Conservación
La
situación
de esta
área
protegida
en cuanto
a su conservación
tiene
algún
punto
en común
con la
de El
Leoncito,
ubicada
en la
misma
provincia
aunque
distante
de aquélla.
Las zonas
altoandinas
y puneñas
se caracterizan
por la
escasez
de cobertura
vegetal.
En este
sentido,
una prioridad
en estas
eco-regiones
debería
ser el
extremo
cuidado
con respecto
a cualquier
factor
que atente
contra
la supervivencia
de esa
poca vegetación.
La merma
de la
misma
trae consigo
problemas
difíciles
de revertir
como la
erosión,
y, en
el caso
de San
Guillermo,
las pasturas
son el
único
alimento
de los
camélidos
presentes
en el
lugar,
si bien
las dos
especies
existentes
no habitan
a la misma
altura.
Cabe señalar
que el
problema
de conservación
histórico
del área
era la
caza indiscriminada
de la
vicuña
(Vicugna
vicugna),
actividad
que la
llevó
a un estado
de seria
amenaza.
La creación
de la
unidad
de conservación,
y otras
acciones
paralelas
como la
información,
pusieron
bajo un
control
aceptable
esta situación,
como para
que en
la actualidad
el área
cuente
con la
población
de vicuñas
más
importante
del país
(calculada
en más
de 7.000
ejemplares).
No obstante,
teniendo
en cuenta
la gran
superficie
de Parque
y los
pocos
caminos
para recorrerlo
(muchas
veces
por las
propias
características
del terreno),
un buen
control
por parte
de los
guardaparques
nacionales
resulta
casi imposible.
El riesgo
de la
caza furtiva
de la
vicuña
es un
peligro
latente
que hay
que tratar
de prevenir.
Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodriguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
Chebez
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