Turismo
Si hay
un lugar
donde
se puede
establecer
un auténtico
e íntimo
contacto
con la
naturaleza
lo es
por excelencia
el Iberá.
Cualquiera
de las
muchas
actividades
que se
pueden
realizar
en un
entorno
natural
encuentran
en esta
Reserva
condiciones
casi ideales.
Comenzando
por la
caza fotográfica
que debido
a la variedad
de aves
acuáticas
- las
de mayor
facilidad
para fotografiar
por su
tamaño
generalmente
grande
y su exposición
mayor- que
sorprende
y la facilidad
para aproximarse
desde
los botes
que conducen
los baquianos -ex mariscadores-
son condiciones
excelentes
para esta
práctica.
Lo mismo
ocurre
con los
yacarés
que permiten
acercarse
a pocos
metros
y recién
optan
por zambullirse
con sorprendente
velocidad.
También
es posible
ver con
relativa
facilidad
algún
lobito
de río,
carpinchos
y más
aún
un coipos.
El ciervo
de los
pantanos
es muy
huidizo
y los
lugares
que frecuenta
son de
difícil
acceso,
por ello
su avistaje
hay que
intentarlo
a caballo
o embarcado.
Otra gran
tentación
para los
amantes
de la
caza incruenta
son los
carayás,
que con
un poco
de paciencia
permitirán
ser fotografiados.
Lo mismo
ocurre
con la
flora,
especialmente
con la
acuática,
por su
variedad
y la belleza
de sus
flores
que, igual
que la
fauna,
nos facilitará
mucho
su fotografía
si lo
intentamos
desde
una embarcación.
En cuanto
a infraestructura,
el área
cuenta
con un
Centro
de Interpretación,
ubicado
al borde
de la
laguna
Iberá
y sobre
la ruta
N°
40, una
Sala de
Exposiciones
donde
hay material
gráfico,
maquetas,
información
climática
y sobre
la fauna
y flora
del lugar,
sanitarios
y un amplio
camping.
Cerca
de este
sitio
parten
senderos
de interpretación
donde
se puede
recorrer
para observar
las maravillas
naturales
y a la
vez practicar
caminatas
rodeados
de un
marco
ideal.
En Colonia
Pellegrini,
un pueblito
que hasta
hace poco
más
de una
década
parecía
estancado
en el
comienzo
del siglo
XX por
el estilo
de vida
de sus
habitantes
y sus
costumbres
ancestrales,
hoy cobró
un nuevo
ritmo
debido
al turismo
que se
acerca
a los
legendarios
esteros
correntinos
y ofrece
alojamiento
en cabañas
y bungalow
lo mismo
que los
servicios
básicos
para el
turista.
Los propios
guardafaunas,
que son
ex mariscadores
que cambiaron
el rifle
por la
larga
caña
con la
que impulsan
las silenciosas
embarcaciones,
son los
encargados
de transportar
al turista
en sus
botes
y mostrar
la fauna
que detectan
con asombrosa
facilidad.
Varios
emprendimientos
privados
se dedican
a administrar
estancias
con fines
turísticos,
principalmente
los llevados
a cabo
por la
ONG The
Conservation
Land Trust,
que se
dedica
a salvaguardar
tierras
prístinas
del embate
de los
que las
quieren
explotar
agropecuariamente.
Los principales
establecimientos
de este
tipo son
las estancias
San Juan
de Poriahú,
San Lorenzo -en cuyo
predio
pastan
algunos
ejemplares
del ciervo
de las
pampas-, Galarza
y San
Gará.
En el
Iberá
también
se puede
practicar
fotografía
subacuática
o simplemente
el buceo
en determinados
lugares
que la
transparencia
de las
aguas
lo permite.
Este servicio
se contrata
en la
misma
ciudad
de Mercedes
y se practica
en espejos
de agua
dentro
del predio
de la
Estancia
El Dorado,
en Itatí
Rincón.
La pesca
deportiva
en los
sitios
establecidos
para tal
fin, es
otra interesante
propuesta
para los
simpatizantes
de este
deporte,
teniendo
gran auge
la pesca
con mosca
del dorado.
El
que quiera
buscar
un poco
más
de aventura
puede
continuar
hacia
el noreste
por la
ruta provincial
40, con
tramos
arenosos,
hasta
su empalme
con la
Ruta Nacional
N°
12, muy
cerca
de la
ciudad
de Ituzaingó.
En este
recorrido
se pasa
por las
lagunas
Galarza
y Luna
(con casi
80 km2
de superficie)
que poseen
zonas
realmente
agrestes
donde
la emoción
hace palpitar
a ritmo
acelerado
el corazón
del que
tiene
espíritu
aventurero.
Desde
Ituzaingó
pueden
realizarse
excursiones
al establecimiento
Las Marías,
reconocido
por la
calidad
de la
yerba
mate y
el té
que elabora,
a la Represa
Yaciretá-Apipé,
a las
Ruinas
Jesuíticas
de San
Carlos
y un recorrido
por la
ciudad
visitando
su puerto,
el Museo
Histórico
M. Lagraña
y la plaza
San Martín,
epicentro
de la
ciudad.
En el
otro extremo
de la
ruta provincial
40 –desde
la Reserva
Natural
del Iberá
hacia
el sudoeste-
está
la ciudad
de Mercedes,
un antigua
población
con interesantes
lugares
para recorrer.
Uno de
estos
es el
centro
artesanal
de la
Fundación
Manos
Correntinas
donde
hay una
variada
gama de
artesanías
confeccionadas
utilizando
como materia
prima
el cuero,
la lana,
el hierro,
la madera
y espartillo
para elementos
de cestería.
También
es importante
el Museo
de Ciencias
Naturales
y el Museo
Histórico,
el Parque
Municipal
Tressens
y el histórico
lugar
conocido
como Itá
Pucú,
una curiosa
formación
natural
de piedra
que servía
como posta
y donde
pasaron
ilustres
personajes
como el
general
Bartolomé
Mitre,
Giuseppe
Garibaldi
y el general
José
María
Paz.
Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodriguez
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