Tierra del Fuego

Parque Nacional - Tierra del Fuego
 

Relieve

El relieve general es montañoso, moldeado por el proceso glaciario. Profundos valles de ese origen alternan con cordones montañosos orientados aproximadamente de oeste a este. Los valles que cavaron los glaciares han sido trabajados por los ríos que actualmente recorren sus fondos y también albergan lagos. En el sector costero, en el límite sur del parque, se encuentran dos bahías, la Lapataia y, adyacente a ésta, hacia el este, la Ensenada. La alternancia de barrancos y pequeñas playas constituye un ambiente heterogéneo, apto para la avifauna costera (1, 10). Los suelos del parque son, a grandes rasgos, de dos tipos: los turbales por un lado y los forestales por el otro. Los turbales están condicionados por la alta humedad, la baja temperatura y el considerable aporte de materia orgánica de sitios muy específicos. Los suelos forestales se originaron a partir de las morenas (depósitos de sedimentos que dejan los glaciares a su paso) a través de un proceso denominado podzolización, que se presenta en diferentes grados en los distintos sectores del parque (15).

Cuatro cordones montañosos corren en dirección ONO–ESE, prácticamente aislados entre sí. En la Argentina, la Cordillera de los Andes tiene un rumbo predominante norte-sur, con alturas crecientes hacia el norte, pero se interrumpe brevemente en su extremo sur, en el Estrecho de Magallanes. Al prolongarse sobre el archipiélago fueguino varía su rumbo hacia una posición más latitudinal, por lo cual, en Tierra del Fuego, las alturas menores se presentan hacia el este, donde conforman la península Mitre. En las costas orientales de la Isla Grande, la cordillera alcanza sus menores alturas, frente a la isla De Los Estados. Dentro del parque, por lo tanto, los picos no alcanzan grandes dimensiones.

Para describir las cadenas de picos que alberga este área protegida, realizaremos un recorrido imaginario de norte a sur, comenzando al norte del lago Fagnano, donde se elevan las sierras de Beauvoir. Con cumbres inferiores a los 1000 m, dibujan el límite septentrional del parque. Las montañas de Beauvoir (también denominadas Sierras de Inju-gooiyin) se reflejan en un espejo de agua de origen glaciario, el lago Fagnano, también llamado Kami, cuya longitud total alcanza más de 100 km. Este lago constituye un desafío para la navegación en días de tormenta, pues sus costas son poco hospitalarias y los vientos desatan su furia sobre las aguas con peligrosa fuerza y frecuencia.

Siguiendo hacia el sur, nos internamos por una picada que surca el parque a lo largo, desde este punto hasta las costas. En determinado momento, la picada empieza a subir y nos lleva por el siguiente cordón montañoso: las sierras de Vicinguerra. Su contorno se enfrenta al de la Sierra de Valdivieso, y entre ambas queda encerrado un valle conocido como Valle Carbajal, por el que corre el río Olivia. También entre ambas sierras, hacia el centro-oeste del parque, se encuentra un pequeño lago llamado Lago Alto. La picada lo bordea, pasando las sierras de Valdivieso, y luego se desvía hacia el sudoeste, a través del río Pipo. Discurre a la vera de este río, al pie del imponente cerro Tonelli, y continúa hacia el sur dentro del cañadón del Toro. Este cañadón atraviesa las estribaciones del cuarto cordón montañoso del parque que recorremos en este viaje imaginario: los montes Martial, los más importantes del archipiélago.

Los montes Martial se elevan entre enormes cañadones de origen glaciario que recortan sus formas generando ramificaciones. Este cordón abraza por el norte a la ciudad capital de Tierra del Fuego, Ushuaia. Al este, un cerro nos llama la atención por su majestuosidad; se trata del pico más alto del parque, el Vicinguerra, de 1450 m de altura y que no pertenece al cordón de la sierra homónima. En el sector más oriental del cordón, que se encuentra dentro del parque, hay un glaciar, el Martial, sobre el cual pasa el límite este del área protegida.
Nuestro viaje culmina en un camino consolidado que nos lleva hasta las costas de la bahía Ensenada. Desde allí, si miramos hacia el oeste, veremos un quinto cordón, el Pirámide, que corre paralelamente al canal de Beagle y cuyo extremo oeste entra en el parque justo al sudoeste de la bahía Lapataia (2).

Investigación y Textos: Ana Laura Monserrat
Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez


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