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Laguna Fantasma

Area Intangible Municipal -Río Negro
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

Laguna Fantasma

El 5 de mayo de 1994, luego de intensas gestiones de la Junta Vecinal, con el apoyo mayoritario de los vecinos, del Consejo de Ecología y Medio Ambiente de la Provincia de Río Negro, de la Universidad Nacional del Comahue y de numerosas organizaciones ambientalistas no gubernamentales, el Concejo Municipal de San Carlos de Bariloche sancionaba la Ordenanza Nº 332-CM-94, por la cual se declaró Área Intangible Municipal a la parcela con denominación catastral 19-1P-252-01, que alberga el espejo de agua temporario denominado “Laguna Fantasma” (Besserra, 2006). De esta forma vio la luz un proyecto que desde años antes, los vecinos de Villa Tres Lagos, venían moldeando. Si bien es un área pequeña, de sólo 1 ha, de superficie, es importante como reserva urbana de un Municipio que desde hace más de una década trata con la debida seriedad lo vinculado con las reservas que administra.  

Categoría

Se trata de un área municipal que se la define en la respectiva Ordenanza de creación como “área intangible”.

Ubicación

El área “Laguna Fantasma” se sitúa en el sudoeste de la provincia de Río Negro,  Departamento Bariloche, y unos 15 kilómetros del centro de la ciudad de San Carlos de Bariloche, incluyéndosela dentro del ejido urbano de esta población. Sus coordenadas geográficas aproximadas son: 41º 05’ de Lat. S  y  71º 28’ de Long. O.

Superficie

“Laguna Fantasma” posee sólo 1,1 hectáreas.
La finalidad de creación de de esta reserva municipal urbana consistente en un cuerpo de agua temporario, fue preservar el ecosistema compuesto por la laguna y el pequeño entorno que la rodea constituido por  vegetación exótica y nativa.  Tal vez su mayor aporte a la conservación sea albergar en sus aguaa tres especies de algas restringidas al sector patagónico.
Además de las razones ecológicas de su conservación, es evidente que la preservación de la Laguna, impulsada por el  Barrio Tres Lagos que rodea a la misma, resulta de gran valor que sus habitantes como componente de su calidad de vida, elemento que justifica de por sí el amparo legal.

Fecha e instrumento legal de creación

El Concejo Municipal de San Carlos de Bariloche, el 5 de mayo 1994, sancionó la Ordenanza Nº 332-CM-94, por la cual se declaró Área Intangible Municipal a la parcela con denominación catastral 19-1P-252-01, en la que se sitúa es espejo de agua tratado.

Relieve

Al referirnos a una parcela de 1,1  hectáreas no se puede decir mucho sobre su relieve. Por  lo tanto se hará una somera reseña  del que corresponde a la región que la rodea.
El área que analizamos presenta el relieve escarpado de la cordillera, constituida en este sector por los denominados Andes Patagónicos, que forma en este espacio  encadenamientos discontinuos compuestos por bloques aislados y cadenas de poca longitud, separadas por valles fluviales y abundantes lagos. En la zona de San Carlos de Bariloche, el más importante  es el Nahuel Huapi – y el más grande de la región- y luego el  Moreno, teniendo a sus “espaldas” al Cerro López.
En esta zona predominan las manifestaciones volcánicas y glaciarias. Entre las numerosas geoformas de origen glaciario predominan las de erosión, como cuencas lacustres, valles en U, circos glaciarios, valles colgantes, entre otras.  También hay  geoformas glaciarias  formadas por acumulación, como los depósitos morénicos y los llanos de inundación de los lagos Nahuel Huapi y Traful. Las alturas promedio de los cerros de los alrededores oscilan entre los 700 y 2500 m.s.n.m.
Los picos de mayor altura son los cerros Tronador, de 3.478 metros, que debe su nombre al estruendo que provocan las masas de hielo al desprenderse y caer; Falkner, de 2350 metros y  el Catedral con 2388 metros.
Los suelos de la región evolucionaron a partir de cenizas volcánicas y se caracterizan por su poca diferenciación en sus horizontes.

 Hidrografía

La mayoría de las  cuencas de la región pertenecen a la vertiente del Atlántico, excepto la del lago Queñi y la del río Manso, que son de vertiente del Pacífico. La principal cuenca es la del Río Limay, la más compleja de las patagónicas y está compuesta además de los cursos de agua por una  gran cantidad de lagos - todos de origen glaciario-, algunos de extensión y profundidad notables, que se alinean al pie de la cordillera  desde el Aluminé al norte, hasta el inmenso Nahuel Huapi, al sur, del cual el Limay es su principal emisario (Palese de Torres, 1958). Este gran lago se extiende en sentido noroeste-sudeste, presentando una serie de ramificaciones que son el Correntoso, Rincón, Machete, Puerto Blest, Tristeza, Moreno, Campanario y el brazo Huemul.
El lago Nahuel Huapi tiene su lecho  formado por la acción erosiva de las grandes glaciaciones del Cuaternario y su borde oriental está indicado por morenas frontales (Palese de Torres, 1958). Ocupa una superficie de 557 km2,  con  357 km de costas y la profundidad media es de 157 m con una máxima de 464 m. Los importantes Brazos Puerto Blest y de la Tristeza son amplios espejos de aguas muy próximos a la unidad de conservación que  se describe. Su estado trófico es ultraoligotrófico u oligotrófico en la mayor parte del lago. Sin embargo, debido a las aguas residuales que recibe de las ciudades de San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, existen zonas costeras con en estado mesotrófico o eurotrófico (Pedrozo  y  Vigliano, 1993). Una gran isla, La Victoria, ocupa un sector central del espejo de agua siguiendo el alargamiento noroeste- sudeste  del mismo y se destaca por poseer un bosque casi único en el mundo de arrayanes  (Luma apiculata), por  lo que se constituyó en un Parque Nacional separado del Nahuel Huapi, pese a estar dentro de su perímetro.
La Laguna Fantasma, objeto del área protegida que nos ocupa, se sitúa no muy alejada del gran lago, posee sólo 1,1 hectárea de extensión, está a unos 780 m.s.n.m., su profundidad ronda los 1,5 metros  y  su pH es de 7,55.

Clima

La zona de San Carlos de Bariloche posee un clima templado-húmedo, con precipitaciones superiores a los 1500 mm anuales que se concentran en invierno. Las temperaturas medias anuales son generalmente inferiores a los 10° C y en invierno rondan los 2° C . No obstante, en cuanto a las precipitaciones hay variantes entre lugares próximos en función de la altura y  otros factores como  la presencia de la Cordillera de los Andes, que intercepta las masas de aire húmedo que avanzan desde el oeste hacia el este.  El fenómeno resultante es la condensación de la humedad en forma de abundantes precipitaciones que se concentran en el área próxima a la cordillera.  Esto determina un marcado gradiente de humedad en sentido oeste-este. Los vientos del oeste y noroeste son los dominantes con  un 85%  de los días del año ventosos. Para dar una idea más certera respecto a las precipitaciones la Estación Bariloche del Servicio Metereológico Nacional, durante el largo período transcurrido entre los años 1941 a 1975, registró una media de 949.4 mm anuales (Pedrozo y  Vigliano, 1995).

Flora

Fitogeográficamente, según la clasificación de Cabrera (1976), el área prospectada se sitúa en la Provincia Subantártica, con muestras de tres Distritos: el Valdiviano,  del Bosque Caducifolio y  del Pehuén, en menor medida. El género Nothofaguses el predominante en el estrato arbóreo a nivel regional, y dentro del  Área Municipal hay varias especies que no son nativas.
Ya desde el año 1991, se comenzó a forestar el sector Noreste y el sector Este – Sudeste lindero a la calle Lago Nahuel Huapi, formando una cortina forestal a los fines de generar una división más efectiva entre el área de circulación, las viviendas situadas del lado Este de la calle, y el espejo de agua propiamente dicho (Besserra, 2006). Se instalaron unos  cuarenta plantines de especies mayormente exóticas entre las que se cuentan fresnos norteamericanos (Fraxinus americana), (Betula pendula), dos arces (Acer pseudoplatanus), dos roble pellín, coyán o roble de Neuquén (Nothofagus obliqua)   y un raulí,  rewlí o roblín (Nothofagus alpina). De estas especies arbóreas sólo dos son nativas y ambas poseen un área de dispersión muy acotada por los que se indican algunos de detalles de las mismas en sendos recuadros.                   

Nothofagus alpina, comúnmente conocido como raulí o roblín, también tiene una dispersión en la Argentina que se limita el sureste de la provincia del Neuquén. Posee un fuste recto y largo y al igual que su pariente puede superara del 30 metros de altura. Sus hojas, no perennes,  son las de mayor tamaño dentro del género en la Argentina, midiendo unos 12 cm de largo por 4 de ancho. Prefiere las laderas orientadas hacia el sur, por su requerimiento de humedad y se lo observa hasta aproximadamente los 1350 m.s.n.m. Su madera es semipesada, tiene buena resistencia a los esfuerzos de flexión y es preciada.

El roble pellín, roble de Nequén o también llamado collán (Nothofagus oblicua) tiene una distribución muy restringida  al oeste de la provincia del Neuquén (es más abundante en territorio chileno). Alcanza los 35 metros de altura y su tronco puede desarrollar 1,5 de diámetro. La corteza es de color pardo y se presenta muy agrietada, su copa es típicamente piramidal y sus hojas son caedizas. Es característica notable el tipo de yema que se forma en las bases peciolares.
Su madera es de excelente calidad,  muy resistente a la humedad, posee tanino por lo se utiliza como tintura.

Se observa  algún ejemplar de coihue (Nothofagus dombeyii) y varios arbustos del calafate (Berberis sp.), una especie vegetal realmente emblemática en la zona.
También se observan arbustos como las exótica rosa mosqueta (Rosa moschata), retama (Bulnesia retama), muy comunes en la región y que contradictoriamente- dado que por otra parte se sembraron árboles exóticos- son combatidas. También se  plantó una línea de álamos (Populus nigra) que separa el área protegida del Golg Club lindero.
No obstante, la mayor importancia florística de esta reserva son tres especies de algas que se alojan en las aguas de la pequeña laguna y que son exclusivas de la región patagónicas, ellas son: Parabroteas sarsiovigerous, Pseudoboeckella brevicaudata y Daphnia middendorffiana (Chebez, 2005).

Fauna 

Dado la muy escasa superficie del área (1 ha.) y además estar rodeada de población, es muy poco lo que se puede decir de su fauna.
El zooplancton de este ambiente léntico somero  está formado por un conjunto de especies de gran tamaño corporal, que contrasta con la menor talla de los zoopláncteres de los lagos de los Andes.
En la reserva se puede observar el cauquén  real (Chloephaga poliocephala), que realiza migraciones locales, trasladándose algo más al norte del extremo sur patagónico durante el invierno, y es conspicuo habitante  de ambientes acuáticos próximos al bosque araucano; el pato crestón (Lophonetta specularipoides) cuya dispersión es preponderantemente andina- ocupa la cordillera del extremo sur al norte en territorio argentino- y se extiende en toda la meseta patagónica (considerado por la IUCN con estatus  Least Concern , o sea, Preocupación Menor), gallaretas (Fulica sp.),  en ocasiones se ha visto al cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), la garza bruja (Nycticorax nycticorax) y varias especies de Passeriformes.
En los últimos tiempos se observó un notorio incremento en las poblaciones de avifauna que pueblan la Laguna, tanto en forma permanente como aquellas que lo hacen en forma estacional. Más de 20 especies de aves han sido observadas, constatándose su presencia (Besserra, 2006).
Respecto al resto de la fauna vertebrada no se obtuvo información.

Recursos culturales

Los primitivos habitantes del territorio que hoy ocupa la provincia de Río Negro fueron los puelches-guénaken o también llamados patagones del norte. Los primeros datos fidedignos sobre estos habitantes los tenemos gracias al relato del gran naturalista francés Alcides D’Orbigny, que estando en Carmen de Patagones, en el año 1830, entró en contacto con estas poblaciones y le dijeron llamarse puelches, palabra que en lengua araucana significa “hombres del este” –  respecto al otro lado de los Andes-. Luego, el Perito Moreno, nos dice que los habitantes de esas latitudes se llamaban a si mismos guénekan, de ahí que para distinguirlos de otros grupos patagónicos se los llama con ambas denominaciones (Canals Frau, 1986).
Respecto a estos pueblos que ocupaban la parte septentrional de la Patagonia, se puede señalar que tenían una economía basada esencialmente en la caza, como las de las otras culturas que habitaron la región. La vivienda es el toldo, tan generalizado entre las tribus pampas, siendo diferentes en su formato, dado que algunos eran cuadrangulares, cupuliniformes o piramidales. Según testimonios de Sánchez Labrador, en el siglo XVIII ya se veía el uso de cuero de caballo en las tolderías. Referencias de distintas épocas coinciden en que se pintaban el cuerpo y la cara y que a semejanza de los patagones del sur o chónik, su vestimenta estaba compuesta por una manta cuadrangular hecha con cuero de guanaco, y por debajo de él, los hombres usaban el taparrabo y las mujeres el delantalcito que llegaba hasta las rodillas (Serrano, 2000). Algunas referencias históricas dicen que las tribus del actual territorio de Río Negro conocían la alfarería. Tomaron de los araucanos la costumbre de fumar y hacían una bebida fermentada, pero supuestamente no conocían sustancias narcotizantes. La mayoría de los autores coincide en afirmar que los guénaken eran de gran estatura. D’Orbigny, que los estudia con criterios más científicos, dice que los varones tenían una estatura media de 1,70 metros y las mujeres de 1,62. Un  cambio significativo se produjo con la introducción del caballo por los españoles, ya que este animal se utilizó para la caza, adoptando las boleadores como elemento para ese fin y diversas formas de vida cambiaron a partir de ese momento.
 Es un hecho conocido que los pueblos patagónicos y de más al norte aún, recibieron una gran influencia de habitantes que vivían al oeste de la cordillera. Estos eran los araucanos – llamados a si mismos mapuches- y fueron el último asentamiento indígena que se produce en territorio argentino. Provenientes de Chile, su inmigración ha sido relativamente reciente y  ha ocasionado grandes cambios culturales en los pueblos que habitaban las llanuras pampeanas, partes de las patagónicas (noroeste) y  también un amplio sector ocupado por los Andes, teniendo aproximadamente como límite sur, el norte de la actual provincia de Santa Cruz. Al pasar al este de los andes los araucanos abandonaron el hábito del cultivo y se dedicaron a la caza, la recolección y a la rapiña (Canals Frau, 1986). Sus armas fueron las boleadoras, una especie de honda y lanzas muy largas. La alfarería estaba poco desarrollada y las mujeres practicaban el tejido. La lengua fue la misma que se utilizaba al oste de la cordillera y es muy empleada en la toponimia de Argentina como en la de Chile. Entre 1875 y 1879 se llevaron a cabo numerosas incursiones militares al territorio de los puelches-guénaken – conocidas históricamente como la Conquista del Desierto- encabezadas las últimas por el General julio A. Roca, quien luego fuera por dos períodos Presidente de la República. Estas luchas prácticamente exterminaron a una gran cantidad de aborígenes y son motivo de polémica hasta nuestros días. La mayoría de las tierras fueron repartidas por el gobierno central entre los combatientes de la conquista del desierto y empezó así la historia de la colonización europea en estas latitudes.

Presencia del europeo

El primer intento por parte del gobierno colonial para explorar la región  se llevó a cabo en 1778, cuando el virrey Vértiz envió una expedición para levantar varios fuertes al mando de Francisco de Viedma quien funda Carmen de Patagones  y luego Mercedes de Patagones, al afectar las crecidas del río Negro a la primera población. En 1879, Mercedes cambió su nombre por Viedma en homenaje a su fundador. Luego fueron importantes por los relevamientos obtenidos las expediciones de Ambrosio Crámer en 1822, en 1830 la de Alcides D’Orbigny, la de Juan Manuel de Rozas en 1833, tiempo más tarde Musters – en 1869- deja un interesantísimo relato titulado “Vida entre los patagones”, recorriendo desde el Río Negro hasta el estrecho de Magallanes,  y muchas otras más.  En julio de 1865 desembarcaron en Golfo Nuevo un centenar y medio de galeses y se diseminaron en pequeños poblados agrícolas como Trelew, Bryn Crwn, Puerto Madryn y Gaiman, entre otros. En 1893 el número de colonos ya superaba los dos millares y luego se sumaron inmigrantes españoles,  italianos y alemanes. Entre 1895 y 1903, el naturalista Francisco P. Moreno realizó varios viajes a la zona del lago Nahuel Huapi, estudiándola y promocionando sus bellezas y recursos naturales.
San Carlos de Bariloche, en la margen del Nahuel Huapi, fue fundada en 1895 por iniciativa de Carlos Wiederhold, quien inició las primeras construcciones en la localidad. Años más tarde el Perito Moreno dona – en 1903- las tierras que le habían sido asignadas en retribución a su arduo trabajo de fijar los límites con la República de Chile, y con ellas se crea, en 1934, el primer Parque Nacional de Argentina.

Alternativas turísticas

En este ítem no podemos hablar estrictamente de la Laguna Fantasma como una posibilidad turística, dado que nos estamos refiriendo a un espacio de sólo una hectárea, situado justamente en una de las regiones de mayor belleza escénica, no sólo de los Andes Patagónicos sino de todo el territorio argentino. Pero su gran importancia como área natural relacionada con la recreación y al disfrute de un espacio natural, lo posee como área urbana de la ciudad de San Carlos de Bariloche. Es así, como las reservas urbanas han tomado gran auge en todo el mundo porque, muchas veces, son la única posibilidad  para el habitante de la ciudades de tener un mínimo pero íntimo contacto con la naturaleza, recrear su vista, templar su espíritu e interiorizarse, si su inquietud los motiva a ello, de algunos de los sutiles mecanismos de interconexión que se desarrollan entre los seres vivos y su entorno.

San Carlos de Bariloche puede considerarse la “Meca” de todo aquel que por primera vez  decide conocer los “lagos del sur”, nombre genérico con el que designamos al gran complejo lacustre montañoso que se extiende desde Neuquén hasta el extremo sur patagónico. La arquitectura peculiar, sea tal vez, el rasgo que más llame la atención al visitante. Su Centro Cívico, con construcciones que recuerdan a las aldeas alpinas y perviven aún casas de madera, con techos de gran pendiente y también lucen construcciones de impecable estilo moderno. El Hotel Llao Llao también se destaca por la arquitectura muy vistosa y es valuarte de la región, desde el cual hay una excelente vista del Lago Nahuel Huapi, sobre el que se construyó la ciudad. Los lugares a visitar dentro de la ciudad  y  sus alrededores en cuanto a museos e instituciones en general son los que se enuncian a continuación: el  Museo de la Patagonia, ubicado en el  Centro Cívico; el Museo de Ciencias Naturales; el Museo Paleontológico, sito en 12 de Octubre y Sarmiento, con interesantes colecciones de restos fósiles de dinosaurios, huesos, garras y replicas; el Museo Ictícola, también en la calle  12 de Octubre, pero esta vez esquina  Onelli , muy interesante para los amantes de las pesca por la colección de peces embalsamados que se exhibe; el Museo Geológico y Paleontológico "Rosendo Pascual" con la colección de invertebrados más importante de la Patagonia, aves patagónicas, huesos de dinosaurios y otras curiosidades; la  Casa Museo de los Viejos Colonos, en Colonia Suiza, con muestras relacionadas con historia de Colonia Suiza, el  único poblado histórico que queda en Bariloche; el Salón Cultural de Usos Múltiples, situado en Moreno y Villegas, donde se presentan distintas  exposiciones de artistas y productores locales, donde también funciona la  Feria Artesanal Municipal; el Instituto Balseiro, Av. Bustillo Km 10, uno de las instituciones dedicadas a la investigación y enseñanza de distintas ramas de la ciencia y la tecnología más importantes de la Argentina. Por último se recomienda visitar el Centro de Salmonicultura, en el  Camino Cerro Catedral (Km 11), donde se aprecia el proceso de cría las truchas y salmones que luego son sembrados en distintos lugares de los alrededores.
Son muchas las excursiones que tienen como punto de partida Bariloche, que recorren distintos puntos del Parque Nacional Nahuel Huapi, donde  incluimos al Parque Municipal Llao Llao, el más antiguo del país y cuyo nombre trasciende las fronteras de Argentina. Muchos turistas extranjeros llegan al Aeropuerto de Bariloche para disfrutar de paisajes realmente sorprendentes, la pesca deportiva de salmónidos y el esquí. Los típicos recorridos que parten de esta prestigiosa ciudad son el Cerro Catedral, el Cerro Otto, el Cerro Tronador, los Circuitos Grande y Chico, Villa La Angostura, Isla Victoria y el Parque Nacional Los Arrayanes, entre muchísimos paseos más. La ciudad de Bariloche está a 830 kilómetros de Viedma.
El Parque Municipal Llao Llao, otra área natural protegida de ámbito municipal, nos permite recorrer, cerca de la ciudad (23 km), senderos para apreciar la majestuosidad de los bosques andino-patagónicos bordeando las aguas del lago Nahuel Huapi, cuyas características son comentadas en detalle en el ítem “Hidrografía”. Es destacable el esmero que se tuvo para que el visitante se encuentre en un lugar auténticamente natural, para lo cual se prohíbe el uso de cualquier medio de locomoción. Sólo es posible el recorrido caminado e incluso fue suprimido el embarcadero que existía en el lugar. La reserva natural cuenta con guardaparques, un centro de información, señalización, folletos, zonas de pic-nic y fogones.

Cómo llegar

A  San Carlos de Bariloche se puede arribar partiendo de la ciudad de Buenos Aires por más de un itinerario. Una de las posibilidades es tomar la RN Nº 5 hasta la ciudad de Santa Rosa, capital de la Pampa. Luego se continúa unos pocos kilómetros hacia el sur por la RN Nº 35 hasta que es interceptada por la RN Nº 152, que parte a nuestra derecha - rumbo oeste- y, en el Paraje El Carancho, toma un marcado rumbo sur, pasando por el Parque Nacional Lihué Calel y luego por la ciudad de Puelches. En la localidad de Chelforó, provincia de Río Negro, es interceptada por la RN Nº 22. Se circula por ésta última hacia la derecha nuevamente – rumbo oeste- y nos conduce a la capital neuquina. Desde esta nos une con San Carlos de Bariloche la RN 237 que luego se une a la RN 40. Otro itinerario es circular por la RN 3 desde Buenos Aires hasta Bahía Blanca. Luego la RN 22 hasta Neuquén capital  y  después la RN 237 que se trasforma en la RN 40.
Desde la ciudad de Córdoba, punto intermedio para acceder desde Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero por la RN Nº 9, se circula hacia el sur por la RN Nº 36 hasta la ciudad de Río Cuarto. En este punto hay que hacer un muy breve recorrido hacia el sudoeste- 10 kilómetros aproximadamente- por la RN  Nº 8, desde donde parte con rumbo definido hacia el sur la  RN Nº 35 que nos traslada a la capital de La Pampa y de acá se  sigue como se señaló en  párrafos anteriores.
Desde la ciudad de Santa Fe hay más de un recorrido, pero se sugiere tomar por la autopista hacia Rosario y luego seguir hasta San Nicolás. En esta ciudad sale con sentido sur la RP Nº 65, que deberá tomarse hasta la localidad de 9 de Julio, lugar en el que este camino es interceptado por la RN Nº 5 que nos lleva a Santa Rosa. De ahí se sigue como se indica en el primer párrafo. Otra posibilidad es hacer el recorrido Santa Fe – Córdoba  por la RN Nº 19 y seguir desde esta última ciudad como ya se comentó.
Los que parten de Corrientes y Paraná tienen que llegar a Santa Fe como primer paso, para luego seguir el camino ya  descrito.
Desde el sur se puede provenir desde las ciudades sobre la costa marítima, en cuyo caso hay que tomar con rumbo norte la RN Nº 3 hasta San Antonio Oeste y desde aquí parte la RP  Nº 304, siempre hacia el norte, que luego de transitar 90 kilómetros se “funde” en la RN Nº 250; esta corta en Choel-Choel a la RN Nº 22. En este cruce habrá que transitar hacia el oeste –izquierda- dirigiéndose en forma casi rectilínea a Neuquén capital. Desde las localidades que están sobre la Cordillera hay que arribar por la RN Nº 40 hasta que la corta la RN Nº 258 que va a El Bolsón y sigue hasta San Carlos de Bariloche. A continuación se indican las distancias en kilómetros desde el lugar de destino hasta algunas localidades importantes:
Bahia Blanca 1076 km ; Buenos Aires 1640 km ; Cipolletti 421 km; Comodoro Rivadavia  868 km; El Bolson 131 km; Esquel 300 km; General Roca 416 km; Neuquén 416 km; Piedra del Aguila 185 km; Puerto Montt 390 km; Rawson 894 km; Rio Gallegos 1667 km; San Martin de los Andes 158 km ( por Paso de Córdoba); San Martin de los Andes 190 km (por siete lagos); Santa Rosa 1011 km ;Trelew 860 km: Viedma 845 km  y  Villa La Angostura 83 km.

Contacto

La Municipalidad de San Carlos de Bariloche está ubicada en el Centro Cívico de la ciudad, siendo su código postal (8400), provincia de Río Negro. El teléfono de la Dirección de Medio Ambiente, que administra las áreas naturales protegidas del Municipio es:  02944-428800. Teléfono conmutador: (02944) 42-2695/ 42-5127 / 42-6499.

E-mail: medioambientemscb@gov.ar
Sitio de Internet: www.bariloche.gov.ar/
Otro Sitio con información: www.bariloche.com.ar/

 Problemas de conservación

 La Reserva Laguna Fantasma es un área natural protegida de ámbito urbano o suburbano, está dentro  del barrio Tres Lagos, y  sufrió deterioros ambientales propios de su condición ciudadana. Es decir,  se volcaron aguas servidas en el espejo de agua, hubo extracción de leña, piedras arrojadas al agua y este tipo de daños que suele ocasionar el hombre, en términos generales. Pero esto fue compensado con creces porque la existencia de esta pequeña área protegida se debe en parte  a la presión que ejercieron organizadamente los vecinos.
Fue así como,  en mayo de 1994, luego de intensas gestiones de la Junta Vecinal del Barrio Tres Lagos, con el apoyo mayoritario de los vecinos, del Consejo de Ecología y Medio Ambiente de la Provincia de Río Negro, de la Universidad Nacional del Comahue y de numerosas organizaciones ambientalistas no gubernamentales, se sancionaba la Ordenanza que declara a la laguna área protegida.
De ahí en más, la participación de la gente fue constante y aún hoy tienen gran responsabilidad en el cuidado y manejo del área. Consideramos este hecho como muy positivo como también que el Municipio preste debida atención para que la ciudad cuente con pequeñas áreas amparadas legalmente para usufructo de sus vecinos y también del turismo que visita en gran escala esta importante localidad. Se da participación a otros organismos oficiales y privados para la gestión de esas reservas.
En las inmediaciones del espejo de agua hay árboles foráneos y  especies vegetales de menor porte que son exóticas,  problema que puede calificarse de regional, dado que en general esta región ha recibido la introducción de especies no nativas de todo tipo, tanto animales como vegetales, que  han invadido la tierra y los lagos. En efecto, la siembra de salmones en estas latitudes sucede desde hace mucho tiempo y continúa hasta la actualidad, al punto que este es un hecho aceptado casi mayoritariamente y pocos se cuestionan el tema del impacto ecológico negativo que produce. La fauna terrestre cuenta con mamíferos como el ciervo colorado (Cervus elaphus), el ciervo dama (Dama dama) y el axis (Axis axis), la liebre europea (Lepus europaeus), dos ratas del género Rattus, la laucha o ratón (Mus musculus), el visón (Mustela vison) y  algunas especies de aves del grupo de los faisanes.
La región también alberga especies de fauna flora con grado de amenaza importante. De cuatro especies de plantas que se encuentran listadas en el Apéndice I de la CITES para la Argentina, tres son coníferas endémicas de la Patagonia (Brown, et al., 2005). Otro tanto ocurre con el huemul patagónico y el  huillín que están consideradas especies EN Peligro.

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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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