EDICION
PROVISORIA
- EN PROCESO
DE DIAGRAMACION
Reserva
Universitaria
Escuela
Granja
de Esperanza
Provincia
de Santa
Fe
Categoría
El área
protegida
reviste
la categoría
de “Reserva
de Recursos”
asignada
por el
Gobierno
de la
Provincia
de Santa
Fe. En
este rango
se incluyen
aquellas
áreas
cuyas
objetivos
de conservación
y planes
de manejo
aún
no han
sido determinados
y, generalmente,
son espacios
con recursos
naturales
que merecen
ser preservados
pero tienen
la característica
de ser
zonas
poco accesibles
y, por
ende,
escasamente
pobladas,
en las
que resulta
difícil
evaluar
el impacto
que sufrirían
si se
las transforma
en zonas
de cultivo
o explotación
ganadera.
El caso
particular
de la
Reserva
que tratamos
tiene
la particularidad
de ser
la única
unidad
de conservación
de la
Provincia
que depende
de La
Universidad
Nacional
del Litoral
ˆ
por lo
que su
dominio
es del
Estado
Nacional
ˆ
la que
lo utilizada
para fines
didácticos
y para
la investigación,
debiendo
privilegiar
siempre
la conservación.
Ubicación
Se sitúa
en el
centro-este
de la
provincia,
en jurisdicción
del Departamento
Las Colonias,
a 45 kilómetros
al noroeste
de Santa
Fe de
la Vera
Cruz y
a 5 de
la ciudad
de Esperanza.
Sus coordenadas
son 31†
20‚
S. y 60†
40‚
O.
Superficie
La Reserva
cuenta
con 33
hectáreas.
Fecha
e instrumento
legal
de creación
El 11
de septiembre
de 1979
por la
Resolución
N† 058/79
de la
Escuela
de Agricultura,
Ganadería
y Granja
de Esperanza,
dependiente
de la
Universidad
Nacional
del Litoral,
se declaran
zona de
reserva
33 hectáreas
que posee
dicho
establecimiento
educativo.
Posteriormente,
el 24
de octubre
de 1980,
otra Resolución,
esta vez
emanada
de la
Universidad
Nacional
del Litoral
con el
N† C.S.
353/80,
refrenda
la anterior
disposición,
y la unidad
de conservación
pasa a
integrar
el Sistema
Provincial
de Áreas
Naturales
Protegidas.
Relieve
En la
provincia
de Santa
Fe se
diferencian
claramente
dos regiones:
el chaco
santafesino
que se
sitúa
desde
el extremo
norte
hasta
algo menos
de la
mitad
del territorio
provincial
en su
extensión
de norte
a sur.
Al este
de la
llanura
chaqueña,
en una
ancha
franja
que bordea
al Paraná
por muchos
kilómetros,
se formó
un gran
valle
aluvial
que presenta
una notable
variedad
de ambientes
húmedos,
con cursos
de agua
lóticos
y lénticos
como riachos,
bañados,
esteros,
lagunas,
madrejones,
albardones
que bordean
los espejos
de agua,
pastizales,
pajonales,
selvas
en galería,
bosques
de sauces
y palmares,
entre
otros.
A continuación
de esta
región
hasta
el límite
sur se
denomina
región
pampeana
cuya característica
principal
es la
de ser
una gran
planicie
carente
de relieve
como para
establecer
zonas
diferenciadas
morfológicamente.
En la
parte
norte
de esta
región,
sobre
las márgenes
del río
Salado,
se ubica
la Reserva
Universitaria
Escuela
Granja
de Esperanza.
Esta vasta
planicie
de acumulación
está
constituida
preponderantemente
por terrenos
cuaternarios.
Los afloramientos
de rocas
terciarias
o más
antiguas
son muy
escasos.
En cambio,
en el
subsuelo
pampeano
este tipo
de rocas
son abundantes
y en algunas
partes
llegan
a constituir
varios
cientos
de metros
de espesor
(Leanza,
A, 1958).El
basamento
cristalino
del subsuelo
está
fracturado
en bloques
y forma
una dilatada
fosa tectónica
cuyo pilar
oeste,
algo más
elevado,
coincide
con las
Sierras
Pampeanas,
mientras
que el
oriental,
más
bajo,
se sitúa
en territorio
uruguayo,
isla Martín
García
y en el
sistema
de Tandilia,
provincia
de Buenos
Aires.
En la
región
pampeana
el subsuelo
muestra
que hay
elementos
tectónicos
que serían
como „sierras
sumergidas‰,
conformados
por bloques
de basamento
diferencialmente
hundidos.
Debido
a la intensa
erosión
que sufrió
la Pampasia
durante
el Mesozoico
y el Terciario
antiguo,
en el
basamento
se encuentran
escasas
formaciones
preterciarias.
La región
de la
llanuras
pampeanas,
con su
parte
norte
"centro
del territorio
santafesino"
que algunos
autores
denominan
Pampa
Llana
del Centro,
muy plana,
también
sufrió
efectos
del movimiento
andino
al formarse
la Pampa
Ondulada,
al sur
de la
anterior,
que presenta
una pronunciada
barranca
que en
algunos
sectores
alcanza
los 20
metros
de altura
frente
al Paraná
y un desnivel,
llamado
Borde
de los
Altos
o Pampa
Deprimida,
en el
sector
sudoeste
generado
por los
bloques
hundidos
de la
naciente
del río
Salado
del Sur.
En esta
parte
de la
Provincia
de Santa
Fe hay
un sector
más
deprimido
que se
caracteriza
por tener
un drenaje
indefinido
donde
se forman
lagunas
y bañados.
El relieve
homogéneo
con variaciones
topográficas
menores,
del orden
de la
decena
de metros,
producen
situaciones
diferenciales
que condicionan
los tipos
de suelo
y la presencia
o ausencia
de especies
bióticas
silvestres
(Mosso,
E y D.
del Barco,
1994)
Hidrografía
El principal
cauce
de agua
que posee
la provincia
de Santa
Fe es
el río
Paraná
que forma
una subcuenca
de 1.510.000
de km2–
y esta
entre
los más
extensos
del mundo
con sus
3740 km.
de longitud,
incluyendo
el tramo
del Paranaiba.
Para su
estudio
se lo
divide
en tres
tramos
con caracteres
distintos.
El primero,
que se
denomina
Alto Paraná
- también
llamado
Paraná
brasileño
o mesetario-
goza de
un clima
tropical
con precipitaciones
concentradas
en los
meses
de verano,
que establecen
el régimen
del río
hasta
su desagüe
en el
Plata,
con predominio
de caudales
importantes
en verano-otoño.
Las lluvias
de la
alta cuenca,
que se
producen
de diciembre
a abril,
con un
máximo
en febrero,
derraman
los mayores
montos
en las
nacientes
del río
Tieté,
en la
Serra
do Mar,
donde
superan
los 4.000mm.
anuales.
El Alto
Paraná,
que se
extiende
desde
su naciente
hasta
las cercanías
de Posadas,
discurre
por un
lecho
tortuoso
y de ancho
variable
(Iglesias
de Cuello,
A. 1982).
Hasta
Diamante
se extiende
el Paraná
Medio
a lo largo
de aproximadamente
600 km,
salpicado
de islas
de origen
fluvial.
Con diferencias
estructurales
en ambas
márgenes,
el valle
es más
estrecho
que aguas
abajo
y, por
ende,
está
sujeto
con mayor
intensidad
a los
efectos
de las
crecientes
que invaden
islas
y terrazas
fluviales.
La profusión
de islas
de carácter
deltaico
implantadas
en el
lecho
del río,
impulsa
la formación
de riachos
laterales
denominados
"saladillos"
que acompañan
al curso
principal.
Al norte
de la
ciudad
de Santa
Fe se
localiza
una importante
cuenca
lacustre
compuesta
por las
lagunas
San Pedro,
Leyes
y Setúbal.
El principal
afluente
en este
tramo
medio
es el
río
Salado
del Norte
(Juramento-Salado)
de una
longitud
de 1500
km. y
una cuenca
de 247.000
km2, pero
por las
condiciones
del relieve
llega
a su desembocadura
con el
caudal
disminuido.
El segundo
afluente
más
importante
es el
Carcarañá,
formado
por lo
ríos
Tercero
y Cuarto
al sur
de la
provincia
de Santa
Fe. Desde
este extremo
se desarrolla
en forma
más
o menos
paralela
al Paraná,
el cauce
del río
San Javier
que, junto
con otros
como el
Paraná
Miní,
el Amores
y una
gran cantidad
de pequeñas
lagunas,
entre
las que
se destacan
Ñatiú
y la del
Medio,
forman
un gran
humedal
que dio
lugar
a que
se declarara
la zona
Sitio
Ramsar.
El Bajo
Paraná
o Déltico
se caracteriza
por tener
escasa
pendiente,
la orilla
izquierda
(este)
es elevada
y no la
afectan
las inundaciones
y la derecha
(oeste),
hasta
aproximadamente
la localidad
santafesina
de San
Lorenzo,
es baja
e inundable.
Su curso
hacia
la desembocadura
transcurre
entre
islas
que culminan
en el
gran Delta
del Paraná.
El caudal
del río
Paraná
está
altamente
influenciado
por las
distintas
represas
que se
construyeron
en su
recorrido.
En la
región
de los
Bajos
Submeridionales
(ver ítem
Relieve)
se desarrollaron
una gran
cantidad
de lagunas
y esteros
de distintas
dimensiones,
cuya formación
se vio
favorecida
por la
dificultad
de escurrimiento
de las
aguas
que provienen
de zonas
más
altas
-como
el dorso
occidental
que enmarca
a esta
región
deprimida
y sectores
de Santiago
del Estero
y Chaco
- hacia
el cauce
del Paraná
debida
a la pequeña
elevación
que se
sitúa
al este
de los
Bajos
Submeridionales.
La salinidad
de los
suelos,
la presencia
de una
napa freática
de la
misma
característica
y las
aguas
provenientes
de Santiago
del Estero
que son
también
salinas,
hacen
que sólo
algunos
espejos
de agua
del sector
noreste
tengan
agua dulce.
Las principales
lagunas
del norte
santafecino
son La
Salada,
La Tigra,
del Aguaro,
Palo Pelado
que está
comunicada
por el
arroyo
Golondrinas
con la
Isoati,
la del
Toro,
del Cerrito,
la Loca,
Cueva
del Tigre,
del Palmar,
Calchaquí
y Del
Cristal,
entre
otras.
El río
Salado,
que bordea
la Reserva,
nace en
la Puna
con un
cauce
intermitente
hasta
que recibe
las aguas
del río
Calchaquí
y del
arroyo
Las Conchas
en territorio
santafecino,
lugar
a partir
del cual
se convierte
en un
río
con flujo
constante.
Luego
también
recibe
aguas
de gran
cantidad
de cañadas
y derrames
de zonas
inundables
lo que
sumado
a las
lluvias
estivales
y de otoño
provoca
sus temidas
crecientes
que a
veces
afectan
zonas
aledañas
a la ciudad
de Santa
Fe de
la Vera
Cruz.
Clima
La provincia
de Santa
Fe presenta
tres tipos
de clima
en su
dilato
(latitudinalmente)
territorio:
al norte
de la
isoterma
media
anual
de 20
† C -
ubicada
próxima
a la ciudad
de Reconquista
- encontramos,
en el
este un
clima
Subtropical
sin estación
seca y
en el
oeste
otro Subtropical
con estación
seca.
Al sur
de estos,
el clima
Templado
Húmedo
cubre
el resto
de la
provincia
y afecta
a la Reserva
Escuela
Granja
Esperanza.
El clima
subtropical
sin estación
seca se
caracteriza
por la
escasa
variación
térmica
anual
con veranos
cálidos
e inviernos
suaves,
precipitaciones
que llegan
a los
1.100
mm. repartidas
en forma
más
o menos
pareja
durante
todo el
año
y abundante
humedad.
Por otra
parte
el clima
subtropical
con estación
seca presenta
una marcada
disminución
de las
precipitaciones
durante
los meses
de invierno
y la cantidad
de lluvia
anual
es inferior
a los
1.000
mm., o
sea algo
menor
a la de
la clasificación
anterior.
Además
se caracteriza
por exhibir
una gran
amplitud
térmica,
que aumenta
progresivamente
hacia
el oeste
por disminución
de la
influencia
oceánica,
y mayor
frecuencia
de heladas,
rondando
los 20†
C la temperatura
media
de las
dos categorías
de clima
subtropical.
Hacia
el sur
se insinúa
el clima
templado
con la
disminución
gradual
de las
temperaturas
y de las
precipitaciones
que se
sitúan
en los
800 mm.
anuales.
Los vientos
predominantes
provienen
de los
sectores
noreste,
norte,
sur y
este,
estableciendo
su velocidad
de circulación
una media
anual
de 12
kilómetros
por hora.
El clima
de Santa
Fe está
marcado
por algunos
factores
que lo
determinan
preponderantemente,
ellos
son: su
posición
y gran
extensión
latitudinal
que ocupa
desde
los 28†
hasta
los 34
† 20'
(aprox.)
Lat. S.,
su distancia
del mar
que le
otorga
caracteres
de continentalidad
y la gran
planicie
del extenso
territorio
que permite
el libre
desplazamiento
de las
masas
de aire
que determinan
algunas
las variables
climáticas.
Flora
De las
numerosas
clasificaciones
biogeográficas
de la
Argentina,
unas de
las más
utilizadas
son las
realizadas
por Ángel
Cabrera
en los
años
1973 y
1976.
De acuerdo
al criterio
utilizado
en las
mismas
la provincia
de Santa
Fe ocupa
tres regiones
ˆ
denominadas
provincias
ˆ
que son:
la provincia
Chaqueña,
en su
tercio
septentrional,
la del
Espinal
en su
tercio
medio
y la provincia
Pampeana
en la
porción
sur. Con
la finalidad
de homogeneizar
el criterio
de clasificación
biogeográfica
del país
la Secretaría
de Recursos
Naturales
y Desarrollo
Sustentable
de la
Nación,
a través
del Programa
Institucional
Ambiental
(PRODIA)
y la Administración
de Parques
Nacionales,
en 1999
reunió
a un gran
número
de especialistas
con cuyos
aportes
Rodolfo
Burkart,
Néstor
Bárbaro,
Roberto
Sánchez
y Daniel
Gómez
elaboraron
el trabajo
titulado
Eco-Regiones
de la
Argentina.
De acuerdo
a esta
clasificación
el territorio
santafesino,
a semejanza
con la
categorización
de Cabrera,
se divide
en cinco
eco-regiones.
El tercio
superior
que señalábamos
para la
primera
clasificación
lo denominan
eco-región
del Chaco
Húmedo,
exceptuando
una angosta
franja
longitudinal
recostada
sobre
el límite
oeste
que se
clasifica
como eco-región
del Chaco
Seco.
El tercio
medio
y el meridional,
igual
que en
el trabajo
de Cabrera,
se denominan
eco-regiones
del Espinal
la primera
y Pampeana
la segunda.
La quinta
sectorización
es la
referida
a las
márgenes
del río
Paraná
hasta
su desembocadura
en el
Plata,
lugar
donde
la eco-región
Delta
e Islas
del Paraná
se ensancha,
y su fisonomía
presenta
las selvas
en galería
que acompañan
a los
cursos
de agua
que provienen
desde
Misiones
trayendo
semillas
de vegetación
de aquellas
latitudes.
Rozzatti
y Mosso
(1997),
basándose
en la
las regiones
naturales
señaladas
por Burkart
(1994),
caracterizan
en una
forma
mucho
más
detallada
los principales
biomas
de Santa
Fe, interpretando
seis zonas
claramente
diferenciadas
para cuya
interpretación
nuevamente
imaginamos
al territorio
provincial
dividido
latitudinalmente
en tercios,
de los
cuales
el austral
es menos
extenso.
En el
tercio
septentrional
se ubican
tres regiones
que de
oeste
a este
son: los
Bosques
y Arbustales
del Chaco
Semiárido
en una
angosta
franja
sobre
el extremo
occidental,
en el
departamento
9 de Julio,
donde
predominan
bosques
de quebrachos
ˆ
en sus
tres especies-
y otros
árboles
semixerófilos;
a continuación,
ocupando
un ancho
mayor,
están
los Bosques
y Esteros
del Chaco
Húmedo
que poseen
la parte
oeste
deprimida,
conocida
como los
Bajos
Submeridionales,
con poca
vegetación
arbórea
y predominio
de pastizales,
juncales
en las
zonas
anegadas
y espartillares.
En el
sector
este se
desarrolla
la Cuña
Boscosa
ˆocupa
el oeste
del departamento
Gral.
Obligado
y el este
del departamento
Vera ˆ
donde
el paisaje
muestra
bosques
con mayor
riqueza
florística
que en
el chaco
seco.
Por último
en el
este de
la porción
norte
se despliega
una angosta
franja
paralela
al río
Paraná
ˆ
llamada
Delta
e Islas
del Paraná-
que por
el sur
llega
hasta
el departamento
San Jerónimo
y está
ocupada,
principalmente,
por selvas
en galería.
En lo
que sería
el tercio
central
hay dos
regiones,
una es
la mencionada
precedentemente
que ocupa
una pequeña
lonja
bordeando
el río
Paraná
y la otra
es la
zona donde
se ubica
la Reserva
Escuela
Granja
de Esperanza
denominada
región
de Espinales
y Algarrobales
Pampeanos
, cuyo
nombre
indica
el tipo
de vegetación
más
conspicua.
La parte
que corresponde
al tercio
austral
del territorio
provincial
presenta
un área
que ocupa
el oeste
de los
departamentos
de Gral.
López
y Caseros
identificada
como Sabanas
y Pastizales
de la
Pampa
Semiárida,
donde
abundan
los pastizales
pampeanos
semiáridos
salpicados
de bosquecillos
de chañar
(Geoffroea
decorticans)
y aromo
o espinillo
en otras
regiones
(Acacia
caven).
Al este
de esta
región,
ocupando
la mayor
parte
del extremo
sur, encontramos
los Pastizales
de la
Pampa
Húmeda,
formación
florística
altamente
avasallada
por la
expansión
de las
zonas
de cultivo.
De acuerdo
a esta
división
en biorregiones
se observa
el predominio
de dos
grandes
formaciones
vegetales
totalmente
disímiles:
la región
chaqueña
por el
norte
y la pampeana
hacia
el sur
que, al
no haber
ninguna
discontinuidad
provocada
por accidentes
orográficos
se produce
una gradual
transición
entre
ambos
biomas
constituyendo
un ecotono
de amplia
extensión
en donde
está
ubicada
la reserva
prospectada.
Por esta
razón
en la
misma
se destaca
un algarrobal
con predominancia
del algarrobo
blanco
(Prosopis
alba),
en el
que han
incursionado
otras
especies
con distintas
densidades
de ejemplares
como el
chañar
(Geoffroea
decorticans),
el tala
de burro
o matorral
(Grabowskia
duplicata)
que es
común
verlo
ocupar
los llamados
peladales,
el tala
(Celtis
tala),
el curupí
(Sapium
haematospermun)
cuyo látex
blanco
es utilizado
para confeccionar
pegamento.
En el
sector
norte
se observa
una mayor
presencia
del chañar
que avanza
sobre
la pradera,
cumpliendo
el rol
de especie
colonizadora.
En una
etapa
seral
posterior
sería
probable
que este
espacio
este ocupado
por algarrobos
o quebrachos
blancos
(Aspidosperma
quebracho-
blanco).
En la
parte
este disminuyen
sensiblemente
los árboles
y abundan
las chilcas
ˆ
género
Baccharis-
lo que
es motivado
por las
frecuentes
inundaciones
que sufre
el sector
por las
crecientes
del río
Salado.
También
hay una
gran variedad
de gramíneas,
epífitas,
cactáceas
y otros
grupos
vegetales.
Si bien
la ornitofauna
es abundante
en esta
pequeña
reserva,
uno de
sus mayores
valores
lo constituye
su flora.
Según
un trabajo
elaborado
por Exner,
E . de
L. y J.P.
Pensiero
(2001)
en el
área
se identifican
326 taxones
botánicos
incluidos
en 220
géneros
y 67 familias.
De los
taxones
mencionados
294 pertenecen
a especies
nativas
y 32 naturalizados.
Fauna
La fauna
del lugar
reviste
importancia
por la
riqueza
ornitológica
fundamentalmente,
dado que
se han
censado
algo más
de 150
especies,
de las
cuales
87 anidan
en la
Reserva
(página
Web de
la Reserva)
que para
un área
de 33
hectáreas,
ubicada
en la
biorregión
del Espinal,
es una
cifra
significativa.
De la
Peña
(1996)
menciona
la presencia
de alrededor
de 100
especies
y en la
lista
de aves
que figura
en el
Anexo
IV del
trabajo
„Sistema
Provincial
de Áreas
Naturales
Protegidas
de Santa
Fe‰(
1997),
se cuentan
74 especies
para la
reserva
analizada.
Estas
diferencias
seguramente
son debidas
al tiempo
transcurrido
entre
estos
censos,
a la dinámica
de las
poblaciones
de aves
en cuanto
a las
migraciones,
los avistajes
ocasionales
que pueden
producirse
y el criterio
que se
adopte
para considerarla
de presencia
en la
unidad
de conservació.
Esta última
consideración
puede
aplicarse
a las
aves acuáticas
que puedan
observarse
en el
río
Salado
que constituye
uno de
los límites
del área.
Entre
las rapaces
se destaca
la presencia
del milano
blanco
(Elanus
leucurus),
el halconcito
colorado
(Falco
sparverius)
y del
carancho
(Polyborus
plancus).
De la
familia
Scolopacidae
se observan
tres especies:
la becasina
común
(Gallinago
paraguariae),
el playerito
pectoral
(Calidris
melanotos)
y el pitotoy
solitario
(Tringa
solitaria),
los dos
últimos
son migradores,
permaneciendo
en territorio
argentino
durante
la primavera
y el verano.
Otro grupo
de aves
interesante
por su
vistosidad
es el
de los
cucúlidos
que en
la Reserva
Escuela
Granja
Esperanza
estás
representados
por el
cuclillo
chico
(Coccyzus
cinereus),
el cuclillo
canela
(Coccyzus
melacoryphus),
el conspicuo
pirincho
(Guira
guira)
y el crespín
(Tapera
naevia).
Los atajacaminos
- familia
Caprimulgidae-
presentan
cuatro
especies
y de los
carpinteros
ˆ
fam. Picidae-
igual
número.
De la
numerosa
familia
de los
furnáridos
se observan
varias
especies
como el
leñatero
(Anumbis
annumbi),
el crestudo
(Coryphistera
alaudina),
el coludito
copetón
(Leptasthenura
platensis),
tres especies
del género
Synallaxis,
conocidos
vulgarmente
como pijuíes
y otras
más.
Los tiránidos
no son
menos
abundantes
y se observan
especies
de distribución
restringida
como el
pitanguá
(Megarhynchus
pitangua)
que sólo
habita
el norte
de Santa
Fe y Corrientes,
Misiones
y el este
de Formosa
y Chaco,
la viudita
blanca
(Fluvicola
pica)
con vistoso
plumaje
negro
y blanco,
la mosqueta
estriada
(Miyophobus
fasciatus)
cuya población
más
austral-
la de
estas
latitudes-
migra
hacia
el norte
y la monjita
coronada
(Xolmis
coronata)
cuya dispersión
ocupa
las provincias
de Río
Negro
y La Pampa
y en invierno
migra
hacia
el norte
de Argentina
y sur
de países
limítrofes.
El juan
chiviro
(Cyclarhis
gujamensis)
con su
típico
canto
que parece
pronunciar
las palabras
de su
nombre
vulgar,
el colorido
naranjero
(Thraupis
bonariensis),
la reinamora
grande
(Cnocompsa
brissonii)
de hermoso
color
azul violáceo
el macho
y la hembra
canela
en la
parte
ventral
y marrón
el dorso.
Otra familia
bien representada
es la
Icteridae
con el
tordo
de pico
corto
(Molothrus
rufoaxillaris),
el tordo
músico
(Molothrus
badius)
y el renegrido
(Molothrus
bonariensis).
Entre
la batracofauna
las especies
más
conspicuas
son el
sapo común
(Bufo
arenarum),
el sapito
de panza
colorada
(Melanophryniscus
stelzneri)
y las
ranas
del género
Hyla.
La yarará
grande,
crucera
o víbora
de la
cruz (Bothrops
alternatus)
es el
animal
más
temido
dentro
de la
herpetofauna.
A esta
la acompañan
la culebra
verde
(Philodryas
aestivus),
la falsa
yarará
o ñuazo
(Liophis
poecilogyrus),
el lagarto
overo
o iguana
(Tupinambis
teguixin)
y lagartijas
de la
familia
Teidae.
Al estar
rodeada
de campos
muy alterados
por la
explotación
agropecuaria
y ocupar
una pequeña
superficie,
la mastofauna
no encuentra
en el
área
prospectada
un refugio
apto para
desarrollarse
por lo
que este
grupo
faunístico
está
poco representado.
Son abundantes
la comadreja
overa
(Didelphys
albiventris)
y las
ratas
y ratones
de la
familia
Cricetidae.
También
hay murciélagos
de la
familia
Vespertilionidae,
peludos
(Chaetophractus
villosus),
mulitas
(Dasypus
sp.) y
el zorro
gris (Lycalopex
gymnocercus).
Recursos
culturales
Como se
comentara
en el
estudio
de otras
áreas,
los elementos
que permiten
armar
el rompecabezas
que esclarezca
la historia
del continente
americano
antes
de la
llegada
del hombre
europeo,
son escasos.
Las primeras
pruebas
sobre
la presencia
del hombre
prehistórico
en la
provincia
de Santa
Fe datan
de 1864,
cuando
se construía
el puente
del Ferrocarril
Central
Argentino
sobre
el río
Carcarañá,
mientras
se practicaba
el trazado
ferroviario
de Rosario
a Córdoba
(Castellanos,
1944).
Durante
la excavación
que se
realizaba
para dicha
obra se
encontraron
piezas
esqueléticas
de mucha
antigüedad.
Estos
hallazgos
fueron
estudiados
por Paul
Gervais
entre
1867/72
y luego
descriptos
por Ameghino
en su
obra "Antigüedad
del Hombre
en el
Plata",
en el
año
1918.
En 1894
Juan Ambrosetti
da a conocer
los hallazgos
de piezas
cerámicas
en las
islas
de la
llanura
aluvial
del Paraná
en la
latitud
aproximada
a la ciudad
de Reconquista.
Luego
Alfredo
Castellanos
encontró
restos
humanos
en Esperanza,
en Melincué
y en las
costas
del río
Saladillo,
cerca
de Rosario,
pero la
antigüedad
de esos
hallazgos
fue puesta
en duda
por otros
arqueólogos.
El paleontólogo
Antonio
Serrano
hacia
1922 publicó
los estudios
realizados
sobre
yacimientos
ubicados
en Coronda
y Frenguelli
y Aparicio
hicieron
lo propio,
en 1.932,
sobre
yacimientos
ubicados
en Malabrigo.
La estudiosa
Amelia
Larguia
de Crouzeiller,
hizo una
interesante
colección
de vestigios
colectados
en distintas
localidades
que donó
al Departamento
de Estudios
Etnográficas
de la
Universidad
Nacional
del Litoral.
Las investigaciones
comentadas-
y varias
más
que por
no excedernos
en el
desarrollo
del ítem
se soslayan-
sirvieron
como base
para elaborar
los eslabones
que permitieron
conocer
los tiempos
precedentes
a la colonización
europea,
pero los
mayores
aportes
para la
época
posterior
a ese
episodio
histórico
los realizaron
muchos
sacerdotes
que escribieron
sobre
la vida
y costumbres
de los
pueblos
que evangelizaban.
Del análisis
de estos
documentos
surge,
con suficientes
datos,
la historia
de los
pueblos
que encontraron
los españoles
hacia
el siglo
XVI. Estas
fuentes
indican
que gran
parte
de la
zona chaqueña
estaba
ocupada
por los
guaycurúes.
Estos
formaban
una gran
familia
lingüística
integrada
por varios
pueblos
de procedencia
patagónica,
que desde
tiempo
remotos
ocuparon
la gran
región
chaqueña,
especialmente
la parte
oriental
y meridional.
Es decir
el territorio
que ocupa
la Reserva
que describimos
sería
la distribución
más
austral
de esta
cultura.
La misma
estaba
compuesta
por varios
pueblos,
a saber:
los Abipones,
los Mbayaes,
los Payaguaes,
los Mocovíes.,
los Tobas
y los
Pilagaes
(Canals
Frau,
1986).
Los Mbayaes
y los
Payaguaes
estuvieron
la mayor
parte
de su
historia
fuera
del territorio
argentino,
es decir
ocupaban
el chaco
septentrional.
Los tobas
ocuparon
el curso
medio
e inferior
de los
ríos
Pilcomayo
y Bermejo
y los
pilagáes
sólo
el extremo
sur del
Pilcomayo.
Por ende
los guaycurúes
que quedan
son lo
abipones
y mocovíes,
estos
últimos
ocupaban
el noroeste
santafesino
y los
primeros
el noreste
hasta
aproximadamente
un poco
más
al sur
de la
actual
ciudad
de Santa
Fe, haciendo
la salvedad
que sobre
el curso
del río
Paraná
y sus
márgenes
deambulaban
otras
entidades.
Los abipones
estaban
divididos
por el
hábitat
que utilizaban
en: rucahés,
palabra
aborigen
que significa
"campos
abiertos",
haciendo
referencia
al lugar
que poblaban;
nacaiguetergehés,
los que
vivían
en las
selvas
y yaucanigás
los ocupaban
la región
del agua
(Serrano,
2000).
La mayor
información
sobre
éstos
aborígenes
la aporta
el padre
Dobrinzhoffer,
en una
célebre
obra escrita
en latín
conocida
como "De
Abiponibus"
en la
que también
escribe
sobre
la lengua
que utilizaban.
Luego,
en base
a estos
escritos
el padre
Lafone
Quevedo,
en 1894,
escribe
el trabajo
titulado
"Idioma
Abipón".
Las distintas
lenguas
guaycurúes
que se
hablaban
en territorio
argentino
son muy
afines
entre
sí
y constituyen
la rama
austral
de la
familia
(Canals
Frau,
1986).
A partir
de una
época
difícil
de precisar
los pueblos
de la
región
chaqueña
fueron
invadidos
por lo
patagones
y adquirieron
de éstos
algunas
costumbres
y formas
de vida
como el
sitio
Jaaukanigas
que en
la lengua...
ind
proteger
la misma.
en vigor
recien
en septiembre
de 1992
entes
da al
mediom
acua______
el
uso de
mantas
de pieles,
cinturones
de cuero
y la cuerda
del arco
confeccionada
con tiras
de piel.
Eran recolectores
y cazadores,
sus viviendas
las hacían
de esteras
y las
trasladaban.
No confeccionaban
elementos
de cerámica
pero tejían
redes
y bolsas
con las
fibras
de caraguatá.
A partir
de un
determinado
momento
nuestros
gauycurúes
se hicieron
muy belicosos
y, a veces
asociados
con otros
pueblos
"lules"
arrasaban
muchas
ciudades
de la
región
convirtiéndose
en un
verdadero
azote
para el
europeo.
Prueba
de esto
es que
la ciudad
de Santa
Fe de
la Vera
Cruz tuvo
que ser
trasladada
hacia
el sur
y durante
cerca
de un
siglo
los guaycurúes
fueron
dueños
del Chaco
(Canal
Frau,
1986).
Para neutralizar
este efecto
los sacerdotes
comenzaron
a formar
reducciones
para ejercer
control
sobre
ellos
y tratar
de trasmitirles
su cultura.
Algunas
de ellas
perduraron
en el
tiempo
y subsisten
como pujantes
ciudades.
Tal es
el caso
de San
Javier,
fundada
en 1743
y Concepción
en 1749.
A pesar
de la
instalación
de estas
reducciones,
la mayor
parte
de los
guaycurúes
quedó
fuera
de ellas
(Canals
Frau,
2000),
y debido
a ello
hoy perviven
grupos
de pilagaes,
tobas
y mocovíes.
Ya a mediados
del siglo
XIX, llegan
las primeras
colonias
de inmigrantes
europeos
a la región.
El 15
de junio
de 1853
se firma
lo que
se llamó
„Contrato
de Colonización
Agrícola‰
entre
el gobernador
de Santa
Fe, don
Domingo
Crespo
y el empresario
salteño
Aarón
Castellanos.
Este se
comprometía
a radicar
en el
lugar
donde
se encuentra
la ciudad
de Esperanza
mil familias
campesinas
provenientes
de Europa
para formar
cinco
colonias
de doscientas
personas
cada una.
La fecha
de fundación
de la
colonia
Esperanza
fue el
8 de septiembre
de 1856,
y ésta
se dividió
en dos
sectores,
uno para
los inmigrantes
procedentes
de Alemania
y Suiza
y la otra
para los
franceses.
En 1884
la localidad
fue proclamada
capital
del departamento
Las Colonias.
Alternativas
turísticas
La unidad
de conservación
es una
alternativa
turística
para los
que visitan
la pintoresca
ciudad
de Esperanza
o la de
Santa
Fe de
la Vera
Cruz,
de la
cual la
separan
tan sólo
unos 45
kilómetros.
La variada
flora
y la avifauna
son de
por sí
un atractivo
interesante
para todos
aquellos
que buscan
paz y
tranquilidad.
El contacto
íntimo
con la
naturaleza
que puede
ser el
simple
hecho
de sentarse
en un
lugar
a leer
o compartir
un mate
con otra
persona,
rodeado
del verdor
que ofrecen
las plantas
y escuchando
el trino
de los
pájaros,
hasta
tratar
de desentrañar
sus secretos
observando
detalles
como las
distintas
cortezas
de los
árboles,
elemento
que ayuda
a su identificación,
lo mismo
que ocurre
con su
floración,
sus frutos
y el follaje.
La observación
de aves
valiéndonos
de binoculares
es otra
opción
como la
toma de
fotografías
de todos
estos
elementos.
También
la parte
de granja
y explotación
de ganado
vacuno
que realizan
los alumnos
del establecimiento
educativo,
para mucha
gente
que proviene
de centros
poblados
donde
no existe
la posibilidad
de ver
cómo
se originan
muchos
de nuestros
alimentos
básicos,
es motivo
de sana
recreación.
La ciudad
de Santa
Fe de
la Vera
Cruz,
capital
provincial,
ofrece
todos
los atractivos
que tiene
una gran
ciudad,
junto
con las
localidades
más
próximas.
En efecto
su fundación
data de
1660,
después
de haber
sido destruida
por los
abipones
y mocovíes
la primera
fundación
en Cayastá,
por lo
que sus
calles,
edificios
públicos
y privados,
su puerto
y demás
rincones
que posee
este conglomerado
urbano,
están
colmados
de historia.
Una de
ellos
es el
convento
de San
Francisco
(declarado
Monumento
Histórico
nacional)
que fue
construido
en el
siglo
XVII con
curiosas
paredes
de dos
metros
de espesor
y decorados
confeccionados
por los
indígenas
en los
marcos
de las
puertas.
Adyacente
al mismo
está
el Museo
Histórico
de San
Francisco
con colecciones
muy interesantes.
También
se destacan
por su
importancia
el Museo
Histórico
Provincial
en la
casa del
Brigadier
General
Estanislao
López,
también
declarada
Monumento
Histórico
Nacional,
el de
Ciencias
Naturales
Florentino
Ameghino,
el Provincial
de Bellas
Artes
y el Etnográfico
y Colonial
Juan de
Garay,
entre
los principales.
La Catedral
Metropolitana
es una
antigua
construcción
comenzada
a erigirse
en 1665
que oportunamente
mereciera
la categoría
de Monumento
Histórico
Nacional.
La peatonal
San Martín
permite
ver o
comprar
productos
de todo
tipo con
comercios
bien instalados
y es el
lugar
donde
de centra
la vida
social
y comercial
de la
ciudad.
El aficionado
al mundo
del espectáculo
puede
concurrir
a teatros
y cines
no descartando
nunca
una recorrida
por la
hermosa
Costanera
donde
lucen
construcciones
de buen
nivel
arquitectónico.
La Estación
Zoológica
Experimental,
dependiente
del Ministerio
de Agricultura,
Ganadería,
Industria
y Comercio,
es una
estación
de recría
de fauna
autóctona
donde
pueden
verse
ejemplares
de las
principales
especies
de nuestra
fauna
y es considerada
de gran
importancia
dentro
de los
establecimientos
similares.
En lo
que respecta
a los
alrededores
son variadas
las posibilidades.
En primer
lugar
se puede
hacer
una visita
a la capital
entrerriana,
Paraná,
dado que
está
a pocos
kilómetros
previo
cruce
del río
homónimo
a través
del Túnel
Subfluvial
Hernandarias.
Ni bien
se abandona
el casco
urbano
por el
sector
sur encontramos
la ciudad
de Santo
Tomé,
la que
cuenta
con un
amplio
balneario
sobre
el río
Salado
y se destaca
por la
fina confección
de cristalería
tallada
a mano
por expertos
artesanos.
Alto Verde
es otro
pueblo
cercano
a la capital
santafesina,
típicamente
deltaico,
dado que
está
rodeado
de arroyos
y lagunas.
También
en la
localidad
de Colastiné,
a unos
10 kilómetros
de Santa
Fe, hay
un balneario
con instalaciones
como en
San José
del Rincón,
una de
las localidades
más
antiguas
de la
provincia,
donde
se concentran
gran cantidad
de lujosas
casas
de fin
de semana.
Es de
suponer
que las
localidades
próximas
a la capital
provincial
son muchas,
pero nos
hemos
limitado
a nombrar
sólo
algunas
que son
las más
concurridas
por el
turismo.
Cómo
llegar
Desde
la ciudad
de Santa
Fe se
toma la
ruta provincial
11 hasta
su intersección
con la
70 donde
hay que
girar
hacia
el oeste
ˆ
hacia
Rafaela-
y recorrer
unos 20
kilómetros
hasta
poco antes
de la
ciudad
de Esperanza,
donde
hacia
al norte
parte
la ruta
provincial
6 rumbo
a la localidad
de Manucho.
Luego
de recorrer
5 kilómetros,
del sector
oeste
parte
un camino
que tras
breve
recorrido
nos conduce
a la entrada
de la
Escuela
de Agricultura,
Ganadería
y Granja.
Problemas
de conservación
La Reserva
Universitaria
Escuela
Granja
de Esperanza
tiene
como objetivo
proteger
una parte
de montes
ubicados
en una
zona de
transición
entre
las provincias
biogeográficas
del Espinal
y la Chaqueña
y su fauna
asociada.
El estado
de conservación
del área
es bueno
en el
aspecto
de estar
a salvaguarda
de la
intrusión
de cazadores
furtivos
o personas
que hagan
extracción
de leña
o provoquen
cualquier
tipo de
alteración
del ambiente,
debido
a la proximidad
del establecimiento
educativo
y al uso
más
o menos
frecuente
que hacen
los alumnos
de la
Universidad
del Litoral,
de escuelas
de la
zona y
de investigadores.
Esto sólo
indica
una menor
probabilidad
depredación
humana
respecto
a lo que
ocurre
en otras
áreas
donde
a veces
los que
ejercen
el control
están
a varios
kilómetros
de distancia
de sus
límites.
Sufre
el inconveniente
de toda
área
pequeña,
a la vez
está
rodeada
de zonas
con campos,
explotados
agropecuariamente:
la insularidad.
Este fenómeno
de aislamiento
no permite
el intercambio
genético
entre
las poblaciones
animales,
dado que
las mismas
están
confinadas
a los
ambientes
naturales
que les
ofrece
la reserva.
Otra amenaza
importante
la constituyen
las especies
vegetales
exóticas
que habitan
el predio,
especialmente
por su
abundancia
el paraíso
(Melia
azedarach)
y la acacia
negra
(Gleditsia
triacanthos).
También
sería
necesario
crear
pautas
de manejo
que compatibilicen
la conservación
con los
otros
usos que
se le
dan al
área.
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Gobierno
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Provincia
de Santa
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Nacionales.
Pub. De
la Asociación
Coop.
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y Granja
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Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodríguez
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