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Iberá

Area Protegida - Corrientes
 
Fauna

Fauna

No menos importante que la flora es la fauna de la Reserva Natural del Iberá. La ictiofauna está conformada por una importante cantidad de especies mencionando sólo a titulo de ejemplo al dorado o pirá-yú (Salminus maxillosis), la tararira o tarucha ( Hoplias malabaricus), la boga (Leporinus obtusidens), varias mojarras (Astianax sp.) y much{isimas especies más pertenecientes a distintas familias.

Los anfibios están representados por una importante cantidad de especies, dado que el ambiente colmado de humedales es muy propicio pero su desarrollo. Se destacan el sapo buey o cururú (Bufo paracnemis), el sapito común también llamado sapito jardinero (Bufo granulosus), varias especies de la familia Leptodactilidae como la rana colorada (Leptodactylus fuscus) y la ranita maulladora o llorona (Physalaemus albonotatus) cuyo canto es muy característico. De la familia Hylidae las especies presentes en el área superan la decena. Entre las más conspicuas está la ranita trepadora común (Hyla pulchella), la ranita trepadora chica (Hyla minuta) y la rana herrero (Hyla faber) cuya forma de reproducción la hace notable: construye un dique circular de barro dentro del humedal donde se encuentre en cuyo lago interno realiza el cotejo, pone los huevos y se desarrollan los renacuajos brindando así una óptima protección a sus crías de predadores acuáticos.

La herpetofauna posee una abundancia de especies significativa y algunas se encuentran amenazadas lo que hace aún más relevante a este grupo vertebrado. Comenzando por las tortugas acuáticas - familia Chelidae- son comunes la tortuga de laguna (Phrynops hilarii), la tortuga canaleta (Acanthochelys spixii) y la tortuga de cuello largo o de río (Hidromedusa tectifera). La familia Boidae muestra a una de sus mayores representantes como curiyú (Eunectes notaeus) cuya longitud puede llegar a los cuatro metros y ocupa el apéndice II de la CITES. De la familia Colubridae hay varias especies presentes entre las que cuentan ñacaniná de bañado (Hydrodynastes gigas), la culebra sapera (Waglerophis merremii) y la ñuasó (Leptophis ahatulla). De la familia Viperidae está presente la yarará chica (Bothrops newiedii) y la yarará grande, crucera o víbora de la cruz (Bothrops alternatus). Varias lagartijas también aumentan lo lista de reptiles.

Sin lugar a dudas las dos especies de yacaré presentes en los Esteros del Iberá, no sólo constituyen la principal representación del grupo reptiles sino de la fauna en su conjunto por su comprometido estatus. En efecto el yacaré negro (Caimán crocodilos) que forma parte del apéndice II de la CITES y el yacaré ñato u overo (Caiman latirostris) que ocupó el apéndice I de la C I T E S hasta hace poco tiempo (hoy llevado al II). Ambas especies sufrieron una peligrosa persecución por parte de los cazadores para la venta de su codiciado cuero. Distintos emprendimientos como el llamado “proyecto yacaré”, llevado a cabo por las autoridades específicas de la provincia de Santa Fe, están revirtiendo lentamente esta situación. Además esta fauna constituye uno de los mayores atractivos para los visitantes del lugar por la facilidad con que pueden observarse desde una embarcación. La nómina de los principales reptiles del área finaliza con el lagarto overo (Tupinambis tguixin). Entre los mamíferos más conspícuos de los Esteros está el carpincho (Hidrochaeris hidrochaeris), cuya preciada piel también lo había convertido en una de las presas preferidas por los mariscadores, el lobito de río (Lontra longicaudis) - con estatus En peligro y forma parte del apéndice I de la CITES- fue declarado Monumento Natural por la Legislatura de la Provincia de Corrientes y el coipo, nutria o quiyá (Myocastor coypus). Desde el punto de vista de la conservación uno de los mamíferos más importante que alberga esta gran unidad de conservación es el ciervo de los pantanos o guazú-pucú, en lengua guaraní, (Blastocerus dichotomus), cuyo estatus lo considera En peligro y también declarado Monumento Natural por las provincias de Corrientes; Chaco y Buenos Aires. Este cérvido encuentra en los Esteros del Iberá el área protegida que alberga la mayor población y condiciones de hábitat excepcionales, desplazándose con suficiente habilidad entre las zonas anegadas cubiertas por pajonales. Otro cérvido presente es el guazuncho, guazú birá o cortezuela parda (Manzana govazoubira.). Una pequeña población del ciervo o venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus) se sitúa en los campos de una estancia de la zona. El estatus de esta especie lo considera En peligro y está en el apéndice I de la CITES.

Entre los cánidos la vedette es el aguará guazú o lobo de crin (Chrysocyon brachyurus), también preparado por su altura para andar entre pastizales, con estatus nacional que lo considera En Peligro (SAREM , 2000) y forma parte del apéndice II de CITES y lo acompaña en la misma familia el zorro de monte (Cerdocyon thous) que integra el mismo apéndice de la convención internacional sobre el comercio de fauna. Los felinos cuentan con tres especies , dos de las cuales son de presencia relativamente conspicua y una es muy escasa. Los dos primeros son el gato montés común (Oncifelis geoffroyi), con estatus de Potencialmente vulnerable e integra el apéndice I de la CITES, el gato moro o yaguarundi (Herpailurus yaguarondi), también considerado potencialmente vulnerable- apéndice II de CITES- y el ocelote y gato onza (Leopardus pardalis), muy raro, cuya distribución incluye el norte correntino (Parera, 2002) con estatus de Vulnerable y está en el apéndice I de la CITES. Es destacable también la presencia en el área del mono aullador o carayá (Alouatta caraya) con un estatus alentador que lo califica como preocupación menor.

De la familia Dasypodidae es posible observar dos especies: la mulita grande o tatú negro (Dasypus novemcinctus) y la mulita chica (Dasypus septemcincus). También es posible ver al mayuato, aguará popé u osito lavador (Procyon cancrivorus), con estatus Vulnerable, la folklórica vizcacha (Lagsotomus maximus), el hurón menor (Galictis cuja) y el conspicuo zorrino común (Conepatus chinga). Entre los marsupiales se destaca comadreja colorada (Lureolina crassicaudata) y la overa o común (Didelphys albiventis) y varias especies de murciélagos como el vampiro común (Desmodus rotundus), el murciélagos negrusco (Myotis nigricans) y de ratas y ratones de la familia Muridae completan la mastofauna del Iberá .

La ornitofauna es muy numerosa en especies, destacándose las vinculadas al medio acuático por las características de los ambientales de la reserva. Entre estas hay varias especies de patos como el sirirí colorado (Dendrocygna bicolor) o en sirirí de vientre negro (Dendrocygna autumnalis), poco común, el pato crestudo (Sarkidiornis melanotos) con estatus que lo considera En peligro- apéndice II de CITES - y el pato real (Cairina moschata) con estatus Vulnerable. Otra familia de hábitos acuáticos con muchas especies es la de las garzas, de las que podemos observar al hocó colorado (Tigrisoma lineatum), al poco conspicuos mirasol grande (Botaurus pinnatus) y mirasol chico (Ixobrychus exilis) y varias especies más. Las tres especies de cigueñas que habitan territorio argentino están presentes en Iberá : cigüeña americana o tuyango (Ciconia maguari), el yabirú (Jabiru mycteria) y la tuyuyú (Mycteria americana).

Otras especies de costumbres acuáticas son el aguatero (Nycticryphes semicollaris), la pollona pintada (Porphyriops melanops), el batitú (Bartramia longicauda) categorizada con estatus de Riego bajo, el burrito común (Laterallus melanophaius), el atí (Phaetusa simplex) y muchas más que harían una larga lista. Entre las rapaces se debe mencionar la presencia del aguilucho langostero (Buteo swainsoni) ubicado en el apéndice II de la CITES y muy afectado por el empleo de insecticidas de uso agrícola, el halcón peregrino (Falco peregrinus),el aguilucho colorado (Heterospizias meridionalis), el gavilán ceniciento (Circus cinereus), el esparvero común (Accipiter striatus) y el águila negra (Buteogallus urubitinga) entre unas treinta especies de este grupo que se pueden observar en la gran superficies de los Esteros del Iberá. Varios psitácidos integran el elenco alado como el ñanday (Nandayus nenday), la catita enana (Forphus xanthopterygius) y el conspicuo loro hablador (Amazona aestiva) con estatus de Riego bajo, pese a ser uno de los psitácidos más buscado y difundido como mascota..

Las palomas – Columbidae – están en la región con al menos seis especies, los picaflores- Trochiliidae- con cuatro y los carpinteros – Picidae- con nueve especies aproximadamente. Tres especies de martín pescador están pacientemente en su percha mirando hacia el agua al acecho de algún pececillo. También se pueden ver hermosas aves como el surucuá común (Trogon surrucura), el tucán grande (Ramphastos toco), la viudita blanca (Fluvicola pica), el picapalo colorado (Campylorhamphus trichilirostris) con su enorme pico encorvado, el tangará común ( Euphonia clorotica), el tordo amarillo (Xanthopsar flavus) considerado Vulnerable y de presencia poco habitual en la reserva, el sietevestidos (Poospiza nigrorufa) y muchos más.

 

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodriguez
Fotos: Lucio Contigiani, Gabriel O. Rodriguez y Michel H. Thibaud

 


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