EDICION
PROVISORIA
- EN PROCESO
DE DIAGRAMACION
PARQUE
ESCOLAR
RURAL
ENRIQUE
BERBUC
PARQUE
GENERAL
SAN MARTIN
Categoría
Esta área
protegida
reviste
la categoría
de Reserva
de Uso
Múltiple
que según
la Ley
N† 8.967
de la
provincia
de Entre
Ríos
–
sancionada
el 15
de noviembre
de 1.995
–
en su
artículo
26† la
define
así:
“Entiéndase
por reserva
de Uso
Múltiple
aquellas
áreas
con cierto
grado
de transformación
en su
condición
natural,
en las
que se
privilegia
la convivencia
armónica
entre
las actividades
productivas
del hombre
y el mantenimiento
de ambientes
naturales
con sus
recursos
silvestres.
Son zonas
apropiadas
para la
producción
ganadera,
forestal
y de fauna
de valor
comercial”.
Ubicación
El área
prospectada
se encuentra
a 23 kilómetros
al oeste
de la
ciudad
de Paraná,
en el
departamento
homónimo,
siendo
sus coordenadas
31† 40’
de Latitud
sur y
60† 20’
de Longitud
oeste.
Superficie
El Parque
Escolar
Rural
Enrique
Berduc-Parque
San Martín
abarca
una superficie
de 594
hectáreas.
Fecha
e instrumento
legal
de creación
El Decreto
Provincial
N† 2.550
del 29
de agosto
de 1950
es el
que da
origen
a esta
área
preservada.
Este expresa:
…”
que tal
terreno
situado
a más
de 23
kilómetros
de la
ciudad
de Paraná,
por la
morfología
del suelo,
hidrografía
y cubierta
forestal,
constituye
un paisaje
natural
de extraordinaria
belleza,
típico
del territorio
entrerriano,
mantenido
intacto
en la
mayor
parte
de su
extensión…
conviene
preservarlo
para generaciones
futuras…”.
Luego
el decreto
N† 1.383
publicado
en el
Boletín
Oficial
provincial
N† 60
del 4
de abril
de 1967
, deroga
el decreto
N† 2.550
y establece
el nombre
de Parque
Escolar
Rural
“Enrique
Berduc”,
manteniéndose
la designación
de Parque
Provincial
General
San Martín
para la
zona ribereña
que sea
determinada
y condicionada
para la
utilización
pública.
Posteriormente
la Resolución
N† 1.837
del Consejo
General
de Educación
promociona
la utilización
del Parque
San Martín,
La Picada,
como recurso
didáctico
para alumnos
y docentes.
Relieve
El relieve
entrerriano
es una
llanura
ondulada
surcada
por cientos
de cursos
de agua
de distinto
caudal
la que
sufre
dos interrupciones
notorias:
una de
ellas
se produce
en el
sector
sur donde
la llanura
con pequeñas
colinas
se encuentra
con una
barranca
que cae
en un
sector
de terrenos
bajos
e inundables,
insuficientemente
drenados
por los
múltiples
arroyos
que vierten
sus aguas
en los
colosos
ríos
Paraná
y Uruguay
y es una
zona que
se antepone
a la deltaica.
La otra
interrupción
de esta
llanura
se produce
en la
parte
noroeste,
en los
denominados
bajos
del Yacaré,
resto
de una
antigua
llanura
aluvial.
El paisaje
actual
ha evolucionado
partiendo
de depósitos
sedimentarios,
más
o menos
recientes,
que se
formaron
a partir
de distintas
circunstancias
paleoclimáticas
geológicas.
Los loess
se formaron
en períodos
de tiempo
frío,
seco y
con grandes
vientos;
los limos
en épocas
de clima
cálido
y húmedo
y los
bancos
calcáreos
fueron
depositados
por la
ingresión
marina,
cuando
se produjo
un descenso
general
del área.
Estos
elementos
encubren
otros
más
antiguos
que emergen
en algunos
lugares
a la superficie.
Este sustrato
está
formado
por rocas
antiguas
relacionadas
con el
macizo
de Brasilia,
recubiertas
por sedimentos
basálticos
de diferente
edad que
en parte
salen
a la superficie
en los
saltos
del río
Uruguay
–
Grande
y Chico-
que propiciaron
la creación
de la
actual
represa
de Salto
Grande.
Cuando
ocurre
el plegamiento
andino
estas
estructuras
fueron
removidas
originando
líneas
de fallas,
mayoritariamente
con sentido
norte-sur,
que dieron
lugar
a la formación
de ríos
como el
Gualeguay,
el arroyo
Nogoyá
y el río
Gualeguaychú.
La zona
quedó
quebrada
en varios
bloques
formando
las cuchillas
Grande
y de Montiel.
Otra consecuencia
de los
movimientos
tectónicos,
concretamente
la falla
que originó
el Paraná,
es la
marcada
diferencia
entre
la costa
de este
río
en el
lado entrerriano
con sus
enormes
barrancas,
respecto
a la llana
costa
de Santa
Fe. Al
norte
de la
ciudad
de Diamante,
cerca
del área
analizada,
la barranca
se eleva
decenas
de metros,
dejando
al descubierto
las capas
sedimentarias
de edad
terciaria
que fueran
estudiadas
por primera
vez por
el famoso
naturalista
Alcide
d’Orbigny.
Los suelos
de la
zona que
ocupa
el Parque
Escolar
Rural
Enrique
Berduc-
Parque
San Martín
son molisoles,
es decir
suelos
ricos
en materia
orgánica,
bien estructurados
y drenados,
que se
encuentran
en los
departamentos
de La
Paz, Paraná,
Diamante,
Victoria,
Nogoyá
y Gualeguay,
o sea
en una
franja
paralela
al Paraná
(Jozami
&
Muñoz,
1984).
Hidrografía
El río
Paraná,
con influencia
en la
zona del
área
protegida
prospectada,
pertenece
a la cuenca
del Plata.
Se forma
en territorio
brasileño
con la
unión
de los
ríos
Paranaiba
y Grande.
Podría
dividirse
su recorrido
en tres
tramos
con caractísticas
diferentes:
el primero
de ellos
es el
que corre
entre
la naciente
y la ciudad
de Posadas.
Este sector
se caracteriza
tener
una moderada
pendiente,
frecuentes
saltos
con rocas
que afloran
del lecho
y se convierten
en obstáculos
que las
aguas
deben
sortear,
el curso
es definido
entre
barrancas.
El segundo
tramo
es el
que transcurre
entre
Posadas
y Paso
de la
Patria
y se distingue
por presentar
un brusco
cambio
de dirección
hacia
el oeste,
una pronunciada
pendiente
y se forman
islas
–
restos
de basaltos
–
en su
cauce.
El último
sector
aproximadamente
es el
que va
desde
la ciudad
de Paso
de la
Patria
hasta
su desembocadura
en el
Plata.
Al tercer
tramo
se lo
distingue
por volver
a tener
escasa
pendiente,
la orilla
oriental
(entrerriana)
es elevada
presentando
barrancas
y a partir
de la
ciudad
de Diamante
gradualmente,
mientras
se aproxima
a su desembocadura,
comienza
a formarse
uno de
los deltas
más
importantes
del mundo.
La red
hídrica
tiene
además
gran influencia
en la
génesis
de los
procesos
que afectan
al área
como la
erosión
hídrica
y las
inundaciones
que cuando
ocurren
arrastran
apreciables
capas
de suelo.
Clima
La provincia
de Entre
Ríos
puede
dividirse
en dos
grandes
regiones
climáticas
según
Daus y
García
Gache.
Un sector
Norte
con clima
subtropical
sin estación
seca,
y otra
que afecta
al resto
de la
provincia
y presenta
un clima
templado
pampeano.
En la
zona centro-oeste
de la
Argentina
se forma
un núcleo
de bajas
presiones
que atrae
los vientos
del Atlántico
de origen
cálido,
provenientes
del noreste
y del
este.
A esto
hay que
agregar
que la
barrera
orográfica
de los
Andes
frena
el anticiclón
del Pacífico
que aporta
aire frío.
Por otra
parte
al sur
del país
sucede
un fenómeno
casi opuesto:
ingresan
vientos
provenientes
del oeste,
originados
por el
anticiclón
del Pacífico,
que se
dirigen
al norte
y se enfrentan
con el
aire caliente
de ese
sector
formando
un frente
subtropical.
De las
variables
que se
susciten
entre
estos
fenómenos
depende
todo el
clima
del norte
argentino
a partir
del río
Colorado.
De lo
antedicho
surge
que el
régimen
de vientos
de la
Provincia
de Entre
Ríos
se caracteriza
por un
marcado
predominio
de los
que provienen
del sector
Norte,
siguiéndole
en frecuencia
los del
Nordeste
y en tercer
lugar
se ubican
los vientos
de Sur,
seguidos
por los
del Sudeste.
O sea,
que del
sector
oeste
en su
conjunto
soplan
muy pocos
vientos.
Esto trae
como consecuencia
que hay
una influencia
de corrientes
cálidas
con escasas
incursiones
de vientos
frescos.
La temperatura
media
anual
disminuye
de norte
a sur,
el mes
más
cálido
corresponde
a enero
y el más
frío
es julio.
Las precipitaciones
disminuyen
del noreste
al sudoeste
entre
los 1.200
y los
900 mm.
anuales
aproximadamente
entre
ambos
sectores.
La estación
más
lluviosa
es el
otoño,
con un
porcentaje
cercano
al 31
% de las
lluvias,
seguido
del verano
con sólo
un punto
menos
del porcentual
que corresponde
al otoño;
la estación
más
seca es
el invierno.
Flora
El Parque
está
ubicado
biogeográficamente
dentro
de la
Provincia
del Espinal
con representaciones
de la
Provincia
Paranaense
por la
vegetación
que acompaña
el curso
de los
arroyos,
según
la clasificación
de Cabrera
(1976).
De acuerdo
a la división
en eco-regiones
que se
hiciera
dentro
del Programa
de Desarrollo
Institucional
Ambiental
y la Administración
de Parques
Nacionales
en el
año
1.999,
el área
prospectada
se ubica
dentro
de la
Eco-región
del Espinal.
En este
tema se
estima
oportuno
mencionar
la clasificación
que hiciera
Muñoz
(1982)
exclusiva
para Entre
Ríos,
la región
de sus
principales
estudios.
Divide
al territorio
provincial
en tres
distritos:
- Distrito
de Montiel
que ocupa
una franja
que partiendo
desde
el norte
hasta
aproximadamente
el centro
del departamento
Nogoyá,
dejando
por el
este otra
franja
amplia
y por
el oeste
llega
hasta
el norte
del departamento
Paraná.
Lo caracteriza
la abundancia
de monte
semixerófilo,
con predominio
de algarrobo
negro
(Prosopis
nigra),
ñandubay
(Prosopis
affinis),
espinillo
(Acacia
caven),
tala (Celtis
tala)
y otras
especies.
- Distrito
de la
Selva
en Galería,
formado
principalmente
por especies
hidrófilas,
justamente
por desarrollarse
sobre
las márgenes
de gran
parte
de los
ríos
y arroyos
de la
Provincia
y en un
sector
que corresponde
al departamento
de Ibicuy
se extiende
por la
formación
del delta
del Paraná.
Las árboles
que se
pueden
observar
son el
sauce
criollo
(Salix
humboldtiana),
el curupí
(Sapium
haematospermun),
aliso
de río
(Tessaria
integrifolia),
seibo
(Erythrina
crista-galli)
y muchas
especies
más.
- Y, por
último,
el Distrito
de la
Pradera
Pampeana
que ocupa
una amplia
franja
recostada
sobre
el este
de la
provincia,
el sur
y parte
del oeste
hasta
el departamento
Paraná,
donde
está
el área
analizada
en la
que hay
que agregar
los sectores
con selva
en galería.
Esta clasificación
biogeográfica
se estima
bastante
adecuada
para la
zonificación
de la
Provincia.
Para describir
la vegetación
del Parque
Provincial
E. Berduc
–
Parque
San Martín
transcribiremos
los párrafos
referentes
al tema,
desarrollados
por Muzzachiodi,
N., Osinalde,
J.M. y
R.R. Fernández
(1998)
en el
trabajo
“Sistema
Provincial
de Áreas
Naturales
Protegidas
de Entre
Ríos.
Avances
y Perspectivas”,
que dicen
: “
de la
flora
se pueden
reconocer
tres ambientes:
selva
en galería;
formación
marginal
de los
arroyos
Las Conchas
y Sauce,
con una
vegetación
típica,
sin gran
distribución
en el
resto
del territorio,
propia
del microclima
del arroyo,
entremezclada
con especies
del monte
semixerofítico;
pajonales
graminiformes
y vegetación
acuática
asociada;
formación
típica
del Bañado
del Yacaré
y zonas
bajas
inundables,
compuestas
de pajonales
(Panicum
prionitis)
; monte
con características
semixerofíticas,
con dominancia
del género
Prosopis,
seguido
por talas
(Celtis
tala),
molles
( Schinus
sp.),
sombra
de toro
(Jodina
rhombifolia),
etc”.
Otras
especies
arbóreas
que se
hallan
en el
ámbito
del Parque
y que
son representativas
de los
biomas
mencionados
son el
algarrobo
negro
(Prosopis
nigra),
el ya
mencionado
sauce
criollo
(Salix
humbodtiana),
el algarrobo
blanco
(Prosopis
alba),
palma
caranday
(Thritrinax
campestres),
quebracho
blanco
(Aspidosperma
quebracho-blanco),
chañar
(Geoffroea
decorticans).
Dado que
el área
el algunos
sectores
fue un
parque
público
no nos
debe extrañar
que se
encuentren
numerosas
plantas
leñosas
exóticas
como acacia
negra,
el paraíso,
mora y
ligustros,
entre
las más
abundantes.
Fauna
Esta área
protegida
se destaca,
dentro
del grupo
vertebrados,
por la
ornitofauna.
En estudios
de campo
efectuados
entre
abril
de 1994
y marzo
de 1995
se registraron
165 especies
de las
cuales,
61 nidifican
en el
Parque.
Con posteriores
estudios
realizados
durante
el año
1998 la
lista
se incrementó
a 217
especies
(Muzzachoidi,
1998).
Esta cifra
es significativa
para una
reserva
de escasa
superficie
y con
muchos
alteraciones
antrópicas
adversas
para el
desarrollo
le poblaciones
faunísticas.
Representantes
de varias
familias
habitan
el lugar
pudiendo
señalarse
como las
que cuentan
con especies
más
conspicuas
dentro
de los
paseriformes
a la Dendrocolaptidae,
Furnariidae,
Tyrannidae,
Hirundinidae,
Troglodytidae,
Mimidae,
Sylviidae,
Emberizidae
e Icteridae
entre
otras.
De los
no paseriformes
se encuentran
en igual
situación
las familias
Columbidae,
Psittacidae
- principalmente
por la
cotorra
común
(Myiopsitta
monacha)
- , Picidae,
Alcedinidae,
Rallidae,
Accipitridae,
Falconidae,
Ardeidae.
Anatidae
y otras
con especies
de presencia
menos
habitual.
La mastofauna
no ha
sido objeto
de relevamientos
integrales,
no obstante
es significativa
la presencia
de dos
mamíferos
mayores
como el
carpincho
(Hydrochaeris
hydrochaeris)
y de la
corzuela
parda
o guazuncho
(Mazana
gouazoubira)
-
(Gob.
Pcia.
Entre
Ríos
y APN.
Sistema
de Áreas
Prot.
de Entre
Ríos,
act. 2002)
-. Entre
los marsupiales
la conspicua
comadreja
overa,
común
o mbikuré
eté,
en guaraní,
(Didelphys
albiventris)
está
registrada
como huésped
del área
lo mismo
que el
zorrino
común
(Conepatus
chinga),
el zorro
gris o
pampeano
(Dusicyon
gymnocercus),
el hurón
menor
(Galictis
cuja),
el gato
montés
(Oncifelis
geoffroyi).
El casi
emblemático
coipo,
quiyá
u nutria
(Myocastoridae
coypus)
que habita
todavía
con cierta
abundancia
arroyos,
ríos
y lagunas
de gran
parte
del noreste,
extendiéndose
hacia
el sur
hasta
aproximadamente
el comienzo
de la
región
patagónica,
está
presente
en los
arroyos
de este
Parque.
La rata
colorada
(Holochilus
brasiliensis)
y cuises
de la
familia
Cavidae
completan
la nómina
de las
principales
especies
que surgen
de una
lista
preliminar
- que
sumó
31 mamíferos
–
consignada
por Muzzachiodi
et al.
(l998).
A esta
nómina
habría
que agregar
tres especies
más
con citas
confirmadas
según
consta
en el
trabajo
–
ya nombrado
- elaborado
por el
Gob.de
Entre
Ríos
y la A.P.N.
que lleva
por título
“Sistema
de Áreas
Naturales
Protegidas
de la
Provincia
de Entre
Ríos”.
Ella son:
dos cricétidos
(F. Muridae
para otros
autores),
el colilargo
isleño
(Oligoryzomys
delticola)
y el hocicudo
común
(Oxymycterus
rufus
ssp.);
un representante
de los
quirópteros
(F.Vespertilionida)
que es
el murciélago
oreja
de ratón
(Myotis
levis
levis)
y otro
de la
familia
Dasypodidae
la mulita
común
o pampeana
(Dasypus
hybridus).
Del mundo
de los
ofidios,
según
la lista
preliminar
se han
registrado
11 especies
con presencia
confirmada.
De la
familia
Colubridae
se pueden
mencionar
a la falsa
coral
(Oxyrhopus
rhombifer),
( Philodryas
patagonicus)
una culebra
que no
tiene
un nombre
común
más
o menos
determinado
- algunos
simplemente
la denominan
culebra
verde,
ratonera
la llaman
en algunos
sectores
litoraleños
o culebra
parda
como la
menciona
Freiberg
(1970)-
que ingiere
otras
especies
de ofidios
y la congénere
(Philodryas
baroni)
que algunos
llaman
culebra
voladora,
haciendo
referencia
a su hábito
de saltar
en los
árboles
de rama
en rama,
su hábitat
favorito
. De la
familia
Crotalidae
se detectó
la presencia
del género
Bothrops,
al cual
pertenecen
las dos
principales
que se
las apoda
yarará,
aunque
a la yarará
grande
también
se llama
víbora
de la
cruz o
crucera
(Bothrops
alternatus).
Los anfibios,
dentro
de los
cuales
sólo
haremos
referencia
a los
anuros,
como la
rana rayada
(Leptodactylus
gracilis),
el género
Hyla está
representado
por más
de una
especie.
Y por
último,
respecto
a la ictiofauna
hay que
destacar
la presencia
de 42
especies
de peces
sobre
los arroyos
La Conchas,
Sauce
Grande
y el bañado
del Yacaré.
Son especies
conspicuas
el armado
(Pterodoras
granulosus),
el dorado
(Salminus
maxillosus),
la tararira
(Hoplias
malabaricus)
y varias
especies
más
de los
géneros
Pimelodus,
conocidas
varias
de ellas
como bagres,
Shizodon
–
bogas
-, Potamotrygom
–
rayas-,
Plecostomus
–
viejas
de agua-,
Loricaria
–
sábalos-,
y otros
géneros
que son
comunes
en las
aguas
del Paraná.
Recursos
culturales
En este
apartado
creemos
oportuno
reseñar
someramente
la destacada
actuación
pública
de don
Enrique
Berduc,
quien
donara
al entonces
Consejo
General
de Educación,
en el
año
1924,
el predio
para que
se creara
el parque
que hoy
lleva
su nombre.
Nació
en Paraná
en 1855
y murió
en la
misma
ciudad
el 27
de septiembre
de 1928.
Su primera
actuación
pública
tuvo ocasión
al producirse
la sublevación
de López
Jordán
en Entre
Ríos
y asumir
la actitud
de enrolarse
en la
guardia
nacional
para luchar
contra
la rebelión.
Fue elegido
diputado
a la legislatura
y en 1887
llegó
a hacerse
cargo
de la
intendencia
de Paraná,
desde
cuyas
funciones
dejó
su impronta
en el
embellecimiento
de la
ciudad.
En 1892
fue electo
diputado
nacional
siendo
reelecto
en dos
oportunidades
más-
1896 y
1900-,
interrumpiendo
el último
período
para hacerse
cargo
del Ministerio
de Hacienda
de la
Nación.
Culmina
su desempeño
en la
función
pública
dirigiendo
el Banco
de la
Nación
Argentina
desde
1907 hasta
1914.
Donó,
además
de las
hectáreas
que ocupa
el área
prospectada,
otros
bienes
al estado
provincial.
Un recurso
cultural
muy importante
de un
área
determinada
es conocer
quienes
fueron
los primeros
pobladores
de la
región.
Ello nos
vincula
con los
ancestros,
contribuyendo
de esa
forma
a reconocer
nuestra
identidad
y en lo
que respecta
a la parte
lingüística
nos muestra
el origen
del significado
de los
nombres
de la
flora,
la fauna
y de la
toponimia,
que en
el caso
particular
que tratamos
son pródigas
en nombres
de origen
guaraní,
prácticamente
la única
lengua
aborigen
con alfabeto
–
elaborado
por los
jesuitas-
que subsiste.
En realidad,
la información
de la
que se
dispone
para esta
región
es todavía
fragmentaria,
en lo
que se
refiere
a las
etapas
más
antiguas
del poblamiento
(Caro,
1999).
A lo largo
de los
siglos
los ríos
como el
Paraná
y los
del gran
Delta
que forma
en su
desembocadura,
fueron
la vía
de comunicación
más
utilizada
por sucesivas
ocupaciones
de distintas
culturas
que se
iban desplazando
desde
sus lugares
de origen.
La última
y más
importante
de ellas,
por lo
menos
por haber
dejado
sus huellas
hasta
el presente,
es precisamente
la guaranítica,
aunque
tuvo mayor
influencia
sobre
el corredor
del río
Uruguay.
Sí
se pudo
constatar
que alrededor
de 1.500
años
A.P. la
mayor
parte
de los
pueblos
de la
cuenca
del Plata
había
aprendido
la técnica
del manejo
y cocción
del barro,
procedente
de la
boca del
Amazonas
o el Mato
Grosso
(Ceruti,
2.000).
Hacia
el siglo
XVI el
litoral
argentino
estaba
ocupado
por una
serie
de entidades
ubicadas
a una
y otra
margen
del río
Paraná
que recibían
distintos
nombres
–
en conjunto
la etnografía
los denomina
Grupo
del Litoral
y los
divide
en tres
agrupaciones
según
la latitud
–
y se distinguían
por alguna
particularidad
lingüística
y cultural,
aunque
en lo
fundamental
su cultura
básica
sea una
sola (Canals
Frau,
1986).
De estas
entidades
la que
ocupaba
la zona
del Parque
Berduc
es la
de los
chaná-timbú,
a los
que hacen
referencia
varios
cronistas
como el
renombrado
Ulrico
Schmild
en su
obra “Derrotero
y viaje
a España
y las
Indias”.
Como rasgos
que distinguían
a esta
cultura
puede
señalarse
que eran
modeladores
plásticos
por excelencia,
sus casas
eran de
esteras,
con compartimientos
y muy
bien hechas,
generalmente
sobre
albardones
y eran
canoeros
y pescadores.
Los hombres
y las
mujeres
de horadaban
la nariz
y en los
orificios
colgaban
pequeños
adornos
(Serrano,
2000).
La mayor
oscuridad
reina
sobre
el idioma
que estos
aborígenes
hablaban
en el
siglo
XVI, sólo
se conoce
alguna
que otra
palabra
utilizada
en la
toponimia,
y de muy
pocos
animales
como,
por sólo
citar
un ejemplo,
al sábalo
lo denominaban
quirnumbatá
y piare
a otro
pez no
identificado.
A pesar
del escaso
conocimiento,
se puede
afirmar
que estos
indígenas
hablaban
por lo
menos
tres formas
dialectales.
Una de
ellas
sería
estudiada
dos siglos
después
por el
padre
Lizárraga.
Alternativas
turísticas
A semejanza
de cualquier
área
protegida
la posibilidad
de contactarse
con la
naturaleza
a través
de la
observación
de aves,
de la
flora,
recorrido
de senderos,
la búsqueda
de la
fotografía
ideal
en un
detalle
del paisaje,
de una
flor,
de cualquier
representante
de la
fauna
del lugar
son posibilidades
que brinda
ampliamente
este Parque
Provincial.
La alternativa
de practicar
la pesca
depende
de las
disposiciones
que las
autoridades
competentes
determinen
sobre
el particular
según
las circunstancias.
Habitualmente
es utilizado
el sector
como lugar
de pic-nic,
especialmente
los fines
de semana,
por los
paranaenses.
También
son aprovechadas
las playas
en forma
consuetudinaria,
todo esto
se desarrolla
en lo
que se
denomina
Parque
San Martín
que es
la parte
del área
más
utilizada
como reserva
de uso
múltiple.
También
constituye
una posibilidad
de paseo
para el
turista
que se
encuentre
recorriendo
la ciudad
de Paraná
y quiere
un espacio
de aire,
sol y
verdor.
Como
llegar
La ciudad
de Paraná,
capital
de la
provincia
de Entre
Ríos,
está
ubicada
a 341
kilómetros
de Córdoba
a la que
la unen
las rutas
nacionales
34 y 168,
cruzando
en Santa
Fe por
el túnel
subfluvial
“Hernandarias”.
De Buenos
Aires
está
situada
a 475
kilómetros
aproximadamente,
pudiendo
arribar
por dos
recorridos
principales:
la ruta
nacional
N† 9 –
autopista
Panamericana-
hasta
Santa
Fe y luego
de recorrer
unos 30
kilómetros
por la
ruta nacional
N† 168
se llega
a Paraná.
La otra
alternativa
es ir
por la
mencionada
autopista
Panamericana
hasta
la localidad
de Zárate,
donde
se cruzan
los puentes
Zárate-Brazo
Largo
- llamado
Complejo
Ferrovial
Unión
Nacional-
y se toma
la ruta
nacional
N† 12
y a partir
de la
ciudad
de Gualeguay
la N†
11. Desde
la ciudad
de Paraná
se toma
la ruta
12 en
dirección
hacia
la ciudad
de La
Paz y
tras recorrer
23 kilómetros
se llega
al Parque
Escolar
Rural
Enrique
Berduc-Parque
General
San Martín,
generalmente
conocido
localmente
por el
segundo
nombre.
Problemas
de conservación
Si se
tiene
en consideración
que el
predio
que ocupa
el Parque
prospectado
desde
que don
Enrique
Berduc
lo cediera
al Consejo
General
de Educación,
paradójicamente,
sufrió
un impacto
antrópico
de singular
magnitud,
es de
imaginar
que los
problemas
de conservación
–
y restitución
en buena
medida
–
sean múltiples.
Algunos
de los
malos
tratos
sufridos
durante
décadas
como área
natural
protegida
son la
explotación
sin control
como campo
de pastoreo
para bovinos
y equinos,
principalmente.
Durante
ese período
la extracción
de leña
fue permanente,
incluso
por parte
de establecimientos
educativos
instalados
en el
área.
Los cazadores
furtivos
ante la
sensación
de “tierra
de nadie”
convirtieron
el lugar
en un
interesante
coto de
caza a
pocos
kilómetros
de la
Capital
provincial.
Como si
todo esto
fuera
poco,
durante
mucho
tiempo,
seguramente
por desconocer
que era
un área
protegida,
el Ejército
Argentino
utilizó
el lugar
para prácticas
militares.
La instalación
de un
camping
en uno
de los
montes
autóctonos
más
interesantes,
de caminos
internos,
picadas
para el
ganado
de pastoreo,
la invasión
de plantas
exóticas
ya mencionadas
en el
ítem
flora,
conformación
de basurales
y la presencia
de una
cantidad
de público
totalmente
desproporcionado
con el
tamaño
del área
provocaron
que sólo
puedan
considerarse
como aptas
para intentar
preservar
sustentablemente
unas 300
hectáreas.
O sea
de las
casi 600
hectáreas
que legara
un honorable
ciudadano
al estado
provincial
para que.
según
dice el
decreto
de fundación,
“constituye
(el área
donada)
un paisaje
natural
de extraordinaria
belleza,
típico
del territorio
entrerriano,
mantenido
intacto
en la
mayor
parte
de su
extensión,
por lo
cual previera
su generoso
donante,
resulta
un pedazo
de naturaleza
primitiva
que conviene
preservarlo
para generaciones
futuras…”,
sólo
la mitad
llegó
a sobrevivir
a semejante
atropello
a un bien
que estaba
protegido
por un
decreto
del Ejecutivo
Provincial.
La quita
total
del ganado
de todo
tipo,
incluyendo
perros
cimarrones
o no,
en buena
parte
fue llevada
a cabo
en los
últimos
años,
pero esa
intromisión
debe erradicarse
en forma
definitiva.
También
se trabajó
para reducir
la carga
antrópica
y se llegó,
a partir
de 1993,
incluso
a clausurar
el camping,
suprimir
basurales,
se plantaron
árboles
autóctonos
y se cercó
la unidad
de conservación.
De todas
formas
uno de
los males
contra
los que
más
van a
tener
que luchar
el personal
de la
Dirección
de Producción
Vegetal
y Recursos
Naturales
que tiene
a su cargo
el Parque,
es compensar
de alguna
forma
el fenómeno
de insularidad
que padece
la unidad
- notoriamente
agravado
por la
escasa
superficie
que posee-
y el permanente
control
que requiere
un área
natural
protegida
muy próxima
a una
gran ciudad
y con
pobladores
lindantes.
El control
del avance
de la
vegetación
exótica
no suele
resolverse
fácilmente,
esperemos
que esta
generalización
sea una
excepción
en el
Parque
prospectado.
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