San Martín

Parque Escolar Rural- Entre Ríos
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

PARQUE ESCOLAR RURAL ENRIQUE BERBUC
PARQUE GENERAL SAN MARTIN


Categoría

Esta área protegida reviste la categoría de Reserva de Uso Múltiple que según la Ley N† 8.967 de la provincia de Entre Ríos – sancionada el 15 de noviembre de 1.995 – en su artículo 26† la define así: “Entiéndase por reserva de Uso Múltiple aquellas áreas con cierto grado de transformación en su condición natural, en las que se privilegia la convivencia armónica entre las actividades productivas del hombre y el mantenimiento de ambientes naturales con sus recursos silvestres. Son zonas apropiadas para la producción ganadera, forestal y de fauna de valor comercial”. Ubicación
El área prospectada se encuentra a 23 kilómetros al oeste de la ciudad de Paraná, en el departamento homónimo, siendo sus coordenadas 31† 40’ de Latitud sur y 60† 20’ de Longitud oeste.

Superficie
El Parque Escolar Rural Enrique Berduc-Parque San Martín abarca una superficie de 594 hectáreas.

Fecha e instrumento legal de creación
El Decreto Provincial N† 2.550 del 29 de agosto de 1950 es el que da origen a esta área preservada. Este expresa: …” que tal terreno situado a más de 23 kilómetros de la ciudad de Paraná, por la morfología del suelo, hidrografía y cubierta forestal, constituye un paisaje natural de extraordinaria belleza, típico del territorio entrerriano, mantenido intacto en la mayor parte de su extensión… conviene preservarlo para generaciones futuras…”. Luego el decreto N† 1.383 publicado en el Boletín Oficial provincial N† 60 del 4 de abril de 1967 , deroga el decreto N† 2.550 y establece el nombre de Parque Escolar Rural “Enrique Berduc”, manteniéndose la designación de Parque Provincial General San Martín para la zona ribereña que sea determinada y condicionada para la utilización pública.
Posteriormente la Resolución N† 1.837 del Consejo General de Educación promociona la utilización del Parque San Martín, La Picada, como recurso didáctico para alumnos y docentes.

Relieve
El relieve entrerriano es una llanura ondulada surcada por cientos de cursos de agua de distinto caudal la que sufre dos interrupciones notorias: una de ellas se produce en el sector sur donde la llanura con pequeñas colinas se encuentra con una barranca que cae en un sector de terrenos bajos e inundables, insuficientemente drenados por los múltiples arroyos que vierten sus aguas en los colosos ríos Paraná y Uruguay y es una zona que se antepone a la deltaica. La otra interrupción de esta llanura se produce en la parte noroeste, en los denominados bajos del Yacaré, resto de una antigua llanura aluvial. El paisaje actual ha evolucionado partiendo de depósitos sedimentarios, más o menos recientes, que se formaron a partir de distintas circunstancias paleoclimáticas geológicas. Los loess se formaron en períodos de tiempo frío, seco y con grandes vientos; los limos en épocas de clima cálido y húmedo y los bancos calcáreos fueron depositados por la ingresión marina, cuando se produjo un descenso general del área. Estos elementos encubren otros más antiguos que emergen en algunos lugares a la superficie. Este sustrato está formado por rocas antiguas relacionadas con el macizo de Brasilia, recubiertas por sedimentos basálticos de diferente edad que en parte salen a la superficie en los saltos del río Uruguay – Grande y Chico- que propiciaron la creación de la actual represa de Salto Grande. Cuando ocurre el plegamiento andino estas estructuras fueron removidas originando líneas de fallas, mayoritariamente con sentido norte-sur, que dieron lugar a la formación de ríos como el Gualeguay, el arroyo Nogoyá y el río Gualeguaychú. La zona quedó quebrada en varios bloques formando las cuchillas Grande y de Montiel.
Otra consecuencia de los movimientos tectónicos, concretamente la falla que originó el Paraná, es la marcada diferencia entre la costa de este río en el lado entrerriano con sus enormes barrancas, respecto a la llana costa de Santa Fe. Al norte de la ciudad de Diamante, cerca del área analizada, la barranca se eleva decenas de metros, dejando al descubierto las capas sedimentarias de edad terciaria que fueran estudiadas por primera vez por el famoso naturalista Alcide d’Orbigny.
Los suelos de la zona que ocupa el Parque Escolar Rural Enrique Berduc- Parque San Martín son molisoles, es decir suelos ricos en materia orgánica, bien estructurados y drenados, que se encuentran en los departamentos de La Paz, Paraná, Diamante, Victoria, Nogoyá y Gualeguay, o sea en una franja paralela al Paraná (Jozami & Muñoz, 1984).

Hidrografía
El río Paraná, con influencia en la zona del área protegida prospectada, pertenece a la cuenca del Plata. Se forma en territorio brasileño con la unión de los ríos Paranaiba y Grande. Podría dividirse su recorrido en tres tramos con caractísticas diferentes: el primero de ellos es el que corre entre la naciente y la ciudad de Posadas. Este sector se caracteriza tener una moderada pendiente, frecuentes saltos con rocas que afloran del lecho y se convierten en obstáculos que las aguas deben sortear, el curso es definido entre barrancas. El segundo tramo es el que transcurre entre Posadas y Paso de la Patria y se distingue por presentar un brusco cambio de dirección hacia el oeste, una pronunciada pendiente y se forman islas – restos de basaltos – en su cauce. El último sector aproximadamente es el que va desde la ciudad de Paso de la Patria hasta su desembocadura en el Plata. Al tercer tramo se lo distingue por volver a tener escasa pendiente, la orilla oriental (entrerriana) es elevada presentando barrancas y a partir de la ciudad de Diamante gradualmente, mientras se aproxima a su desembocadura, comienza a formarse uno de los deltas más importantes del mundo.
La red hídrica tiene además gran influencia en la génesis de los procesos que afectan al área como la erosión hídrica y las inundaciones que cuando ocurren arrastran apreciables capas de suelo.

Clima
La provincia de Entre Ríos puede dividirse en dos grandes regiones climáticas según Daus y García Gache. Un sector Norte con clima subtropical sin estación seca, y otra que afecta al resto de la provincia y presenta un clima templado pampeano.
En la zona centro-oeste de la Argentina se forma un núcleo de bajas presiones que atrae los vientos del Atlántico de origen cálido, provenientes del noreste y del este. A esto hay que agregar que la barrera orográfica de los Andes frena el anticiclón del Pacífico que aporta aire frío. Por otra parte al sur del país sucede un fenómeno casi opuesto: ingresan vientos provenientes del oeste, originados por el anticiclón del Pacífico, que se dirigen al norte y se enfrentan con el aire caliente de ese sector formando un frente subtropical. De las variables que se susciten entre estos fenómenos depende todo el clima del norte argentino a partir del río Colorado.
De lo antedicho surge que el régimen de vientos de la Provincia de Entre Ríos se caracteriza por un marcado predominio de los que provienen del sector Norte, siguiéndole en frecuencia los del Nordeste y en tercer lugar se ubican los vientos de Sur, seguidos por los del Sudeste. O sea, que del sector oeste en su conjunto soplan muy pocos vientos. Esto trae como consecuencia que hay una influencia de corrientes cálidas con escasas incursiones de vientos frescos.
La temperatura media anual disminuye de norte a sur, el mes más cálido corresponde a enero y el más frío es julio. Las precipitaciones disminuyen del noreste al sudoeste entre los 1.200 y los 900 mm. anuales aproximadamente entre ambos sectores. La estación más lluviosa es el otoño, con un porcentaje cercano al 31 % de las lluvias, seguido del verano con sólo un punto menos del porcentual que corresponde al otoño; la estación más seca es el invierno.

Flora
El Parque está ubicado biogeográficamente dentro de la Provincia del Espinal con representaciones de la Provincia Paranaense por la vegetación que acompaña el curso de los arroyos, según la clasificación de Cabrera (1976). De acuerdo a la división en eco-regiones que se hiciera dentro del Programa de Desarrollo Institucional Ambiental y la Administración de Parques Nacionales en el año 1.999, el área prospectada se ubica dentro de la Eco-región del Espinal. En este tema se estima oportuno mencionar la clasificación que hiciera Muñoz (1982) exclusiva para Entre Ríos, la región de sus principales estudios. Divide al territorio provincial en tres distritos:
- Distrito de Montiel que ocupa una franja que partiendo desde el norte hasta aproximadamente el centro del departamento Nogoyá, dejando por el este otra franja amplia y por el oeste llega hasta el norte del departamento Paraná. Lo caracteriza la abundancia de monte semixerófilo, con predominio de algarrobo negro (Prosopis nigra), ñandubay (Prosopis affinis), espinillo (Acacia caven), tala (Celtis tala) y otras especies.
- Distrito de la Selva en Galería, formado principalmente por especies hidrófilas, justamente por desarrollarse sobre las márgenes de gran parte de los ríos y arroyos de la Provincia y en un sector que corresponde al departamento de Ibicuy se extiende por la formación del delta del Paraná. Las árboles que se pueden observar son el sauce criollo (Salix humboldtiana), el curupí (Sapium haematospermun), aliso de río (Tessaria integrifolia), seibo (Erythrina crista-galli) y muchas especies más.
- Y, por último, el Distrito de la Pradera Pampeana que ocupa una amplia franja recostada sobre el este de la provincia, el sur y parte del oeste hasta el departamento Paraná, donde está el área analizada en la que hay que agregar los sectores con selva en galería.
Esta clasificación biogeográfica se estima bastante adecuada para la zonificación de la Provincia.
Para describir la vegetación del Parque Provincial E. Berduc – Parque San Martín transcribiremos los párrafos referentes al tema, desarrollados por Muzzachiodi, N., Osinalde, J.M. y R.R. Fernández (1998) en el trabajo “Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas de Entre Ríos. Avances y Perspectivas”, que dicen : “ de la flora se pueden reconocer tres ambientes: selva en galería; formación marginal de los arroyos Las Conchas y Sauce, con una vegetación típica, sin gran distribución en el resto del territorio, propia del microclima del arroyo, entremezclada con especies del monte semixerofítico; pajonales graminiformes y vegetación acuática asociada; formación típica del Bañado del Yacaré y zonas bajas inundables, compuestas de pajonales (Panicum prionitis) ; monte con características semixerofíticas, con dominancia del género Prosopis, seguido por talas (Celtis tala), molles ( Schinus sp.), sombra de toro (Jodina rhombifolia), etc”. Otras especies arbóreas que se hallan en el ámbito del Parque y que son representativas de los biomas mencionados son el algarrobo negro (Prosopis nigra), el ya mencionado sauce criollo (Salix humbodtiana), el algarrobo blanco (Prosopis alba), palma caranday (Thritrinax campestres), quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco), chañar (Geoffroea decorticans). Dado que el área el algunos sectores fue un parque público no nos debe extrañar que se encuentren numerosas plantas leñosas exóticas como acacia negra, el paraíso, mora y ligustros, entre las más abundantes.

Fauna
Esta área protegida se destaca, dentro del grupo vertebrados, por la ornitofauna. En estudios de campo efectuados entre abril de 1994 y marzo de 1995 se registraron 165 especies de las cuales, 61 nidifican en el Parque. Con posteriores estudios realizados durante el año 1998 la lista se incrementó a 217 especies (Muzzachoidi, 1998). Esta cifra es significativa para una reserva de escasa superficie y con muchos alteraciones antrópicas adversas para el desarrollo le poblaciones faunísticas. Representantes de varias familias habitan el lugar pudiendo señalarse como las que cuentan con especies más conspicuas dentro de los paseriformes a la Dendrocolaptidae, Furnariidae, Tyrannidae, Hirundinidae, Troglodytidae, Mimidae, Sylviidae, Emberizidae e Icteridae entre otras. De los no paseriformes se encuentran en igual situación las familias Columbidae, Psittacidae - principalmente por la cotorra común (Myiopsitta monacha) - , Picidae, Alcedinidae, Rallidae, Accipitridae, Falconidae, Ardeidae. Anatidae y otras con especies de presencia menos habitual.
La mastofauna no ha sido objeto de relevamientos integrales, no obstante es significativa la presencia de dos mamíferos mayores como el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) y de la corzuela parda o guazuncho (Mazana gouazoubira) -
(Gob. Pcia. Entre Ríos y APN. Sistema de Áreas Prot. de Entre Ríos, act. 2002) -. Entre los marsupiales la conspicua comadreja overa, común o mbikuré eté, en guaraní, (Didelphys albiventris) está registrada como huésped del área lo mismo que el zorrino común (Conepatus chinga), el zorro gris o pampeano (Dusicyon gymnocercus), el hurón menor (Galictis cuja), el gato montés (Oncifelis geoffroyi). El casi emblemático coipo, quiyá u nutria (Myocastoridae coypus) que habita todavía con cierta abundancia arroyos, ríos y lagunas de gran parte del noreste, extendiéndose hacia el sur hasta aproximadamente el comienzo de la región patagónica, está presente en los arroyos de este Parque. La rata colorada (Holochilus brasiliensis) y cuises de la familia Cavidae completan la nómina de las principales especies que surgen de una lista preliminar - que sumó 31 mamíferos – consignada por Muzzachiodi et al. (l998). A esta nómina habría que agregar tres especies más con citas confirmadas según consta en el trabajo – ya nombrado - elaborado por el Gob.de Entre Ríos y la A.P.N. que lleva por título “Sistema de Áreas Naturales Protegidas de la Provincia de Entre Ríos”. Ella son: dos cricétidos (F. Muridae para otros autores), el colilargo isleño (Oligoryzomys delticola) y el hocicudo común (Oxymycterus rufus ssp.); un representante de los quirópteros (F.Vespertilionida) que es el murciélago oreja de ratón (Myotis levis levis) y otro de la familia Dasypodidae la mulita común o pampeana (Dasypus hybridus).
Del mundo de los ofidios, según la lista preliminar se han registrado 11 especies con presencia confirmada. De la familia Colubridae se pueden mencionar a la falsa coral (Oxyrhopus rhombifer), ( Philodryas patagonicus) una culebra que no tiene un nombre común más o menos determinado - algunos simplemente la denominan culebra verde, ratonera la llaman en algunos sectores litoraleños o culebra parda como la menciona Freiberg (1970)- que ingiere otras especies de ofidios y la congénere (Philodryas baroni) que algunos llaman culebra voladora, haciendo referencia a su hábito de saltar en los árboles de rama en rama, su hábitat favorito . De la familia Crotalidae se detectó la presencia del género Bothrops, al cual pertenecen las dos principales que se las apoda yarará, aunque a la yarará grande también se llama víbora de la cruz o crucera (Bothrops alternatus).
Los anfibios, dentro de los cuales sólo haremos referencia a los anuros, como la rana rayada (Leptodactylus gracilis), el género Hyla está representado por más de una especie. Y por último, respecto a la ictiofauna hay que destacar la presencia de 42 especies de peces sobre los arroyos La Conchas, Sauce Grande y el bañado del Yacaré. Son especies conspicuas el armado (Pterodoras granulosus), el dorado (Salminus maxillosus), la tararira (Hoplias malabaricus) y varias especies más de los géneros Pimelodus, conocidas varias de ellas como bagres, Shizodon – bogas -, Potamotrygom – rayas-, Plecostomus – viejas de agua-, Loricaria – sábalos-, y otros géneros que son comunes en las aguas del Paraná.

Recursos culturales
En este apartado creemos oportuno reseñar someramente la destacada actuación pública de don Enrique Berduc, quien donara al entonces Consejo General de Educación, en el año 1924, el predio para que se creara el parque que hoy lleva su nombre. Nació en Paraná en 1855 y murió en la misma ciudad el 27 de septiembre de 1928. Su primera actuación pública tuvo ocasión al producirse la sublevación de López Jordán en Entre Ríos y asumir la actitud de enrolarse en la guardia nacional para luchar contra la rebelión. Fue elegido diputado a la legislatura y en 1887 llegó a hacerse cargo de la intendencia de Paraná, desde cuyas funciones dejó su impronta en el embellecimiento de la ciudad. En 1892 fue electo diputado nacional siendo reelecto en dos oportunidades más- 1896 y 1900-, interrumpiendo el último período para hacerse cargo del Ministerio de Hacienda de la Nación. Culmina su desempeño en la función pública dirigiendo el Banco de la Nación Argentina desde 1907 hasta 1914. Donó, además de las hectáreas que ocupa el área prospectada, otros bienes al estado provincial.
Un recurso cultural muy importante de un área determinada es conocer quienes fueron los primeros pobladores de la región. Ello nos vincula con los ancestros, contribuyendo de esa forma a reconocer nuestra identidad y en lo que respecta a la parte lingüística nos muestra el origen del significado de los nombres de la flora, la fauna y de la toponimia, que en el caso particular que tratamos son pródigas en nombres de origen guaraní, prácticamente la única lengua aborigen con alfabeto – elaborado por los jesuitas- que subsiste. En realidad, la información de la que se dispone para esta región es todavía fragmentaria, en lo que se refiere a las etapas más antiguas del poblamiento (Caro, 1999). A lo largo de los siglos los ríos como el Paraná y los del gran Delta que forma en su desembocadura, fueron la vía de comunicación más utilizada por sucesivas ocupaciones de distintas culturas que se iban desplazando desde sus lugares de origen. La última y más importante de ellas, por lo menos por haber dejado sus huellas hasta el presente, es precisamente la guaranítica, aunque tuvo mayor influencia sobre el corredor del río Uruguay. Sí se pudo constatar que alrededor de 1.500 años A.P. la mayor parte de los pueblos de la cuenca del Plata había aprendido la técnica del manejo y cocción del barro, procedente de la boca del Amazonas o el Mato Grosso (Ceruti, 2.000).
Hacia el siglo XVI el litoral argentino estaba ocupado por una serie de entidades ubicadas a una y otra margen del río Paraná que recibían distintos nombres – en conjunto la etnografía los denomina Grupo del Litoral y los divide en tres agrupaciones según la latitud – y se distinguían por alguna particularidad lingüística y cultural, aunque en lo fundamental su cultura básica sea una sola (Canals Frau, 1986). De estas entidades la que ocupaba la zona del Parque Berduc es la de los chaná-timbú, a los que hacen referencia varios cronistas como el renombrado Ulrico Schmild en su obra “Derrotero y viaje a España y las Indias”.
Como rasgos que distinguían a esta cultura puede señalarse que eran modeladores plásticos por excelencia, sus casas eran de esteras, con compartimientos y muy bien hechas, generalmente sobre albardones y eran canoeros y pescadores. Los hombres y las mujeres de horadaban la nariz y en los orificios colgaban pequeños adornos (Serrano, 2000). La mayor oscuridad reina sobre el idioma que estos aborígenes hablaban en el siglo XVI, sólo se conoce alguna que otra palabra utilizada en la toponimia, y de muy pocos animales como, por sólo citar un ejemplo, al sábalo lo denominaban quirnumbatá y piare a otro pez no identificado. A pesar del escaso conocimiento, se puede afirmar que estos indígenas hablaban por lo menos tres formas dialectales. Una de ellas sería estudiada dos siglos después por el padre Lizárraga.

Alternativas turísticas
A semejanza de cualquier área protegida la posibilidad de contactarse con la naturaleza a través de la observación de aves, de la flora, recorrido de senderos, la búsqueda de la fotografía ideal en un detalle del paisaje, de una flor, de cualquier representante de la fauna del lugar son posibilidades que brinda ampliamente este Parque Provincial.
La alternativa de practicar la pesca depende de las disposiciones que las autoridades competentes determinen sobre el particular según las circunstancias.
Habitualmente es utilizado el sector como lugar de pic-nic, especialmente los fines de semana, por los paranaenses. También son aprovechadas las playas en forma consuetudinaria, todo esto se desarrolla en lo que se denomina Parque San Martín que es la parte del área más utilizada como reserva de uso múltiple.
También constituye una posibilidad de paseo para el turista que se encuentre recorriendo la ciudad de Paraná y quiere un espacio de aire, sol y verdor.


Como llegar
La ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, está ubicada a 341 kilómetros de Córdoba a la que la unen las rutas nacionales 34 y 168, cruzando en Santa Fe por el túnel subfluvial “Hernandarias”. De Buenos Aires está situada a 475 kilómetros aproximadamente, pudiendo arribar por dos recorridos principales: la ruta nacional N† 9 – autopista Panamericana- hasta Santa Fe y luego de recorrer unos 30 kilómetros por la ruta nacional N† 168 se llega a Paraná. La otra alternativa es ir por la mencionada autopista Panamericana hasta la localidad de Zárate, donde se cruzan los puentes Zárate-Brazo Largo - llamado Complejo Ferrovial Unión Nacional- y se toma la ruta nacional N† 12 y a partir de la ciudad de Gualeguay la N† 11. Desde la ciudad de Paraná se toma la ruta 12 en dirección hacia la ciudad de La Paz y tras recorrer 23 kilómetros se llega al Parque Escolar Rural Enrique Berduc-Parque General San Martín, generalmente conocido localmente por el segundo nombre.

Problemas de conservación
Si se tiene en consideración que el predio que ocupa el Parque prospectado desde que don Enrique Berduc lo cediera al Consejo General de Educación, paradójicamente, sufrió un impacto antrópico de singular magnitud, es de imaginar que los problemas de conservación – y restitución en buena medida – sean múltiples. Algunos de los malos tratos sufridos durante décadas como área natural protegida son la explotación sin control como campo de pastoreo para bovinos y equinos, principalmente. Durante ese período la extracción de leña fue permanente, incluso por parte de establecimientos educativos instalados en el área. Los cazadores furtivos ante la sensación de “tierra de nadie” convirtieron el lugar en un interesante coto de caza a pocos kilómetros de la Capital provincial. Como si todo esto fuera poco, durante mucho tiempo, seguramente por desconocer que era un área protegida, el Ejército Argentino utilizó el lugar para prácticas militares. La instalación de un camping en uno de los montes autóctonos más interesantes, de caminos internos, picadas para el ganado de pastoreo, la invasión de plantas exóticas ya mencionadas en el ítem flora, conformación de basurales y la presencia de una cantidad de público totalmente desproporcionado con el tamaño del área provocaron que sólo puedan considerarse como aptas para intentar preservar sustentablemente unas 300 hectáreas. O sea de las casi 600 hectáreas que legara un honorable ciudadano al estado provincial para que. según dice el decreto de fundación, “constituye (el área donada) un paisaje natural de extraordinaria belleza, típico del territorio entrerriano, mantenido intacto en la mayor parte de su extensión, por lo cual previera su generoso donante, resulta un pedazo de naturaleza primitiva que conviene preservarlo para generaciones futuras…”, sólo la mitad llegó a sobrevivir a semejante atropello a un bien que estaba protegido por un decreto del Ejecutivo Provincial.
La quita total del ganado de todo tipo, incluyendo perros cimarrones o no, en buena parte fue llevada a cabo en los últimos años, pero esa intromisión debe erradicarse en forma definitiva. También se trabajó para reducir la carga antrópica y se llegó, a partir de 1993, incluso a clausurar el camping, suprimir basurales, se plantaron árboles autóctonos y se cercó la unidad de conservación.
De todas formas uno de los males contra los que más van a tener que luchar el personal de la Dirección de Producción Vegetal y Recursos Naturales que tiene a su cargo el Parque, es compensar de alguna forma el fenómeno de insularidad que padece la unidad - notoriamente agravado por la escasa superficie que posee- y el permanente control que requiere un área natural protegida muy próxima a una gran ciudad y con pobladores lindantes. El control del avance de la vegetación exótica no suele resolverse fácilmente, esperemos que esta generalización sea una excepción en el Parque prospectado.

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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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