Se puede decir que, en alguna medida, el Parque Nacional Río Pilcomayo nació con su ambiente seriamente alterado. La ley de creación le asignó 285.000 hectáreas. La protección del lugar comenzó a ponerse en práctica trece años después, cuando Formosa ya era provincia. Durante ese período, el área siguió modificándose profundamente por la actividad agropecuaria. Luego, la provincia influyó para que se redujera su superficie a las actuales 52.000 ha, ofreciendo a cambio 10.000 ha en el oeste de la provincia (lo que dio origen a la Reserva Natural Formosa). El problema de la hacienda de los pobladores que estaban dentro del Parque tardó muchos años en solucionarse y, mientras esto no ocurría, el ganado producía grandes alteraciones en el ambiente, e incluso se convirtió en hacienda chúcara en la soledad del monte.
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