Conservación
Los
problemas
de conservación
que afectan
a este
ecosistema
tan importante
no son
pocos.
Con sólo
imaginar
la infraestructura
que demanda
custodiar
más
de 1.200.000
hectáreas
de esteros,
lagunas,
campos
y otros
tipos
de relieves,
advertimos
que un
reducido
número
de guardaparques
con escasos
y precarios
medios
de locomoción
es poco
lo que
pueden
hacer.
Si agregamos
a esto
que muchos
de los
campos
que rodean
al sistema
hidrológico
son propiedades
privadas,
donde
aún
se practica
la caza
sea por
deporte
o para
subsistencia,
el panorama
es complejo.
No
menos
acuciante
es la
depredación
que se
comete
sobre
la flora,
siendo,
en este
caso,
las principales
víctimas
los montes
de ñandubay
(Prosopis
affinis)
y los
bosques
mixtos
lo que
trae consigo
la expansión
de la
superficie
utilizada
para agricultura
y ganadería.
La ruptura
del equilibrio
ecológico
en este
ecosistema
tiene
un ejemplo
muy claro
de la
fragilidad
de las
relaciones
interespecíficas:
la disminución
de las
poblaciones
de yacarés
trae de
inmediato
el incremento
de la
palometa
brava
(Serrasalmus
spilopleura)
su principal
alimento.
Estas
palometas
predan
sobre
crías
de otros
peces
como el
dorado,
con lo
cual disminuirían
sus poblaciones.
Además
en zonas
del noroeste
ha aumentado
un parásito
del hombre,
el saguaipé,
cuyo huésped
intermediario,
un caracol
de agua
dulce,
es muy
consumido
por el
yacaré
overo.
Pero
la mayor
amenaza
la constituye
la represa
de Yacyretá
que ya
produjo,
según
mediciones
de los
científicos,
una elevación
cercana
a los
80 centímetros
en las
aguas
de la
laguna
de Iberá,
y resulta
impredecible
lo que
pueda
suceder
en el
futuro
en cuanto
a la tendencia
del aumento
del nivel
de las
aguas.
Si esto
siguiera
un ritmo
creciente
gran parte
de las
islas
y otros
sectores
quedarían
cubiertos
por las
aguas.
La Universidad
Nacional
del Centro
de la
Provincia
de Buenos
Aires
coordina
a un grupo
de científicos
de las
Universidades
de York
(Inglaterra),
de Siena
(Italia),
Campinas
y Río
Grande
do Sul
(Brasil)
que trabajan
sobre
el estudio
de la
dinámica
del complejo.
Se
estima
que el
agua que
produjo
este crecimiento
en los
niveles
es de
procedencia
subterránea,
según
opinan
los responsables
de estos
estudios.
Son permanentes
los reclamos
en este
sentido
ante el
Ente Binacional
Yacyretá,
lográndose
muy poca
atención
a esta
problemática.
Para colmo
de males
la cota
actual
del embalse
va a ser
elevada
a 83 metros -unos siete
metros
más-
según
los planes
de las
autoridades
nacionales.
Existe
el aliciente
que un
proyecto
de investigación
denominado
"Manejo
sustentable
de los
recursos
de humedales
en el
Mercosur",
que está
siendo
liderado
por la
Universidad
de Siena
con fondos
provenientes
de la
Unión
Europea,
e involucra
a las
Universidades
Nacionales
del Centro
de la
Provincia
de Buenos
Aires,
del Salvador,
de Misiones,
de Luján
y varias
más
de distintos
países
europeos
como España
e Inglaterra,
entre
otros.
Para dicho
trabajo
se tomó
como unidad
de estudio
a los
Esteros
del Iberá,
de forma
que la
influencia
de parte
del sector
científico
va a ser
contundente.
Además
de esto
también
es favorable
la declaración
de los
esteros
como Sitio
Ramsar
y las
gestiones
que realiza
el gobierno
de Corrientes
para que
sean declarados
Patrimonio
de la
Humanidad
por la
UNESCO.
Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodriguez
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