Problemas de Conservación
Uno de los principales problemas de conservación que tiene el parque –y no fácil de resolver, por cierto- es su aislamiento de otras zonas agrestes con vegetación y fauna nativas. Carece de una zona de amortiguación (buffer) que reduzca el impacto de las actividades antrópicas que se desarrollan en los alrededores. Para los vertebrados no voladores prácticamente no existe posibilidad de comunicación con otras poblaciones de sus mismas especies.
Las especies exóticas, tanto vegetales (ligustro, pyracanthus, sorgo de alepo, acacia negra y paraíso principalmente) como animales (ciervo axis, jabalí, liebre y antílope), sin ningún lugar a dudas están alterando paulatinamente el ambiente. En cuanto al paraíso, se han intentado distintas formas de erradicación, incluido el fuego, pero su avance parece inexorable. Invade tanto el palmar como la zona de monte semixerófilo.
Uno de los daños que ocasiona el jabalí es su predación sobre los huevos de ñandú y sobre los renovales de yatay. Otro tipo de daños no fueron evaluados suficientemente, como tampoco lo fueron los perjuicios que ocasionan los ciervos axis y el antílope.
Se carece de infraestructura vehicular para realizar controles adecuados en zonas de difícil transitabilidad; un vehículo todo terreno facilitaría dicha tarea. También se carece de un buen control de acceso al Parque a través del río Uruguay.
Con respecto a los visitantes, en los “picos” de temporada las instalaciones de acampe existentes resultan insuficientes. No obstante, existe la alternativa de buscar alojamiento en campamentos vecinos al parque, dado que una ampliación del camping implicaría una mayor carga antrópica. Tampoco se han establecido lugares específicos para hacer pic-nic, dejando la elección a criterio del visitante.
El fuego, que en definitiva es un elemento abiótico del ecosistema que suele producirse en forma espontánea, aún no se utiliza en forma efectiva para el control de arbustales como la chilca y para el caso del paraíso u otros usos, como recomiendan los expertos, incluso del exterior, que visitaron el área.
Los fuegos por acciones del hombre casi siempre comenzaron cerca de los caminos vehiculares, principalmente el de acceso y la ruta Nº 14, lo que estaría indicando la necesidad de controlar estos sitios en los momentos de mayor afluencia de público.
Lo expresado precedentemente señala los problemas principales o más acuciantes, lo que no descarta la existencia de otros inconvenientes, fundamentalmente los vinculados con estudios biológicos profundos sobre las especies que escasean, las exóticas y las que tengan un valor especial o sean problemáticas por alguna causa, como es el caso de la cotorra común, cuya población aumenta a la par de la queja de los propietarios de las explotaciones agropecuarias circundantes.
Por último, cabría analizar si la erradicación del ganado vacuno y equino, sin remplazarlo por el ciervo de las pampas, pudo haber sido una medida apresurada.
Investigación
y Textos:
Gabriel Omar Rodríguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
Chebez
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