Flora
Distintos
autores
durante
mucho
tiempo
han esbozado
clasificaciones
fitogeográficas
del territorio
argentino.
Entre
las principales
se puede
mencionar
a la de
Hauman
(1920,1931),
Frenguelli
(1941),
Castellanos
y Pérez
Moreau
(1945),
Parodi
(en 1945
y 1964),
Cabrera
(desde
la primera
en 1951
hasta
1976)
y últimamente
se elaboró
en el
ámbito
de la
Secretaría
de Medio
Ambiente
y la Administración
de Parques
Nacionales,
un trabajo
de clasificación
en Eco-regiones
elaborado
por Burkart,
et al.
(1999),
que es
bastante
coincidente
con el
de Cabrera,
pero tiene
algunas
subdivisiones
de las
provincias
que señala
aquel
autor.
En estas
páginas,
en la
mayoría
de las
monografías
realizadas,
se optó
por esta
última
categorización.
Hay bastante
coincidencia
entre
todas
estas
clasificaciones,
en incluir
la mayor
parte
del territorio
de la
Provincia
de Buenos
Aires
en el
ámbito
de una
región
que llaman
“pampa”
o “pradera
pampeana”.
Este vocablo
viene
del quichua
y significa
algo así
como “gran
llanura”
y por
extensión,
se aplicó
también
en otras
zonas
del país
para señalar
espacios
con esas
características.
Siguiendo
la clasificación
de Burkart,
el al,
(1999)
además
de la
Eco-región
Pampa,
el extremo
sur se
ubica
en la
Eco-región
del Espinal
y el extremo
noreste,
en un
angosta
franja
se desarrolla
la Eco-región
del Delta
e Islas
del Paraná.
En términos
generales
se reseña
la flora
del extenso
territorio
bonaerense
señalando
que predomina
el pastizal
con de
flechillar
compuesto
por gramíneas
de gran
variedad
de especies
de los
géneros
Poa, Stipa,
Aristida,
Paspalum
y muchas
más.
Hay zonas
húmedas
donde
se forman
juncales
(Scirpus
californicus),
espadañales
(Zizaniopsis
bonariensis),
totorales
del género
Typha,
cortaderas
(Scirpus
giganteus)
a veces
en grandes
extensiones.
En la
zona litoraleña
del Río
de la
Plata,
hasta
casi el
extremo
sur de
la Bahía
de Samborombón
se forman
los llamados
talares,
asociación
de talas
(Celtis
tala)
con predominancia
de esta
especie,
el sombra
te toro
(Jodina
rhombifolia)
y espinillo
(Acacia
caven).
Lo que
casi constituye
la única
formación
boscosa
de la
Provincia,
junto
a algunos
ceibales
(Erythrina
cristagalli)
de la
parte
noreste
de la
costa
rioplatense
y vestigios
de selva
en galería
que sobreviven
aisladamente
en algunos
pequeños
relictos
muy puntuales
y la Eco-región
Delta
e Islas
del Paraná.
Otra formación
conspicua
de las
zona costera
marítima
son los
espartillos
(Spartina
coarctata)
y pajonales
de Panicum
recemosum,
entre
otras
especies.
Las zonas
serranas
de la
Provincia
presentan
algunas
características
florales
propias
de esos
ambientes.
En el
Parque
Rafael
de Aguiar
abunda
la vegetación
acuática
que acompaña
las zonas
inundables
(gran
parte
del área
es anegadiza
en grandes
crecientes)
como la
Laguna
Larga,
La Quebrada,
arroyos
y al río
Paraná.
En la
zona de
las barrancas
sobreviven
relistos
de talas
(Celtis
tala)
que llegan
hasta
el sur
de la
Bahía
de Samborombón.
Investigación
y Textos:
Gabriel
O. Rodriguez
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