Hidrografía
La
red hidrográfica
del Parque
Nacional
El Rey
está
íntimamente
ligada
a la topografía.
Los cursos
de agua
surcan
la formación
en herradura,
fluyendo
hacia
el centro-este
del área
protegida;
algunos
desembocan
en el
río
Popayán
y otros
se diluyen
antes.
Desde
los cordones
serranos
descienden
los arroyos
que alimentan
a los
torrentes
de agua
principales
(arroyos
Socohondo,
La Sala,
Los Noques
y Los
Puestos),
que confluyen
en un
solo río,
el Popayán.
Este
serpenteante
curso
de agua
cambia
su nombre
por el
de río
del Valle
al trasponer
el límite
del Parque,
y culmina
su trayecto
hacia
el este,
en los
bañados
de El
Quirquincho,
en pleno
Chaco
salteño.
El
arroyo
de los
Puestos,
en particular,
constituye
el límite
sudeste
del parque
y es uno
de los
más
extensos
en toda
el área
protegida.
Cabe
mencionar
también
al arroyo
Aguas
Negras,
que da
nombre
a uno
de los
senderos
interpretativos
del Parque.
Promediando
el recorrido
por dicho
sendero,
se encuentra
la cascada
Los Lobitos.
Otros
de los
arroyos
importantes
son el
Las Doncellas,
que nace
en el
cerro
El Montoso
y se une
más
adelante
con el
río
Socohondo
(afluente
del río
Popayán)
y el San
Roberto,
que cruza
todo el
parque,
de oeste
a este,
proveyendo
de agua
al único
camping
libre
del Parque
Nacional. 
La
Laguna
de Los
Patitos,
especialmente
rica en
aves acuáticas
(ver
Fauna), es un embalse artificial creado por el
terraplén
del camino
de acceso.
Esta
rica red
hidrográfica,
imprescindible
reservorio
de agua
dulce
de la
región,
se conserva
en gran
medida
porque
las exuberantes
masas
vegetales
selváticas
están
protegidas.
Estas
selvas
nubosas
regulan
el sistema
hídrico
al absorber
la humedad
acumulada
durante
la época
de lluvias
(noviembre
a marzo),
para soltarla
paulatinamente
en los
meses
secos.
De esta
manera,
el río
Popayán
conserva
un considerable
caudal
durante
la estación
invernal,
tornando
posible
el riego
permanente
de las
explotaciones
agrícolas
asentadas
aguas
abajo,
fuera
de los
límites
del Parque
(6).
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