Flora
El Parque
es representativo
de las
eco-regiones
de los
Altos
Andes,
la Puna
y el Monte
de Sierras
y Bolsones,
según
el trabajo
Eco-regiones
de la
Argentina
(PRODIA,
1999).
De las
zonas
bajas,
verdaderos
oasis
donde
utiliza
la tierra
para cultivos,
se pasa,
casi sin
transición,
al desierto
Si bien
la aridez
domina
el escenario
cabalmente,
en los
extensos
llanos
aparecen
alturas
de apenas
700 metros,
en tanto
en la
región
altoandina
las montañas
superan
los 6.000
metros.
En esta
última
y por
debajo
de las
nieves
eternas,
aparecen
musgos
y líquenes.
Luego,
al descender,
encontramos
subarbustos
rastreros,
como la
yareta,
pastos
duros
y cardones,
que también
se aprecian
en la
zona basal,
junto
a las
jarillas
y a la
retama.
En los
suelos
salitrosos
se desarrollan
las halófilas
(plantas
adaptadas
a suelos
salinos).
Aunque
las condiciones
son sumamente
adversas,
los seres
vivos
adquirieron
mecanismos
complejos
de adaptación
para poder
desarrollarse
a más
de 3.000
m de altura,
donde
el frío,
el viento,
la aridez,
la gran
amplitud
térmica
y muchos
otros
factores
conspiran
a cada
instante
contra
la supervivencia.
La formación
vegetal
más
representativa
de la
eco-región
del Monte
es la
de los
retamos
(Bulnesia
retama),
de porte
arbustivo,
que se
encuentran
bastante
distanciados
entre
sí,
dejando
la mayor
parte
del terreno
descubierto.
Una de
las zonas
donde
más
abunda
esta formación
es entre
Calingasta
y la Estancia
El Leoncito.
Otra
comunidad
importante
que forma
parte
de la
mencionada
eco-región
son los
jarillales.
Cerca
del observatorio
astronómico
se observa
un jarillal
de Larrea
nitida.
Entre
las jarillas
se encuentran
ambientes
halófitos
con gramíneas
como el
pelo de
chancho,
del género
Distichlis,
y matas
de Senecio
filaginoides.
Las jarillas
Larrea
nitida
y L. divaricata
se desarrollan
hasta
los 3.000
metros
aproximadamente
por las
quebradas
de los
arroyos
que descienden
de las
montañas.
De la
eco-región
Puneña
se puede
citar
la presencia
de Puna
clavarioides,
Ephedra
breana
y Artemisia
mendozana,
entre
otras
especies.
En cuanto
a las
comunidades
vegetales
de la
eco-región
Altoandina,
se pueden
mencionar
los coironales
(asociaciones
de gramíneas),
las vegas
de altura
y las
estepas
riparias.
Sobre
algunos
faldeos
de las
sierras
son comunes
los cojines
de Maihueniopsis
glomerata,
una planta
crasa
conocida
en la
zona con
el nombre
de leoncito
(Kiesling,
1984)
y que
dio nombre
tanto
a la estancia
como al
actual
Parque.
Otra
formación
relativamente
común
es la
de estepas,
donde
predominan
la tramontana
(Ephedra
breana),
la cola
de león
(Lampaya
sckickendantzii)
y la ya
mencionada
Artemisia
mendozana,
entre
varias
más.
Entre
las cactáceas
encontramos
Lobivia
formosa,
Pterocactus
reticulatus
y la Puna
clavarioides,
y entre
las malváceas,
dos especies
de Nototriche
y Sphaeralcea
philippiana.
Las leguminosas
más
conspicuas
pertenecen
a los
géneros
Adesmia,
con tres
especies,
y Lupinus,
con dos.
Entre
las gramíneas
se destacan
Distichlis
scoparia,
una especie
del género
Festuca,
otra del
genero
Stipa
y varias
especies
más.
Según
el tenor
de humedad,
los vientos,
la altura
y los
suelos
más
o menos
firmes,
son muchas
las formaciones
florísticas
que se
presentan
en distintos
hábitat,
por lo
que sería
tedioso
continuar
con la
enumeración
de las
especies.
Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodriguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
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