies
que se
encuentran
en un
delicado
estado
de conservación,
como el
choique,
que integra
la lista
de especies
en situación
“vulnerable”
dentro
del país,
y está
categorizada
como “en
peligro”
a nivel
internacional
(9). Una
de las
principales
causas
de la
falta
de control
es la
cantidad
de personal
a cargo
del Parque,
que resulta
insuficiente
dadas
las dimensiones
del área
(14).
Asimismo,
a lo largo
de la
ruta nacional
N°76,
que atraviesa
el Parque,
se producen
ocasionalmente
atropellamientos
de animales
silvestres
y el ingreso
de vehículos
por lugares
no autorizados,
en forma
difícil
de vigilar.
La presencia
de ganado
y burros
cimarrones
también
sería
causante
de trastornos
sobre
la fauna
autóctona,
dado que
compite
con ésta
por los
recursos.
El
patrimonio
arqueológico
y paleontológico
ha sido,
en varias
ocasiones,
objeto
de robos
y daños
(14).
Sin embargo,
los petroglifos
de este
Parque
Nacional
se conservan
en buen
estado,
lo cual
sería
en parte
atribuible
a la presencia
y control
de los
guías
que obligatoriamente
deben
acompañar
a los
visitantes
a lo largo
de los
circuitos
turísticos
(2), lo
cual ha
demostrado
ser una
apropiada
medida
preventiva.
Desde
la declaración
del área
como Parque
Nacional
(año
1997)
y Patrimonio
Natural
de la
Humanidad
(año
2000),
se ha
incrementado
la afluencia
de visitantes
en forma
desbordante.
Esto vuelve
indispensable
una planificación
orientada
a encauzar
el turismo,
en especial
durante
la época
invernal
y de Semana
Santa
(14).
Durante
estos
períodos,
es notable
el incremento
de basura
y otras
alteraciones
sobre
el medio,
como la
erosión
de los
suelos
por pisoteo
excesivo
y el deterioro
de la
vegetación,
debido
al intenso
tránsito
de personas
por sitios
no habilitados
para tal
fin. Cabe
mencionar
que, a
efectos
de mejorar
la recepción
del visitante,
se prevé
rediseñar
las instalaciones
(14).
Otra de
las presiones
que amenazan
la integridad
de este
área
natural
protegida,
es la
propuesta
de construcción
de hoteles
de grandes
dimensiones
dentro
de los
límites
del Parque,
cuando
lo apropiado
es que
dicha
infraestructura
se instale
afuera
o en localidades
vecinas,
tal como
lo establece
la mencionada
ley 22.351
(13) Sin
duda,
este tipo
de obras
generarán
diferentes
impactos
negativos
sobre
la naturaleza
del área,
tales
como la
degradación
del valor
paisajístico,
disturbios
sobre
la fauna
y aumento
en la
producción
de residuos,
sólo
por mencionar
algunos,
lo cual,
además,
resulta
incompatible
con el
carácter
de “Patrimonio
Natural
de la
Humanidad”otorgado
al Parque
(14).
Investigación
y Textos:
Cintia
Celsi
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
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