Salto Encantado

Reserva Provincial - Msiones
 

Relieve

El Parque analizado está dentro del distrito, más abajo descrito, denominado “Franja longitudinal central o de las sierras centrales”, sobre las laderas  occidentales de las Sierras de Misiones, que en este lugar alcanzan alturas de 496 metros en la zona este del área. El terreno escarpado desciende hacia el cauce del arroyo Cuñá-Pirú,  cuyo curso superior ha formado un profundo cañadón con acantilados que llegan a tener paredones verticales de hasta 95 metros de altura (Rolón y Chebez, 1998). A lo largo del valle del mencionado arroyo  existe otra área natural protegida contigua  al Parque Provincial Salto Encantado.  

El relieve de la provincia de Misiones podría considerarse como una  transición entre la morfología mesetaria del Brasil y las planicies que comienzan en el extremo sur del territorio o sea, la  región chaqueña. En su estructura  Misiones forma el reborde meridional del macizo de Brasilia, el cual está formado por varias capas de basalto de diferente edad con inserciones areniscas cuarzosas, es decir rocas sedimentarias formadas por la unión de granos de cuarzo y otros minerales consolidados, que, muy erosionado toma la forma de serranías conocidas con los nombres de sierras de Santa Victoria, Misiones e Imán.

Las mencionadas estribaciones carecen de los caracteres que identifican a esas formaciones orográficas  por lo que no correspondería la denominación de sierras, sino que son  propias formaciones del macizo del Brasil que adoptan dorsos y mesetas tabuliformes que le dan esa apariencia. Estas elevaciones actúan como si fueran una columna vertebral del territorio provincial al  que recorren  en gran parte de su longitud en dirección sudoeste-noreste y alcanzan alturas que promedian entre los 700 y 800 metros sobre el nivel del mar. Las primeras estribaciones comienzan en el sur con las sierras de Imán, con una longitud cercana a los 50 kilómetros, al sudoeste  se presenta la sierra de los Apóstoles que se continúa con la de San José que apenas alcanza los 300 metros de altura. La sierra de Misiones, de unos 180 kilómetros de longitud, continúa a la de Imán, cumpliendo la función de divisorias de aguas entre  los afluentes de los ríos Uruguay y Paraná. Desde la localidad de Bernardo de Irigoyen  hacia el noroeste se extiende la sierra de la Victoria, de unos 70 kilómetros de largo, ubicada entre las cuencas del arroyo Urugua-í y del río Iguazú. En forma paralela y más al sur de la Sierra de la Victoria se encuentra la pequeña serranía denominada Sierra Morena.  Con la mención de esta última elevación se hizo referencia a las principales estribaciones que presenta el relieve de la provincia de Misiones, aunque hay otras serranías que por su poca significación no se comentan. Por las características de la región subtropical que nos ocupa, estas elevaciones están cubiertas mayormente por densa vegetación. Se destacan por su altura los cerros Barracón (835 m.), San Antonio (628m.),Costa , próximo a la frontera con Brasil de 780 metros, Bonito (708m.), Bella Vista (543m.), Melena (518m.) y muchos otros de alturas menores.

Las temperaturas constantemente elevadas y las abundantes precipitaciones han contribuido a la modelación de este paisaje a través de distintos ciclos erosivos, de donde surgieron una  una gran cantidad de valles labrados por una abundante red de cursos de agua. Estos ríos y arroyos generalmente muy encajonados en sus nacientes, forman saltos y cascadas mientras descienden por los múltiples escalones derivados de la presencia  de sucesivos mantos de basalto. A medida que pierden altura hacia sus grandes colectores forman amplios valles. Refiriéndonos a los suelos se distinguen al menos nueve clases de distintas texturas generando un mosaico de tonalidades que van desde los rojos intensos a los rosados suaves según la posición topográfica y el grado de alteración de las rocas que los integran. En las zonas tropicales es común que se forme un suelo producto de la alteración de distintos tipos de rocas ricas en óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio, con pequeña porción de sílice, que se denomina laterita y es el material que integra la mayor parte de la tierra misionera. Más del 90 por ciento del territorio está cubierto por capas continuas y gruesas de meláfido de la formación de Serra Geral (Margalot, 1975). Podemos señalar de acuerdo a lo indicado por  José Margalot (1975) en su trabajo sobre la geografía de Misiones, cinco regiones morfológicas que brindan un panorama más detallado del relieve de la Provincia. Ellas son:  

1) La Peniplanicie o penillanura del Sur o de los Apóstoles,  es una vasta zona de parte austral que en forma más o menos aproximada podría situarse desde Oberá hasta el límite con Corrientes. Es una superficie llana con muy pocas alturas que ha sufrido grandes erosiones, cuya poca elevación también incluye a las barrancas de los dos grandes ríos que la circundan y sólo en forma aislada hay pequeñas elevaciones y selvas. Estas sólo se manifiestan a través de los llamados localmente “capones”, es decir, isletas de montes selváticos aislados. El suelo no presenta la característica típica de gran parte de la provincia en cuanto a ser humoso y oscuro y también la erosión transformó los meláfidos en lateritas. Los cursos de agua presentan abundantes meandros. Estas características morfológicas propiciaron el asentamiento humano y allí se instalaron antiguamente los jesuitas y luego las primeras colonias agrícolas.

2) La franja costera del Paraná o planicie ondulada , que se extiende desde la localidad de Santa Ana hacia el norte bordeando en una lonja de unos 20 kilómetros de ancho al este del gran Río, presenta un relieve caracterizado por tener colinas y  ondulaciones que han sido modeladas por los afluentes. Hay extensos espacios de zonas llanas que discurren entre los afluentes y este relieve va cambiando de fisonomía cuando se avanza hacia el centro de la Provincia donde comienzan las estribaciones serranas. El Paraná en gran parte de su recorrido presenta paredes abruptas, rocosas y su cauce es profundo.

3) La franja costera del río Uruguay tiene características muy peculiares por la gran cantidad de meandros que presenta el cauce, algunos semicirculares, o más cerrados aún, a lo que se agrega grandes barrancas. Las colinas se extienden sin una orientación determinada y sus laderas caen a los valles de formas  redondeadas.

4) La franja de las sierras centrales que está rodeada por las dos últimas regiones y ocupada por los cordones serranos aludidos precedentemente, se extiende en sentido sudoeste- noreste con los nombres de Sierras de Imán y de Misiones, y otro en el extremo norte que corre en sentido noroeste- sudeste. Como ya se comentara los especialistas no aceptan la condición de sierras , en el sentido orográfico de la palabra, y definen al proceso orogénico como un largo desgaste bilateral del antiguo altiplano, por los afluentes del Paraná  y el  Uruguay a lo largo de dos o más ciclos erosivos, por cambio del nivel de base o por las condiciones climáticas. En un primer ciclo es probable que se haya llegado a formar una superficie aplanada, y en ciclos posteriores, por el levantamiento regional, los colectores ahondan su curso, encajonando sus meandros y comenzó un descenso general del nivel. Las serranías de la cuenca del Paraná tienen una pendiente abrupta y corta, con algunas partes donde las elevaciones llegan hasta la propia costa del río. En esta zona las selvas sobre las laderas se conservan en estado más o menos prístino. La pendiente del Uruguay sólo se diferencia en que la longitud del declive del terreno es mayor y con descenso casi escalonado. 5)    La altiplanicie de San Pedro.  Aproximadamente se refiere al sector ubicado al este de la Sierra de la Victoria y al noreste de la localidad de San Pedro que presenta un relieve ligeramente ondulado en discordancia con la red fluvial. Es la parte donde la antigua altiplanicie se presenta más coherente con laderas de mucha pendiente donde hay afloramiento de meláfiros en los valles de la red fluvial y los suelos sufren importante erosión.

En el siguiente cuadro se muestra en forma muy sintética  el origen y la evolución del relieve misionero durante el transcurso de las eras geológicas:

 ERA
  PROCESOS
  RESULTADOS
Precámbrica
Sedimentación e intrusiones magmáticas Formación del basamento por cratonización  
Paleozoica Sedimentación. Acumulación de sedimentos marinos y continentales.
Mesozoica Sedimentación y vulcanismo. Formación de bancos de arenisca roja y grandes masas de basalto cubren casi toda el área.
Cenozoica Plegamiento Andino y procesos erosivo Fracturación y ascenso del terreno. Se altera la cubierta de basalto y se forman los suelos rojos lateríticos. Los ríos erosionan la meseta y le dan la fisonomía actual.

 

 

 

 

 

 

Investigación y Textos: Gabriel O. Rodriguez


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