Garza blanca

Egretta alba
 


Garza Blanca
Egretta alba

Clasificación:
Clase: Aves
Orden: Ardeiformes
Familia: Ardeidae
Se omiten los taxa con rango de sub o supercategorías.Género: Egretta.
Nombre científico: Egretta alba.
También hay autores que utilizan como nombre Casmerodius albus y para el género algunos optan por la denominación Ardea.

Estatus nacional: no reviste grado de amenaza.

Otros nombres comunes: garza blanca grande, garza blanca, garza real, garceta grande, garzón, garcilote, pajaro blanco, garza blanca grande, garza mayor, haukap (toba), lagaraicoc (mocobí), traiwe(mapuche), wakar (quichua), uraratí y hocó (guaraní). Great Egret (en inglés).

Caracteres externos
El grupo de las garzas está integrado por especies muy esbeltas, generalmente con vistosos colores y tamaños muy variados. Todas frecuentan humedales de distinto tipo, siempre en orillas o aguas someras, pero también habitan otros espacios no acuáticos. Tiene en común, habitualmente, tener un pico largo, afilado, patas también largas con dedos no palmados, ser muy gregarias por lo que forman grandes colonias. Su vuelo se caracteriza por ser lento y lo realizan con el cuello recogido.La familia Ardeidae posee unas 60 especies de las cuales 15 se ubican en el ámbito del territorio argentino.

La garza blanca, como la mayoría de los integrantes de la familia a la que pertenece es esbelta y “elegante”, luciendo un largo cuello que, en general, mantiene replegado en forma de "S". El plumaje es enteramente blanco, suave y abundante, exhibiendo en época nupcial las codiciadas aigrettes, que salen del dorso y pecho (Narosky, 2003) y que casi provocaron su extinción. El pico es largo, aguzado, de color amarillo y punzante como para ensartar fácilmente a un pez y su iris es amarillo claro. Es la segunda en tamaño de las garzas que se observan en territorio argentino – la supera la garza mora (Ardea cocoi)- y el grupo está formado por otras especies que localmente denominamos hocóes, mirasoles y chiflones. Las patas son de color negrusco y es muy característico del grupo, como ya se dijo, volar con el cuello recogido. Las nombradas egretas o plumas nupciales, fueron muy buscadas a fines del siglo XIX, por ponerse de moda su uso en los sombreros femeninos (Canevari y Narosky, 1995) y las poblaciones de esta garza – y también de otras- sufrieron una sensible merma.Parada mide unos 65 cm. y en vuelo 80 cm. (Nores e Izurieta, 1980). No posee dimorfismo sexual.

Comportamiento
Es de hábitos gregarios y forma grupos numerosos. Incluso, cuando nidifica, puede hacerlo junto a otras especies de garzas.

Su actividad la desarrolla durante el día y al anochecer le gusta reunirse en grandes grupos y ocupar las copas de los árboles altos, donde descansa, aunque también puede hacerlo sobre el suelo, en algún terreno húmedo o anegadizo. Invierte la mayor parte de su tiempo en procurarse alimento, que en los humedales es siempre abundante. El estudio pormenorizado de sus dienta se dificulta porque sus poderoso jugos gástricos producen una rápida gelatinización y asimilación de los restos que pueden aportar datos como huesos pequeños y escamas (Rodríguez de la Fuente, 1982). En casi todos los ardeidos la glándula uropigial posee poca actividad, por los que no pueden untar y limpiar el plumaje con el sebo que ésta produce. Como compensación, la evolución a desarrollado otro sistema eficaz por igual: se trata de unas plumas especiales enraizadas entres partes del cuerpo – pecho y flancos- que se pulverizan con el frotamiento y segregan una especie de “talco” que le permite impermeabilizar su plumaje y limpiarlo.

Para alimentarse merodea los cursos de agua, mayormente lagunas, bañados y campos inundados, sigilosa recorre las aguas someras y su mirada fija no deja un instante de observar el agua y por momentos detiene su marcha, en clara preparación para el ataque. Repentinamente lanza el picotazo mortal y con movimientos del cuello y pico, realizados con gran destreza, acomoda y engulle su captura. Sus presas preferidas son insectos, peces, ranas y algunos invertebrados que habitan el agua. Si bien la alimentación fundamental de la garza proviene del medio acuático, también incursiona en tierra firme en busca de insectos, pequeños reptiles y roedores.

Para su reproducción, realizan ambos sexos, despliegues llamativos y selección de territorio. El ritual comprende dos momentos principales: el estiramiento, probablemente exclusivo del macho, que sirve para atraer a otras aves de la misma especie, y el chasquido, que, según algunos autores, estaría vinculado con la defensa del territorio.

Nidifica en colonias – entre octubre y diciembre- , preferentemente sobre juncales, a veces también en árboles y, muy comúnmente, se asocia también para este evento a otras especies de la familia. Su nido consiste en una plataforma de palitos y trozos de juncos de unos 40 a 50 cm. de diámetro y 8 a 15 de alto (De la Peña, 1984). La puesta se realiza una sola vez al año, en los primeros días de octubre, y ambos padres intervienen en la incubación, que se extiende durante algo más de tres semanas.

Pone tres huevos de color celeste verdoso que miden aproximadamente 52,5- 61,5 x 39,5 – 42 mm (De la Peña, 1984). Los pichones nacen desprotegidos, con sólo el plumón pegado al cuerpo, extremadamente frágiles y necesitarán durante largo tiempo del cuidado de los padres. Hacia la cuarta semana, los polluelos ya están en condiciones de valerse por sí mismos. Los juveniles son similares a los adultos en plumaje de reposo sexual.

Hábitat
La garza blanca ocupa ambientes siempre relacionados con el agua: esteros, lagunas, ríos y zonas pantanosas o anegadizas, preferentemente con vegetación. Al igual que las otras especies de la familia, presenta adaptaciones para la vida acuática, como el alargamiento de las patas, gracias a lo cual puede vadear aguas relativamente profundas. Forma bandadas numerosas y ocasionalmente, ante amenazas por ejemplo, imite un sonido muy particular.

Distribución en la Argentina
La distribución de la garza blanca es muy amplia, prácticamente se extiende por todo el territorio, con menos dispersión en el extremo de la Patagonia, aunque también puede observársela en Tierra del Fuego e Islas Malvinas; exceptuando las zonas cordilleranas de altura. Se la ubica en 18 Parques Nacionales de la Argentina (Chebez et. al, 1998).

Es cosmopolita y en América - región Neotropical- se la encuentra desde el sur de los Estados Unidos hasta Argentina y Chile. También habita en las islas Galápagos, Margarita, Antillas Holandesas y Trinidad Tobago.

Situación de sus poblaciones
Como se comentara precedentemente, es una especie que no presenta ningún grado de amenaza y sus poblaciones son abundantes en todo el ámbito de su distribución, mostrando una mayor abundancia en la región del noreste argentino.

Veamos de la pluma magistral de Guillermo E. Hudson la descripción de un avistaje de una colonia de garzas blancas, que dejó reflejado en su libro “Aves del Plata”: “ en noviembre de 1873, encontré una gran colonia de Ardea egretta (hoy Egretta alba o Casmerodius albus), en el corazón de un pantano solitario. Los juncos eran espesos, pero habían sido volteados por las aves en una zona de unos cincuenta metros de diámetro. Era, por cierto, uno de los espectáculos ornitológicos más hermosos que yo haya visto; todo a mi alrededor era una mezcolanza de oscuros juncos verdes elevándose sobre mi cabeza mientras yo iba a caballo; la nube de graciosas aves blancas como la nieve posadas por todas partes o reflejadas en el agua mientras revoloteaban arriba de mí; y cientos de huevos azules expuestos a la brillante luz solar”.

Investigación periodística: Gabriel Omar Rodriguez

Bibliografía consultada
Canevari, P. y T. Narosky. 1995. Cien Aves Argentinas. Editorial Albatros. Buenos Aires.

Chebez, J.C., Rey, N., Barbaskas, M. Y A. Di Giácomo. 1998, Las Aves de los Parques Nacionales de la Argentina. L.O.L.A. Buenos Aires.

De la Peña. M. 1984. Guía de aves argentinas. Tomo I. Facultad de Agronomía y Veterinaria de Esperanza. Universidad Nacional del Litoral. Santa Fe.

Centro Editor de América Latina. 1984. Fauna Argentina. Fascículo n° 4. Buenos Aires.

Narosky, T. y D. Izurieta. 2003. Guía para la identificación de las aves de Argentina y Uruguay. Vázquez Manzini Editores. Buenos Aires.

Nores, M. y D. Izurieta. 1980. Aves de ambientes acuáticos de Córdoba y Centro de Argentina. Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería de Córdoba. Dirección de Caza, Pesca y Actividades Acuáticas y Academia Nacional de Ciencias de Córdoba.

Olrog, C.Ch. 1968. Las Aves Sudamericanas. Una Guía de Campo. Tomo Primero. Universidad Nacional de Tucumán. Fundación Miguel Lillo. S.M. del Tucumán.

Rodríguez de la Fuente, F. 1982. La aventura de la vida. Tomo 6. Editado por Hyspamérica y Ediciones Urbión. Madrid.


Copyright © Patrimonionatural.com
Prohibida su reproducción por cualquier medio para fines comerciales, sin la autorización expresa del editor.
Las fotografías son propiedad de sus autores. Prohibida su reproducción por cualquier medio sin autorización expresa de los mismos.