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Las Brujas

Monumento Natural Provincial - Mendoza
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

Caverna de Las Brujas

El área protegida Caverna de las Brujas es una cavidad kárstica, descubierta  aproximadamente en 1920  y recién explorada por primera vez hacia el año 1950. Posteriormente, en la década de 1960, se realizan prospecciones importantes en el lugar con la colaboración de instituciones del exterior, como la Universidad de Bolonia y el Smithsonian Institution, junto al Instituto Argentino de Investigaciones Espeleológicas. El área se encuentra ubicada en el suroeste de la provincia de Mendoza, a unos  sesenta y cinco kilómetros al  sur de la ciudad de Malargüe y en jurisdicción del Departamento de ese nombre. Se la declaró Monumento Natural Provincial y cuenta con muy buena infraestructura para recibir turismo, siendo, en los últimos años, uno de los lugares preferidos por los visitantes que se acercan al Departamento Malargüe. Es algo de gran belleza, provoca  admiración, despierta la incógnita y un halo de misterio envuelve a estas magistrales formaciones geológicas.

Categoría

Monumento natural provincial.

Ubicación

El área protegida analizada se encuentra ubicada en el suroeste de la provincia de Mendoza, a unos  sesenta y cinco kilómetros al  sur de la ciudad de Malargüe y en jurisdicción del Departamento de ese nombre. La localidad más próxima es Bardas Blancas, ubicada a 8 kilómetros de la reserva. Las coordenadas geográficas de la misma son:  35º 11’  Lat. S  y  69º 15’ Long.O.

Superficie

El área protegida  Caverna de las Brujas posee 451 hectáreas (otras fuentes le asignan valores muy inferiores).
La finalidad de creación del área fue proteger cavernas con estalagmitas y estalactitas y un sinfín de curiosas formaciones que le otorgan gran valor geológico y fosilífero. También se protegen los paisajes que rodean a las cavernas.

Fecha e instrumento legal de creación

La Ley Provincial Nº 5.544 del año 1990.

Relieve

La formación geológica y estructural de la cordillera es compleja y está asociada estrechamente a su agitado pasado geológico, que originó distintas unidades de relieve sobre las que actuaron intensamente los agentes climáticos dando forma al actual paisaje. En este paisaje modelando por éstos factores encontramos formaciones pertenecientes a casi todas las eras y períodos geológicos.
Las montañas al ser originadas por diversos procesos presentan diferencias de aspecto y constitución litológica. Hacia el oeste se reconoce el ambiente del geosinclinal mesozoico. Producto de una invasión marina de origen Pacífico, en el cual ocurrieron dos ciclos completos de sedimentación (Chiozza y Figueira, 1982). La Cordillera Principal o del Límite justamente fue formada por estos sedimentos que, junto con mantos de rocas eruptivas, fueron elevados y plegados durante la orogenia andina.
La Cordillera Principal esta limitada al este por la Cordillera Frontal, la Precordillera y el Bloque San Rafael, formaciones más antiguas que actuaron como base de esa cuenca mesozoica. En la misma dirección se extiende la Cuenca Triásica subdividida en dos: Cacheuta al norte y Alvear al sur, separadas entre si por la dorsal del río Diamante e implantadas sobre el zócalo de las Sierras Pampeanas (Chiozza y Figueira, op. cit.). Luego, se extienden hacia el este amplias superficies cubiertas por depósitos terciarios y cuaternarios de gran espesor, que cubren rocas precámbricas.
De esta forma se observan tres grandes regiones geomorfológicas, la cordillera en el oeste, las planicies en el este y hacia el sur la gran región de la Payunia, de dominio volcánico y que gradualmente se funde con la meseta patagónica.
Todo el oeste de la provincia – algo más de un tercio del territorio- está ocupado por montañas de gran altura integradas por varias formaciones que disminuyen su altura hacia el este. La Cordillera de los Andes, que en un amplio tramo de su trayecto mendocino es denominada Andes Áridos por las condiciones climáticas, posee dos unidades estructurales: la “Cordillera Principal o del Límite “ que, como su segunda denominación lo indica, es la se halla más al oeste y la “Cordillera Frontal”  por el este. Ésta última, mientras nos desplazamos hacia el oriente, pasa a denominarse “Precordillera”   y  “Bloque de San Rafael”  hacia el sur.
La Cordillera Principal es un encadenamiento joven con altas cumbres, que son divisorias de aguas entre las pendientes Atlántica y Pacífica. Las principales elevaciones de este cordón son el cerro Aconcagua, la máxima elevación de América con sus 6.959 m.s.n.m., y vemos la presencia de varios volcanes como el Tupungato con 6.800, el San José con 5780 y el Maipú de 5.325, entre muchos otros. En esta zona de los andes forman los llamados Penitentes por efecto de la gran insolación. Ésta provoca la fusión de las capas superficiales de los mantos de nieve que se van ahondando en forma de surcos (Chiozza y Figueira, op. cit.) y luego de un tiempo la zona queda cubierta por altos montículos ahusados, alineados de oeste a este.
La Cordillera Frontal y se extiende entre la precordillera y la Cordillera Principal. Esta formado por cordones más antiguos que en su mayoría presentan una orientación noroeste-sudeste   y  noreste-sudoeste,  separados por los valles de los ríos que forman el sistema del Desaguadero. Esta cadena de cordones separados y con distintas orientaciones se formó por las grandes presiones ejercidas al elevarse la Cordillera Principal. El punto de anulación de ambas fuerzas es lo que produjeron las máximas elevaciones. De esta cadena montañosa se destaca el cerro Bonete con 6872 m.  Ambas formaciones geológicamente son distintas y su separación puede señalarse por el contacto de las rocas mesozoicas, propias de la Cordillera Principal y las paleozoicas que identifican a la Frontal. Los desniveles locales son bastante más pronunciados en ésta última y los ríos corren con importante caudal y fuerza de sus aguas. En términos generales se puede decir que presenta un relieve mucho más accidentado.
La Precordillera es un macizo antiguo, compuesto principalmente por metamorfitas y sedimentos paleozoicos de menos altura que los dos cordones precitados, y también producido por la orogenia andina. Esta formación presenta alta sismicidad y callamientos activos que provocan los movimientos  sísmicos.
Separado por sedimentos relativamente modernos de la zona cordillerana, hacia el sureste está el “Bloque de San Rafael”, cuya historia geológica lo vincula con la Cordillera Frontal  y con las serranías que se observan en la provincia de La Pampa. Los ríos Atuel y Diamante lo atraviesan con enormes cañadones, lo que evidencia su condición de ríos antecedentes.
Se denomina “La Travesía” a la extensa zona árida que se desarrolla entre las montañas del oeste y las Sierras de San Luis, considerada geológicamente como una cuenca sedimentaria hundida en el Terciario y posteriormente rellenada por depósitos fluvioglaciales que indican los cambios climáticos que sufrió la región.  No hay drenaje, por lo que en esta zona proliferaban los espejos de agua, como los del complejo Guanacache, donde las aguas están separadas por albardones y los fondos son planos, y un conjunto de factores, mayormente climáticos, provocó casi la extinción de esta antigua zona de humedales.
Las “huayquerías” son elevaciones que se erigen en el oeste y que formaron parte de la cuenca deprimida, pero la orogenia andina las elevó y hoy vemos cerros de hasta 2000 m.s.n.m. surcados por gran cantidad de arroyos, temporarios en su mayoría. Y, entre las huayquerías y la cordillera, se encuentra la “depresión de los huarpes” que se prolonga hacia el sur hasta la laguna de Llancanelo.

Cavernas

Las cavidades subterráneas que se forman naturalmente se denominan cuevas, cavernas o grutas y han dejado de ser una simple curiosidad humana para convertirse su estudio en una ciencia, cual lo es la espeleología.
En donde yacen planos de menor resistencia en las formaciones rocosas se forman las cavernas o cuevas. Estos lugares de menor dureza se encuentran en zonas donde se ponen en contacto rocas de diferente composición y propiedades físicas, donde hay fallas -fracturas por desplazamiento de la corteza terrestre-  o donde se producen  fracturas  en las rocas sometidas a tensiones. En estos “puntos vulnerables”, generalmente, se produce la acción corrosiva del agua, mayormente la de lluvia, que en rocas o terrenos calizos (de carbonato cálcico o calcita) cargadas de anhídrido carbónico, producen reacciones químicas que les facilitan la disolución de los elementos. Así, el agua sigue su curso por las grietas y por la gravedad y la presión hidrostática va en busca de la capa freática. Es oportuno aclarar no todas las cuevas tienen el mismo proceso de formación; también existen cuevas volcánicas por ejemplo.
Los paisajes en los que predomina la roca caliza, y por lo tanto el relieve está marcado por el proceso comentado, reciben el nombre de Karst, denominación originaria de los paisajes de la región balcánica de Istria (antigua Yugoslavia).
Muchas veces el agua subterránea escurre con flujo laminar por estrechas fisuras, las cuales pueden ensancharse por encima o por debajo del nivel freático. De forma que las cavernas pueden desarrollarse por debajo de la superficie o por sobre la misma. En el caso que nos ocupa estamos en clara presencia de una caverna formada en zona vadosa, es decir por encima del nivel freático.
Las cavernas contienen una gran variedad de formas de disolución, sedimentos y espeleoformas (depósitos de forma y mineralogía variadas, principalmente calcita); todas las cuales pueden preservar un registro de la historia geológica y climática del área. De todas estas formas las más curiosas son las estalactitas y la estalgmitas. Una estalactita es un tipo de espeleotema que cuelga del techo o de la pared de una cueva caliza.
Las estalactitas se forman por la deposición, a través de goteo, de carbonato cálcico y otros minerales, los cuales precipitan en soluciones de agua mineralizada. La formación similar pero que parte del suelo es conocida como estalagmita. Luego de mucho tiempo, estas formaciones se convierten ya sea en una columna o en un pilar, pero casi siempre en forma cónica por el proceso de formación.
Esta breve introducción sobre el proceso de formación de una caverna y sus espeleotemas permite comprender mejor el escenario que nos brinda la Caverna de las Brujas.

Hidrografía

Casi toda la red fluvial de Mendoza corresponde a la cuenca del Desaguadero formada por los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel. Sólo en la parte sur, los ríos Barrancas y Grande que forman el Colorado, no integran la mencionada cuenca.
Todos estos cursos de agua nacen en la zona montañosa y descienden hasta las llanuras donde interrumpen sus cuencas debido al intenso aprovechamiento que se hace de los mismos para el riego. Son ríos antecedentes (que conservaron sus cursos desde antes de las formaciones orográficas) que atraviesan las montañas por medio de enormes gargantas erosionadas durante los movimientos terciarios y prácticamente muchos de ellos carecen de agua durante buena parte del año y con el deshielo primaveral sus cauces se hacen muy torrentosos.
El río Mendoza se forma de la unión de los ríos Tupungato y de las Cuevas y recibe las aguas de los arroyos Horcones, Santa María y del río Vacas que desciende del Aconcagua. Nótese la diferencia del caudal de un río que se alimenta de los deshielos como lo es el Mendoza, comparando su caudal medio, calculado en aproximadamente 55 m3/ seg., con los 750 m3/ seg. que alcanza en el verano.
El río Diamante nace al pie del Maipú, en la gran laguna del mismo nombre, aumenta su caudal en su tramo medio por el aporte de las aguas de varios pequeños afluentes y atraviesa la zona árida llegando al Desaguadero con menor cauce. El río Atuel  presenta en una parte estrecha de su cauce una pequeña cascada, llamada Saltos del Nihuil, y aguas abajo se erigió la represa del mismo nombre y varias usinas hidroeléctricas que aprovechan su cauce. Los dos grandes lagos artificiales que hoy posee la Provincia son El Nihuil y el Carrizal; y hay otros de menor tamaño.
En la parte norte del río Desaguadero perviven  dos espejos de aguas permanentes de considerable tamaño que son la Laguna Silverio y la Grande o del Quebrachito. En la parte centro-sur hay otra laguna, Llancanelo, que posee una diversidad muy importante de aves acuáticas que dio lugar a que se le otorgue jerarquía internacional como reserva natural.
El Departamento Malargüe está cruzado por cuatro  ríos que son:  el  Grande, Barrancas, Malargüe y el río Salado. El más importante  es el Río Grande por su extensión y caudal.   

Clima
A pesar de la gran distancia que la separa del Atlántico, la parte cordillerana recibe de ese sector la escasa humedad que se precipita generalmente en forma de grandes nevadas en las partes más elevadas, durante los meses de mayo a agosto. Su frecuencia y magnitud decrecen hacia el este.
Desde el Pacífico, el clima recibe la mayor influencia por la acción del anticiclón del Pacífico que genera vientos del oeste. Estos se elevan y al chocar con los cerros de la cordillera se enfrían y precipitan su humedad en forma de nieve. En la cordillera la ascensión del aire se hace marcadamente a través de los valles y los faldeos de los cerros –generalmente durante las tardes- y,  por la baja presión que hay en las cumbres este aire asciende y forma cúmulos pero no llegan a producirse. De noche ocurre el fenómeno contrario y el viento sopla desde la cima hacia los valles.
Como todas las regiones con marcadas variaciones altitudinales, la temperatura es un factor climático totalmente dependiente de las mismas.
En toda la cordillera cuyana ocurren en invierno fuertes vientos fríos provenientes del sector oeste y sudoeste, que cuando soplan conjuntamente con nevadas se forma el tan temido viento blanco. Estos mismos vientos, bajo condiciones atmosféricas particulares, cruzan los Antes sufriendo bruscos cambios que los transforman al llegar a las zonas bajas en cálidos y secos, como ocurre con el folklórico viento zonda.
Las precipitaciones varían con la altura pero en sentido inverso al de la temperatura, como ejemplo se menciona la localidad de San Martín a 650 m.s.n.m. que recibe lluvias cercanas a los 200 mm anuales y  en Puente del Inca a 3.700 m, cae en forma de lluvia o nieve más de 300 mm.  

Flora y fauna

Respecto a la flora del área no se han realizado relevamientos exhaustivos, y si bien la dentro de las cavernas la luz en muy escasa, aún es posible la existencia de expresiones de vida, tanto sea vegetal como animal. En las proximidades a la entrada siempre penetra luz y en los alrededores de la misma se observa vegetación   característica de la Ecorregión Altos Andes, consistente en una estepa arbustiva o graminosa, de muy escasa altura y con sofisticados mecanismos de adaptación para resistir la inclemencia del tiempo, pese a que el área tratada sólo alcanza una altura cercana a los 2000 m.s.n.m. Esta biorregión  comparte algunas especies vegetales con las ecorregiones de la Puna y la Estepa Patagónica.
Con la fauna ocurre algo similar, se sabe que hay murciélagos, arañas, roedores que utilizan sus primeras galerías como refugio (Chebez, 2005), y hay al menos un cita fidedigna de la presencia del gato andino o gato lince (Oreailurus jacobita), fotografiado en el ingreso de una cavidad. También habría insectos, pero la existencia de colémbolos, muy mencionada en algunos escritos vinculados al turismo (no técnicos), es puesta en duda por algunos espeleólogos.
Se debe señalar que la fauna que está adaptada  a la oscuridad permanente, a las temperaturas invariables y a la humedad constante de las cavernas es generalmente despigmentada, anoftálmica y suele ser relictual de fauna extinguida en superficie. A menudo son especies totalmente endémicas de ese medio subterráneo y hay cavernas europeas que albergan hasta 80 especies endémicas (Benedetto, 2006).

Recursos culturales

Es destacable que todo lo que se observa en la Caverna de La Brujas presenta una rareza tal  y una belleza muy particular que impacta hondamente el espíritu del visitante. En este lugar todo está impregnado de una fuerte sensación de enigma. La expresión de asombro ¡¿cómo de habrá formado esto?¡, está en los labios de gran cantidad de gente. Es decir, todo está rodeado de un embriagante clima de misterio y asombro, es muy distinto a lo que vemos fuera de la caverna. Tal vez por esta necesidad de explicarnos semejantes curiosidades, entre las que hay que incluir también extrañas especies de flora y fauna,  surge la espeleología, disciplina que estudia todo lo que ocurre en las cavernas incluyendo también las técnicas para abordarlas y para conservarlas. En la Argentina es una rama de conocimiento relativamente nueva, pero en Europa ya llevan mucho tiempo las   investigaciones en esta disciplina que contiene elementos de geología, biología y paleontología, básicamente. Fue el francés Emile Rivière, quien a fines del siglo XIX, impone el nombre a los estudios que se realizan sobre todo lo que esté relacionado con las cavernas
En sus primeros pasos la espeleología descubre que las cavernas se forman por la acción del agua sobre rocas solubles, especialmente calizas – y también yesos- como lo señalamos en el ítem referido al “Relieve”. La primera región que se explora es la de Karst, en la actual Eslovenia. Hoy la palabra "karst",  "carst", "carso" designa a toda formación de rocas solubles con un régimen de aguas que penetra a las mismas para traspasarlas y formar túneles, y luego dar lugar a los llamadas espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, cortinas, etc.).
Las Caverna de las Brujas habría sido descubierta por don Francisco Cara en 1920. Hasta la mitad del siglo XX no se registra ninguna exploración a la misma, debido tal vez a las supersticiones y creencias locales. Recién a partir de 1950  geólogos y operarios tanto de la Mina Huemul -productora de Uranio- y del Ferrocarril General San Martín realizan las primeras expediciones al interior recorriendo las salas de mayor dificultad y toma estado público la existencia de este relicto.
A fines de la década de 1960, los incipientes grupos de espeleólogos argentinos hicieron sus primeras exploraciones y debido a ello, y por muchas otras riquezas naturales que posee Malargüe, ésta es conocida mundialmente y considerada  la  cuna de la espeleología argentina.
Hubo acontecimientos célebres en aquellos primeros años de investigación de la Caverna de las Brujas. El espeleólogo Carlos Benedetto estuvo en soledad absoluta durante quince días, desde el 15 de abril al 1 de mayo de 1981, para analizar su propio comportamiento, las reacciones corporales y todo lo que sus sentidos le pudieran trasmitir. En la actualidad este especialista preside la Federación Espeleológica de América Latina y el Caribe, paralelamente a la organización equivalente en el ámbito nacional.
En estas cavernas se realizaron los primeros estudios de mineralogía de cuevas y cavernas en el país por cuenta del Smithsonian Institution, en 1968. Los estudios sobre el origen - fue datada en 2,5 millones años- de esta formación geológica estuvieron a cargo de la Universidad de Bolonia junto al Instituto Argentino de Investigaciones Espeleológicas, recién en 1992. Esto muestra que hay un campo por explorar muy amplio en las numerosas cuevas y cavernas de la Argentina, lo que debe contar con el incentivo de Instituciones Académicas y del estado.
En Argentina, el sistema de cavernas más extenso registrado fehacientemente hasta el momento tiene 3,5 kilómetros y se encuentra en las cercanías de Zapala (Neuquén), denominado Sistema Cavernario de Cuchillo Cura.
Respecto a los primeros habitantes que hurgaron en esta extraña formación natural se estima que fueron los Puelches-Marcollanes y su presencia dataría unos 8.000 años antes del presente. En la Caverna no se han encontrado restos de asentamientos humanos permanentes, pese a la existencia de pinturas rupestres. Esta pudo servir de refugio a los cazadores-recolectores que recorrían la región ante adversidades climáticas y alguna otra situación de peligro. No obstante este hecho es también un enigma, por cuanto a nuestros ojos, parecería un lugar de vivienda permanente óptimo; aunque las investigaciones arqueológicas que se han realizado en la boca de la galería de ingreso afirman que al menos el sector inicial de la cueva, sí habría sido utilizado en forma permanente. El material lítico hallado señala claramente que allí realizaban la preparación de la primera parte del material de caza, que en la mayoría de los casos no eran de origen local, o sea que esas ocupaciones del lugar  eran realizadas por gentes de otros sitios.

Leyenda sobre la Caverna de las Brujas
Se narra que una de las tribus que dominaban estos lugares tenía cautivas a dos mujeres blancas, capturadas en algunos de los malones que los nativos realizaban a los asentamientos del europeo. La vida de estas mujeres con los nativos era muy sacrificada ya que tenían que cumplir tareas desagradables como por ejemplo la servidumbre y el abuso por parte de los caciques.
Para impedir que estas escaparan les habían herido las plantas de sus pies y cuando cicatrizaron sus heridas escaparon. Sin conocer la región caminaron entre cerros y valles refugiándose en una cueva, solamente salían por las noches en busca de alimentos por temor a ser descubiertas.
Cuando los nativos comenzaron a ver dos mujeres de aspecto andrajoso, pelos  y uñas largos se generó una cierta mística por el lugar, muy favorecida por la propensión a la superstición por parte del aborigen.  Transcurrido largo tiempo, cuando estas mujeres ya habían huido, los nativos se aproximaron al lugar vencidos por la curiosidad  y se cuenta que dos grandes lechuzones salieron volando de adentro y fue entonces donde creyeron que las mujeres se habían convertido en aves.

Alternativas turísticas

La Reserva y Monumento Natural Provincial Caverna de las Brujas, se ha convertido en un gran atractivo turístico de toda la Provincia y, más específicamente, del Departamento Malargüe, el que se ha ganado fama por sus múltiples escenarios naturales de gran belleza.
La caverna cuenta con toda la infraestructura que requiere su uso turístico y presenta hermosas decoraciones con diferentes elementos, denominados espeleotemas (ver el ítem “Relieve”). Su composición principal es la calcita y también hay formaciones de yeso. Estos componentes forman una variadísima muestra de complejas formaciones que brindan un escenario realmente impactante. Una de las mayores atracciones la constituyen las estalactitas y estalagmitas, esas  curiosas agujas gigantes que penden del techo y nacen del piso hacia arriba, formadas por el paciente goteo de miles y miles de años. La unión de una estalagmita con una estalactita se denomina columna y agregan una variable más a esta pléyade de formas extrañas con los colores vistosos que le otorgan algunos elementos químicos. Hay también paredes delgadas que dividen sectores a las que se denomina cortinas, tours que son ondulaciones, y las helictitas  que presentan también formas excéntricas por no seguir la línea gravitacional.
La Caverna de las Brujas muestra tres niveles de corredores principales. En el nivel intermedio se encuentra el recorrido más conocido, que se extiende casi horizontalmente con respecto a la entrada y tiene una longitud de aproximadamente 200 m. En este corredor se desarrolla el circuito turístico. El nivel alto se desarrolla en forma casi horizontal pero 20 m por encima del primero. El tercer corredor está constituido por pasadizos que descienden a 20 m por debajo del primero (Manssur y Alcalá, 1999).
Existen otros sectores que resultan prácticamente intransitables debido a su estrechez o por estar obstruidos (Mikkan,  1998).
El visitante dispone de la posibilidad de realizar un sendero interpretativo y paisajístico. El sendero comprende un sector donde puede observarse la flora representativa del lugar, continúa en el yacimiento de fósiles para luego girar hacia el noroeste y comenzar a subir, por el cauce de un arroyo seco, la denominada “Barda de los Caballos” (Manssur y Alcalá, op. cit.). Siguiendo a los citados autores del Plan de Manejo, se menciona que en la parte izquierda del recorrido – luego de la mencionada Barda de los Caballos- , se observa los “Campos de Lapiaz”, formas típicas de disolución de roca caliza. Desde mirador de Chacal-co, la parte más alta del sendero, se puede ver el arroyo del mismo nombre y algunos cerros como el Negro y el Palau Mahuida y hacia el sur  los grandes volcanes Payún Liso y Payún Matru.
Pero volviendo a lo que vemos en el interior de las cavernas se indican cuales son las “salas” en las que se divide el sector de acceso para el turista. La primera se llama Sala de la Virgen  porque las estalagmitas han formado algo muy similar a la imagen de la Virgen María, continuando por los recovecos y vueltas aparece otra sala que se apodó Sala de Las Columnas que nos muestra un gran espacio abovedado con figuras  fantásticas que los agentes naturales con la paciente acción del tiempo lograron modelar. Otro espacio para visitar es la Sala de las Flores donde se ven representaciones que por su colorido semejan flores con caracteres que nunca dejan de producir asombro. Durante este recorrido se atraviesa una zona denominada La Gatera, que hay que atravesarla gateando porque el espacio no nos permite ir de pie. Hay muchísimos otros lugares con estas características por donde no circula el público e incluso aún hay espacios donde los espeleólogos no han explorado.
En recorrido turístico es de unos 400 metros y demora unas dos horas en hacerse. Siempre la visita de realiza acompañados por guías especializados en este tipo de estructuras geológicas, preparados por la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la provincia. Se provee al visitante de casco y también se limita el número de los contingentes, que suelen ser de 8 personas.
Otras salas reciben los nombres de Cámara de los Dioses-El Pesebre, Sala del Encuentro, Sala de la Madre, Sala del Tigre y otras más. No todas pueden ser visitadas por los turistas, a algunas sólo tienen acceso los espeleólogos y geólogos - las dos especialidades mas relacionadas con este fenómeno- que realizan estudios.
Se recomienda al lector ver también el Ítem “Recursos Culturales”, donde se brinda información adicional a la comentada en este apartado.

Contacto

Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza. Av. De Los Plátanos s/n. Parque General San Martín. 5500-MENDOZA. Teléfono (0261) 425-2090/7065
Sitio en Internet: www.recursosnaturales.mendoza.gov.ar
Dirección de Turismo y Medio Ambiente de Malargüe. Ruta 40 y Pasaje La Orteguina. Teléfono (02627) 471 659.
Sitio en Internet : www.malargue.gov.ar

Cómo llegar
Primero de indica como arribar a la capital provincial y al final como hacerlo desde ésta a la Reserva Caverna de las Brujas. Desde Córdoba se arriba a la ciudad de Mendosa por la Ruta Nacional Nº 20 que luego empalma con la R.N. 146 y por ésta se continúa hasta su intersección con la R.N. 7 en la provincia de San Luis.
Partiendo de Santa Fe de la Vera Cruz se toma la RN  19  que une esta ciudad con la capital mediterránea. Desde Córdoba se continúa como se indica en el primer párrafo.
Desde Buenos Aires hay dos alternativas: la Ruta Nacional 7 directamente o la 188 – también nacional- hasta San Rafael y desde aquí se toma R.N. 143 que se fusiona con la 40 hasta llegar a la capital provincial.

Desde la ciudad de Mendoza se va a través de la RN  40 hacia el sur, la que luego de “Dique La Aguada” es mejorada, por lo que se sigue, con una leve curva a la izquierda, por la RN  Nº 143 que nos conduce la ciudad de San Rafael. Desde esta importante ciudad del sur mendocino hay que seguir por la RN Nº 40 (acá asfaltada) hasta Malargüe y en esta localidad  hay que seguir hacia el sur siempre por la RN Nº 40 hasta la localidad de Bardas Blancas. Aquí parte un camino de tierra hacia el norte y a sólo 8 kilómetros está la Caverna de las Brujas.

Problemas de conservación

Se trata de un lugar con características muy especiales, con aspectos aún desconocidos, por lo que se deben extremar al máximo los pasos a seguir. Ya las autoridades de la Provincia, prepararon a guardaparques  y guías especiales para este tipo de formaciones geológicas.
El turismo, sin lugar a dudas, es la principal amenazada potencial para la conservación del lugar. Pero en el Plan de Manejo se estipuló un amplio sector restringido al público y aún las visitas a los lugares permitidos y preparados para el turismo son, según el plan, restringidas en cantidad y espacio de tiempo entre unas y otras. Es muy probable que cumpliendo estrictamente estas pautas pueda ejercerse un usufructo turístico sustentable en el tiempo.

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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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