El Rey

Parque Nacional - Salta
 

Fauna

Este Parque Nacional es una de las áreas protegidas con mayor variedad faunística, producto del buen estado de conservación de los distintos ambientes fitogeográficos (ver Flora). La fauna de este parque, al igual que su flora, no es exclusivamente yungueña, sino que incluye especies del bosque chaqueño.

Desde las aves de mayor envergadura, como el cóndor (Vultur gryphus), ave carroñera que habita en las alturas más recónditas del paisaje, hasta los pequeños y escurridizos picaflores, en El Rey encontramos una enorme diversidad de aves, tanto en cuanto a tamaños como a colores, hábitats y preferencias alimenticias. Son las más fáciles de avistar, y también, de detectar a través de sus cantos, ya que son los vertebrados más numerosos. Si tomamos en consideración sólo los parques nacionales de las Yungas, el Parque Nacional El Rey es el segundo en cuanto a riqueza de aves.

De las 291 especies de aves presentes en el Parque Nacional, dos encuentran protección sólo en El Rey: el inambú serrano (Nothoprocta pentlandii) y el doradito oliváceo (Pseudolopteryx acutipennis). Es interesante consignar también que sólo se ha visto nidificar en el Parque a unas 12 especies del total avistado en él. Tal vez esto signifique el Parque les está brindando verdadero amparo, puesto que encuentran las condiciones necesarias para su reproducción.

Las especies de la avifauna de El Rey que se encuentran amenzadas son las siguientes: el pato crestudo (Sarkidiornis melonotos), el águila solitaria (Harpyhaliaetus solitarius), el águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus), el águila viuda (Spizastur melanoleucus), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el halcón negro grande (Falco deiroleucus) y la lechucita canela (Aegolius harrisii), ésta última bastante rara y difícil de avistar.

Entre los picaflores, podemos citar al picaflor vientre blanco (Amazilia chionogaster), al picaflor yungueño (Adelomyia melanogenys), al picaflor frente azul (Eriocnemis glaucopoides), al picaflor cometa (Sappho sparganura) y al picaflor enano (Microstilbon burmeisteri), cinco especies amparadas sólo en los parques yungueños.

La existencia de una rica red hidrográfica y de una laguna, permite que en este parque habite una amplia variedad de aves acuáticas, entre las cuales, además del ya mencionado pato crestudo, encontramos a los patos barcino (Anas flavirostris) y cutirí (Amazonetta brasiliensis), entre muchos otros. Habitantes de la Laguna de los Patitos son la gallareta chica (Fulica leucoptera), la pollona azul (Porphyrula martinico), la gallareta escudete rojo (Fulica rufifrons), la pollona pintada (Gallinula melanops) y el macá común (Rollandia rolland).

Por la ya mencionada particularidad de albergar componentes tanto de la selva de Yungas como del bosque chaqueño, la diversidad de especies se amplía a las que habitan dicho bioma: por ejemplo, las chuñas de patas rojas (Cariama cristata) y de patas negras (Chunga burmeisteri). Son aves robustas, de unos 70 cm de alto, caminadoras y poco voladoras, de coloración ceniza. La de patas rojas es llamativa no sólo porque el color de sus patas es idéntico al de su pico, sino también porque tiene párpados celestes. Ambas especies son carnívoras: reptiles, anfibios y pequeños mamíferos forman parte de su dieta.  Es frecuente oír su fuerte canto al amanecer y al atardecer. Es fácil verlas cerca de la Intendencia del Parque, al igual que a la pava de monte común (Penelope obscura), un ave poco voladora y de costumbres gregarias (9).

Llaman la atención, entre muchas otras, dos aves de bonitos colores que habitan los bosques de queñoa, aliso y pino del cerro: el rey del bosque y la monterita ceja rojiza (2).

Cuarenta y cuatro especies de mamíferos habitan el Parque Nacional El Rey. Lamentablemente, debemos mencionar la ausencia de una -que sería la número 45-, que solía recorrer la selva de Yungas palmo a palmo y que, si bien ocupaba el lugar más alto en la cadena alimentaria y era un gran predador, se extinguió en la zona: el yaguareté (Leo onça).  Esto nos lleva a reflexionar acerca de la vulnerabilidad de los ecosistemas, en este caso uno selvático, aun cuando estén protegidos, y a meditar sobre la necesidad de desarrollar un plan de manejo para el Parque, entre otras medidas (ver Problemas de Conservación).

Del total de especies registradas en el El Rey, seis se encuentran en peligro de extinción.  Una de ellas es la única del orden de los primates propia de las Yungas: el mono caí (Cebus apella). Netamente arborícola y gregario, rara vez desciende de la copa de los árboles, para jugar o buscar alguno de los alimentos que constituyen su dieta omnívora: frutos, semillas, huevos, insectos, reptiles, aves y pequeños mamíferos. Es ágil y pequeño, de hábitos diurnos, y vive entre los 200 y los 1100 metros snm (3).

Algunas especies de gatos salvajes encuentran refugio en el Parque, ya que también se encuentran amenazadas. Se trata del yaguarundí (Herpailurus yaguarondi), el ocelote (Leopardus pardalis) y el gato del pajonal (Lynchailurus pajeros).  El más raro de los tres es el ocelote, también llamado gato onza.  Félido de cola larga y costumbres poco conocidas, es eminentemente arborícola y se alimenta de aves y monos exclusivamente.  Su piel es muy valiosa en el mercado ilegal, lo cual constituye una amenaza permanente para la especie. El yaguarundí, o gato moro, generalmente caza durante el día, aunque se lo ha visto aprovechar también las horas inmediatamente anteriores al alba para hacerlo. Su dieta es muy variada, ya que se alimenta de aves, pequeños mamíferos, insectos, ranas, peces y reptiles. Excelente nadador –como el ocelote- con frecuencia entra al agua a perseguir y cazar a sus presas.

En las cercanías de arroyos y demás cursos de agua habita el lobito de río (Lontra longicaudis), una nutria de pelaje marrón grisáceo, apenas más claro en el vientre, que vive en madrigueras que excava donde el terreno es blando.

El Rey también es hábitat para el herbívoro de mayor tamaño de toda América del Sur: el tapir (Tapirus terrestris).  Es un animal solitario que habita la selva, donde se alimenta de hojas de los arbustos y de brotes. En su labio superior tiene una prolongación unida a la nariz, que utiliza como si fuera una mano, ya que es prensil, para obtener su alimento. Prefiere la noche para buscar hierbas y gramíneas y se le conocen hábitos acuáticos. Es un gran diseminador de semillas que, con ello, contribuye a la ecología de su hábitat.  En el Parque se deja ver, a veces, a plena luz del día.

El predador más conocido es el puma (Puma concolor).  Difícil de avistar, por sus movimientos sigilosos y los horarios que prefiere para sus actividades -bien temprano, antes del alba, y al atardecer-, este carnívoro podrá ser detectado en el Parque a través de sus improntas en los caminos. Están presentes el pecarí de collar (Pecari tajacu) y el pecarí labiado (Tayassu pecari). El primero posee una franja de pelaje más clara alrededor del cuello, de allí su nombre. Se trata de una especie de pequeño cerdo salvaje, cuya alimentación es omnívora: tubérculos, pastos, frutos, huevos y anfibios forman parte de su dieta.

Una especie bastante particular que habita el Parque es el oso melero (Tamandua tetradactyla).  También amenazado, es un animal arborícola y también bastante terrícola.

Entre los ejemplares de la mastofauna de El Rey que no presentan problemas de conservación se encuentran la corzuela parda (Mazama gouazoupira), único cérvido presente en el área protegida, presa de pumas, ocelotes y zorros; los coatíes (Nasua nasua), ágiles animalitos arborícolas que se alimentan de lo que encuentren entre el follaje, y el tapetí (Sylvilagus brasiliensis), única especie de conejo nativa.

Cabe señalar, además, la presencia exclusiva del murciélago leonado (Lasiurus ega) en este Parque yungueño (ya que no está protegido por los parques nacionales Calilegua ni Baritú, que también se encuentran en las Yungas).

Por último, con respecto a los mamíferos, existen dos especies exóticas que pululan en el área protegida: la vaca cimarrona (Bos taurus), prueba contundente del pasado histórico de El Rey como estancia ganadera, y la liebre europea (Lepus europaeus).

En las aguas de los abundantes arroyos predominan sábalos, viejas del agua y dorados.

Sitios Relacionados:
Administración de Parques Nacionales

Fuente: SIAN - APN
Investigación y Textos
: Maria del Mar Beaumont
Supervisión Técnica Honoraria
: Juan Carlos Chebez
Fotos
: Michel H. Thibaud

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