Hidrografía
En el límite este del Parque Provincial Salto Encantado, el
arroyo Cuñá-Pirú, forma un gran salto de 52 metros de altura que le da el
nombre al Parque. Este curso de agua forma en su trayecto otros saltos como el
denominado “La Olla”, a un kilómetro y medio del Salto Encantado,18/08/04 16:33 y desemboca en el Paraná. Hay
varios cursos de agua menores en el área protegida estudiada que forman pequeñas
cascadas.
El territorio de Misiones está profusamente surcado por
cursos de agua de distinto rango y a la vez lo circundan por los cuatro puntos cardinales importantes ríos.
Estos son : el Paraná en todo su límite noroeste que la separa de la República
del Paraguay; en el norte el río Iguazú que se constituye en el límite con el
Brasil; en el límite ubicado en el sureste está el río Uruguay
que también se encarga de separarla de Brasil hasta los Saltos de Moconá, lugar
a partir del cual continúan como divisorias internacionales las aguas de los ríos
Pepirí Guazú y San Antonio en la
parte este -dejando un sector de frontera seca-; por último, en parte por los
arroyos Itaembé y Chimiray la
separan de la provincia de Corrientes. Las aguas están claramente divididas por
el sistema serrano que permite el escurrimiento por sus laderas de las copiosas
precipitaciones. Muy encajonados en las nacientes, ríos y arroyos forman saltos
y cascadas al salvar los escalones que presenta el relieve para llegar a su
colector. En el extremo noreste de
la Sierra de Misiones, en las cercanías de la localidad de Bernardo de
Irigoyen, se encuentran las mayores alturas de las estribaciones por lo que el
lugar se constituye en un gran centro dispersor de aguas. Allí nacen afluentes
importantes del Iguazú como
el San Antonio, el arroyo Uruguaí o Grande que desagua
en el Paraná a través del Embalse Uruguaí, el Piray Miní y el Piray Guazú que también son tributarios del Paraná, el Yabotí Miní, el Pepirí Guazú y el Yabotí Guazú, todos fluyen en el Uruguay.
El Paraná es el
más importante de los grandes ríos que bordean a la provincia de Misiones e
incluso está entre los más extensos del mundo. Forma una subcuenca de 1.510.000
km2 y posee 3740
km. de longitud (incluyendo el tramo del Paranaiba). Para su estudio se lo
divide en tres tramos con caracteres distintos. El primero se denomina el Alto
Paraná, también llamado Paraná brasileño o mesetario, goza de un clima tropical
con precipitaciones concentradas en los meses de verano, que establecen el régimen
del río hasta su desagüe en el Plata, con predominio de caudales de verano-otoño.
Las lluvias de la alta cuenca, que se producen de diciembre a abril, con un máximo
en febrero, derraman los mayores montos en las nacientes del río Tieté, en la
Serra do Mar, donde superan los 4.000mm. anuales. El Alto Paraná, que se
extiende desde su naciente hasta la confluencia con el río Paraguay, discurre
por un lecho tortuoso y de ancho variable (Iglesias de Cuello, A. 1982). Los
principales afluentes que recibe en territorio misionero son el Iguazú, el
Mbotaby, el Yazú, el Urugua-í (
también llamado Marambas o Grande) con una longitud cercana a los 100 kilómetros
– una cantidad de esa extensión fue ocupada por el lago que formó la
represa del mismo nombre-, teniendo a su vez como afluentes al Sarita, al
arroyo de las Cabeceras, al Uruzú y otros más. Otros afluentes del Paraná
siguiendo el rumbo norte-sur son el arroyo Bonito, el Tupicuá, el Aguaray Guazú,
el Aguaray Miní, el Yacutinga, el Santa Elena, el Apereá y el Piray Guazú de
caudal algo más importante que los precedentes, el Bonito, el Guaraguatay, el
Itacuruzú, el Paranay Guazú y varios más. En la parte sur de su paso por
Misiones el Paraná recibe otros afluentes entre los que se encuentran el
Yabebiry, el arroyo el Liso, el Tacuaruzú, el Pindapoy Grande, el arroyo Zaimán,
el Carpincho y el Itaembé que constituye el límite con la provincia de
Corrientes, entre varios cursos más. Otro río muy importante para la provincia es el Iguazú, que en lengua guaraní
significa “Agua grande”. Su cuenca está limitada por la
Serra do Mar al este y sudeste y Da Fortuna al sur. En el estado brasileño de
Paraná, donde nace el Iguazú, hay una altura de 1300m. sobre el nivel del mar y
desciende gradualmente hasta alcanzar tan sólo 100m. sobre el nivel del mar en
su confluencia con el Alto Paraná. Tiene una longitud de 1320 kilómetros, de
los cuales 1205 corren en territorio brasileño, y a lo largo de su recorrido
presenta una serie de saltos (la mayoría se convirtieron en represas), entre
los que se destacan el Caixas, el de Santiago, el de Osorio y el más grande y
espectacular es el de las Cataratas del Iguazú con caídas de hasta 80m. de
altura, a tan sólo 23 kilómetros antes de su desembocadura en el Paraná.
La superficie de la cuenca del río Iguazú tiene forma de
hoja lanceolada y una extensión de 62.000 km2, lo que nos da una
idea de la importancia hidrográfica que tiene. Recibe una cantidad muy grande de afluentes, siendo los
arroyos Bacacher y Baringüí los que le dan origen y los ríos Chopim y San Antonio son los que forman el límite
natural con la hermana República del Brasil.
En lo que respecta al régimen del río Iguazú diremos que sus
aguas provienen de las lluvias que caen en su cuenca imbrífera (espacio
delimitado por la unión de todas las cabeceras que forman el río principal).
Gran parte de las precipitaciones se infiltran a través de las múltiples
fisuras que seccionan los
planaltos y vuelven a aparecer a niveles más bajos en vertientes que surgen
abundantemente.
El río tiene en general un curso meandroso y se encaja en el
suelo rocoso de origen volcánico (basalto) produciéndo un abra en las Sierra de la Victoria y se
encierra en la misma, produciendo dos cuchillas con la ruptura de la mencionada
sierra y en el lecho correderas y rápidos, es decir tramos donde la velocidad
de la corriente se acelera por un cambio de pendiente y por la obstrucción que
produce la presencia de rocas.
Luego aparecen en el río una serie de salientes y
estrechamientos que se alternan hacia arriba y hacia abajo de cada corredera
dando origen a cañones en el basalto. Cuando los afluentes no han podido
adquirir el mismo ritmo del Iguazú, y este toma un nuevo curso longitudinal, en
su curso inferior presenta un gran desnivel que provoca numerosas rupturas de
pendiente y niveles que seccionan en trechos al curso del río principal
formando las cataratas, consideradas por su extensión las más grandes del
mundo. Estas impresionantes caídas
de agua forman un arco asimétrico con mayor desarrollo del lado Argentino. Un
proceso geológico, definido como un rejuvenecimiento de un fenómeno de erosión
retrocedente, provocó un cañadón llamado “Garganta del Diablo” cuyo fondo es
una pared de basalto de 60 a 70m. de altura. La longitud de la línea de los
saltos alcanza los 2700m. de los cuales 600 corresponden a Brasil. Una vez
terminados los saltos, el río
Iguazú estrecha su cauce y corre entre paredones de unos 50m. de altura y el
ancho oscila entre 30 y 50m.
Otro de los grandes ríos mencionados, el Uruguay, posee una
cuenca imbrífera que alcanza los 440.000 km2 de los cuales más de
70.000 pertenecen al territorio argentino y la longitud llega a los 1612 km.,
transportando un volumen medio de unos 4.700 m3 por segundo. Su
nombre deriva de la lengua guaraní y significa río de los pájaros ( aunque hay
otras interpretaciones). Nace en el Brasil en las Sierras Do Mar y Geral a
menos de 100 km. del Atlántico y junto al río Paraná, en su desembocadura,
forman el Río de La Plata. Enseguida de ingresar al territorio argentino, en la
provincia de Misiones, forma los famosos Saltos de Moconá y muchos arroyos que parten de las
sierras de Misiones y del Imán vierten sus aguas, aumentando así su caudal.
El río tiene un caudal máximo, generalmente en el mes de
octubre, que llega a los 2.500m3 por segundo y un mínimo de 1.320 m3/seg.
en el mes de abril. Los principales afluentes del río Uruguay en el territorio
de la provincia de Misione son: el Pepirí Guazú de 170 kilómetors de longitud,
otro de importancia es el arroyo Yabotí; el Tejas; el Paraíso o Ipané; el
Chafariz, formado por la confluencia del Chafariz Chico y el Grande; el
Tararira o arroyo de los Muertos; el Dorado; el Saltiño, sobre el que se hecho
una presa; el Arazá Miní; el arroyo Ramón o Selva Quemada; el Segredo; el Chico
Alférez y muchod más hasta llegar al arroyo Chimiray que en parte conforma el límite
con Corrientes.
Investigación
y Textos:
Gabriel O. Rodriguez
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