Avayuvá

Paisaje Protegido - Entre Ríos
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION


AVAYUVÁ
Paisaje Protegido

Categoría
Se le asignó la categoría de Paisaje Protegido, que de acuerdo a la normativa vigente afecta a zonas naturales o modificadas, que presentan panoramas atractivos, aprovechados por el hombre para esparcimiento y turismo o aquellos paisajes que por ser el resultado de la interacción del hombre y la naturaleza, reflejan manifestaciones culturales.

Ubicación
Está en jurisdicción del Departamento Concordia y a pocos kilómetros de la ciudad del mismo nombre, sobre la costa del río Uruguay, al sur del Arroyo Ayuí Grande. Sus coordenadas son 31° 18’ Lat S. y 58° 00’ Long. O.

Superficie
El área natural prospectada posee una superficie de 30 hectáreas.

Fecha e instrumento legal de creación
El instrumento legal que da origen a esta reserva es el Decreto N° 27.917 de la Municipalidad de Concordia, sancionado en 19 de julio de 1.995.

Relieve
La provincia de Entre Ríos es una llanura ondulada surcada por cientos de cursos de agua cuya unidad se interrumpe en dos sectores: al sur donde las pequeñas elevaciones finalizan repentinamente cambiando el ambiente semielevado por una zona deprimida y anegadiza que no alcanza a drenar lo suficiente por la gran cantidad de arroyos que vierten sus aguas hacia el río Paraná y hacia el Uruguay. Al noroeste ocurre algo similar al bajar el nivel del suelo hacia lo que se conoce como el Bajo del Yacaré. Se puede referir una tercera alteración geomorfológica, menos insinuada que las anteriores, que son las terrazas fluviales del sector norte del río Uruguay, hoy poco visibles por efecto de la represa de Salto Grande. El plegamiento andino tuvo influencia en el territorio de Entre Ríos creando líneas de falla y reactivó otras por donde corren los ríos de disposición longitudinal como el Gualeguaychú, el Gualeguay y el arroyo Nogoyá. Así la zona quedó fracturada en bloques marcados por las lomadas Grande y de Montiel que se extienden de norte a sur la primera y de noreste a sureste la segunda, ocupando los espacios entre los mencionados ríos de curso longitudinal.
Poco más al norte del paralelo 32† S. la Lomada Grande se bifurca, continuando en forma paralela su recorrido hacia el sur, llegando el ala este hasta aproximadamente el paralelo 33† S. y ocupa el espacio que media entre el río Gualeguaychú y el Uruguay.
De acuerdo a la clasificación en órdenes de suelos realizada por Tasi, H. (1981) la zona sur de Entre Ríos posee tres tipos: Molisoles en los departamentos Victoria y Gualeguay, una combinación de Entisoles e Inceptisoles en las zonas deltaicas del departamento Islas de Ibicuy y Vertisoles en el departamento Gualiguaychú, Estos últimos son los que ocupan mayor parte del territorio provincial y a grandes rasgos pueden distinguirse por tener un alto contenido de arcilla, su color es negro oscuro, con tendencia a dilatarse o contraerse por la humedad, característica que permite verlos agrietados en períodos secos. Son también suelos suficientemente ricos en nutrientes.
La superficie que ocupa la Reserva Natural Avayuvá no presenta ninguna característica destacable en su relieve.

Hidrografía
La provincia de Entre Ríos, como claramente lo expresa su nombre , está enmarcada por dos importantes ríos: el Uruguay y el Paraná. Además posee una gran red hidrográfica que generó su clima interactuando con el relieve y el sustrato, lo que constituye una destacable característica del territorio entrerriano. El primero de los grandes ríos mencionados posee una cuenca imbrífera que alcanza los 440.000 km2 de los cuales más de 70.000 pertenecen al territorio argentino y la longitud llega a los 1612 km. transportando un volumen medio de unos 4.700 m3 por segundo. Su nombre deriva de la lengua guaraní y significa río de los pájaros ( aunque hay otras versiones). Nace en el Brasil en las Sierras Do Mar y Geral a menos de 100 km. del Atlántico y junto al río Paraná, en su desembocadura, forman el Río de La Plata. Enseguida de ingresar al territorio argentino, en la provincia de Misiones, forma los famosos Saltos de Moconá y muchos arroyos que parten de las sierras de Misiones y del Imán vierten sus aguas, aumentando así su caudal.
En su paso por la provincia de Corrientes recibe el aporte de importantes ríos como el Aguapey, Miriñay y Mocoretá y en su transcurso por Entre Ríos forma un salto conocido con el nombre de “Salto Grande” que dio origen a la construcción de la gran represa del mismo nombre, una obra de ingeniería seriamente cuestionada por su impacto ecológico negativo. El Uruguay en el sector que atraviesa la provincia de Entre Ríos posee pocos tributarios y sus cursos son relativamente cortos dispuestos paralelamente como el Chajarí, el Gualeguaycito, el Ayuí, el Yuquerí, el Yeruá Grande y el Palmar, entre varios más. Luego, en su recorrido hacia el sur, va aumentado su ancho hasta alcanzar los 2.800 metros en Concepción del Uruguay, aunque el máximo en su recorrido llega a los 5.000 metros. El nivel aumenta en los meses de mayo a octubre descendiendo notoriamente entre noviembre y abril.
Uno de los afluentes importantes que tiene en el sur de la provincia es el río Gualeguaychú que nace en el departamento Colón, en la Lomada Grande, y discurre hacia el sur recorriendo unos 120 kilómetros, en un cauce sinuoso típico de los ríos de llanura. Sus afluentes principales son los arroyos del Sauce, Capilla, Santa Rosa, Gená, Las Piedras y Gualeyán, entre otros. El caudal del Gualeguaychú depende en gran medida de las lluvias, de la altitud del río Uruguay y de los vientos del sudeste que hacen crecer notoriamente su nivel.
El otro gran río que presenta la hidrografía entrerriana es el Paraná, que constituye el límite provincial oeste e integra también la inmensa Cuenca del Plata. Es uno de los ríos más largos del continente americano si se toma en cuenta el tramo en territorio brasileño en el que pasa a denominarse Paranaiba, con una longitud de 1.200 kilómetros. Si a este tramo se le suma el de 2.570 kilómetros que recorre desde que forma un solo cauce por la unión de los ríos Paraniba y Grande hasta su desembocadura en el Plata su longitud asciende a 3.740 km.
Según su recorrido recibe el nombre de Alto Paraná, en sus comienzos en territorio brasileño hasta el norte de Argentina, trayecto en el que está altamente influenciado por un clima tropical, con precipitaciones concentradas en los meses de verano, que establecen el régimen del río en todo su recorrido. Para dar una idea cabal del influjo pluviométrico que recibe en la zona de la alta cuenca, en la Serra do Mar, se menciona que hay lugares donde las precipitaciones superan los 4.000 mm. anuales. Las condiciones que presenta en este tramo, con importantes desniveles y anchos variables – desde los 800 m. en la Garganta de Jupiá hasta 4.000 m. en un remanso que precede a los Saltos Guayrá – lo hace apto para generar energía eléctrica por medio de la construcción de represas, lo que en territorio brasileño ya fue concretado con grandes represas cuya alteración ambiental es incuestionable. El tramo que recibe por nombre Paraná Medio transcurre entre la confluencia con el río Paraguay y las inmediaciones de Diamante. El lecho tiene escasa profundidad y recibe pocos afluentes, los más importantes provienen del territorio correntino como los ríos Santa Lucía, Corrientes y Guayquiraró, este último constituye el límite entre las provincias de Corrientes y Entre Ríos. En este lugar el lecho del río es más estrecho que en el último tramo - lo que facilita que provoque inundaciones cuando hay crecientes - y aparecen islas que son el comienzo del delta que forma el Paraná en su desembocadura en el Plata. Los afluentes del Paraná en la parte entrerriana se encauzan en dos rumbos principales, noreste-suroeste y norte-sur con muchos tributarios cada uno de ellos. Con el rumbo señalado en primer término está el arroyo Nogoyá y el río Gualeguay, que divide al territorio en dos mitades, bordeado al este por las Cuchilla Grande y al oeste por la de Montiel. En esta parte es importante señalar que el río ejerce una importante erosión sobre la margen alta, debida a la necesidad de expansión que experimenta el Paraná debido a la casi permanente formación de islas deltaicas.

Clima
La provincia de Entre Ríos puede dividirse en dos grandes regiones climáticas según Daus y García Gache. Un sector Norte con clima subtropical sin estación seca y otro, que afecta al resto de la provincia, con clima templado pampeano.
En la zona centro-oeste de la Argentina se forma un núcleo de bajas presiones que atrae los vientos del Atlántico de origen cálido, provenientes del noreste y del este. A esto hay que agregar que la barrera orográfica de los Andes frena el anticiclón del Pacífico que aporta aire frío. Por otra parte, al sur del país sucede un fenómeno casi opuesto: ingresan vientos provenientes del oeste, originados por el anticiclón del Pacífico, que se dirigen al norte y se enfrentan con el aire caliente de ese sector formando un frente subtropical. De las variables que se susciten entre estos fenómenos depende todo el clima del norte argentino a partir del río Colorado.
De lo antedicho surge que el régimen de vientos de la Provincia de Entre Ríos se caracteriza por un marcado predominio de los que provienen del sector Norte, siguiéndole en frecuencia los del Nordeste y en tercer lugar se ubican los vientos de Sur, seguidos por los del Sudeste. O sea, que del sector oeste en su conjunto soplan muy pocos vientos, y cuando lo hacen es en las estaciones de invierno y otoño. Esto trae como consecuencia que hay una influencia de corrientes cálidas con escasas incursiones de vientos frescos.
La temperatura media anual disminuye de norte a sur, el mes más cálido corresponde a enero y el más frío es julio. Las precipitaciones disminuyen del noreste al sudoeste entre los 1.200 y los 900 mm. anuales aproximadamente entre ambos sectores. La estación más lluviosa es el otoño, con un porcentaje cercano al 31 % de las lluvias, seguido del verano con sólo un punto menos del porcentual que corresponde al otoño; la estación más seca es el invierno.
Los registros para la ciudad de Gualeguaychú a tan sólo 18 kilómetros del área prospectada señalan – para el período 1981-1990 - como el mes más cálido a Enero, con una máxima media de 32,2† C y una mínima media de 19.0† C, seguido por Febrero y Diciembre con temperaturas muy similares. El mes más frío fue Julio con una máxima media 16.6† C. y la mínima media ascendió a 10.6† de igual escala. Le siguió Junio con registros muy similares y con temperaturas algo más elevadas el mes de Agosto. La temperatura media promedio del decenio 1981-1990 ascendió a 17.8 †C.
En cuanto a las precipitaciones el record, siempre considerando el mismo período, lo tiene el mes de febrero con 157,6 mm. y, en segundo lugar, noviembre con 121.9 mm., siendo el promedio anual del decenio 1.060.8 mm.

Flora

Distintos especialistas han realizado divisiones fitogeográficas del Territorio Argentino, aplicables por ende, a la porción que ocupa cada provincia. Así, una de las clasificaciones más aceptada por la comunidad científica es la señalada por Cabrera (1976) y, anteriormente (1953 y 1958), había confeccionado otra – tal vez más precisa para Entre Ríos- según la cual la su superficie tendría tres provincias fitogeográficas distintas. Aproximadamente la mitad sur y una franja que penetra por el este hasta el extremo norte de la provincia estaría ocupada por la región que denomina provincia Pampeana. El resto del territorio lo ocupa la provincia del Espinal y la tercera categorización es la zona que bordea los dos colosos ríos, el Paraná y el Uruguay, y muchos de sus tributarios, donde se forman las llamadas selvas en galería que el citado autor denomina provincia Subtropical Oriental (diferenciándola así de la selva tucumano-boliviana). En esta biorregión se ubica la Reserva Natural Avayuvá. Otra de las clasificaciones, en este caso exclusiva para Entre Ríos, es la efectuada por Jozami y Muñoz (1982) que refleja la realidad de la zona con más detalle. Los autores, no diferenciándose mucho de la sistematización mencionada en primer término, consideran tres distritos: el de Montiel que ocupa los departamentos de La Paz, Feliciano, Federal, gran parte de Villaguay, norte de Nogoyá y el este de Paraná; el de la Pradera Pampeana que ocupa el resto de la Provincia exceptuando las márgenes de todos los cursos de los grandes ríos y una vasta superficie en el extremo sur que se incluyen en el distrito de Bosques en Galería. El sector montielero está ocupado preponderantemente por monte semixerófilo con especies como el algarrobo negro (Prosopis nigra), ñandubay (Prosopis affinis), el espinillo (Acacia caven), el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco) y la palma caranday (Trithrinax campestris), entre otros. La pradera pampeana está ocupada por una abundante variedad de especies herbáceas y los bosques o selvas en galería son el distrito que afecta en gran parte al área prospectada dada su proximidad con la costa del río Uruguay. En efecto, la selva en galería es lo más relevante de la flora de esta pequeña unidad de conservación. En ella se encuentran ejemplares de ingá-pitá o ingaí (Inga uruguensis), el azota caballos (Luehea divaricata) con sus características hojas de color verde en la cara superior y el envés blanquecinas en el envés, el ibirá pitá (Peltophorum dubium) cuyo nombre guaraní significa árbol o madera roja, el ñapindá o uña de gato (Acacia bonariensis), el timbó o pacará (Enterolobium contortisiliquum) y el viraró (Ruprechtia laxiflora), entre otros de gran porte en general. En el medio de la Reserva Natural Avayuvá se formó una pequeña laguna llamada de las Tarariras, en cuyas cercanías crecen ejemplares de molle (Schinus sp.) y algunas palmeras yatay (Butia yatay).

Fauna
Si bien en la bibliografía consultada no se han encontrado trabajos con listados de la fauna vertebrada de la reserva analizada, se hará un somero comentario de las especies de los distintos grupos que en razón de su ubicación zoogeográfica pueden habitar la Reserva Natural Avayuvá. La ictiofauna que corresponde al área en cuestión es la que corresponde al río Uruguay donde la variedad de especies de peces es realmente significativa por lo que no habría una razón de prioridad o importancia para mencionar algunos nombres. En cuanto a la batracofauna, se pueden distinguir dos grupos diferenciados: los que ocupan las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay y las especies que frecuentan las sabanas mesopotámicas y de la región del Espinal. Esta división no es categórica y hay sitios de superposición de las especies componentes (Bosso et. al. 1990). Entre los sapos se destacan de la familia Bufonidae el sapo común (Bufo arenarum) de amplia distribución y el enorme cururú (Bufo paracnemis); las ranas presentan varias especies de distintas familias como Leptodactylus con la rana criolla (Leptodactylus ocellatus) y la Hylidae también muy difundidas, como rana del zarzal (Hyla pulchella) y la ranita trepadora (Hyla nana), entre otras especies conspicuas. Los reptiles citados para la provincia de Entre Ríos suman 60 especies, pertenecientes a 15 familias (Boivin, M.,Chebez, J.C. y A. Bosso, 2002). Dos tortugas de río son comunes: la tortuga de río (Hidromedusa tectifera) y la tortuga de arroyo (Phrynops hilarii); la iguana o lagarto overo (Tupinambis teguixin) y la lagartija verde o teyú (Teius oculatus). Entre las serpientes se destaca curiyú (Eunectes notaeus)- familia Boidae - , la familia Colubridae con especies frecuentes como la culebra acuática (Helicops infrataeniatus), la culebra verde (Laptophis ahaetulla), la falsa coral (Lystrophis pulcher), y de la familia Viperidae son conspicuas la yarará grande, víbora de la cruz o crucera (Bothrops alternatus) y la chica (Bothrops neuwiedi).

Entre la mastofauna son comunes las siguientes especies: la comadreja overa (Didelphis albiventris), la comadreja colorada (Lutreolina crassicaudata), el murciélago oreja de ratón (Myotis albescens), el zorro de monte (Cerdocyon gymnocercus), el hurón chico (Galictis cuja), el gato de pajonal (Lynchailurus pajeros), de la familia Cricetidae hay varios ratones, el coipo (Myocastor coypus) y es rara la presencia del carpincho (Hydrochaeris hidrochaeris).

Las aves también cuentan con muchas especies por haber variedad de ambientes como la costa del río Uruguay, la laguna Tarariras, la selva en galería y un sector de espinal. De las vinculadas con el medio acuático se pueden mencionar varias especies de patos como el barcino (Anas flavirostris), el maicero (Anas georgica), el picazo (Nettta peposaca), también varias garzas como la garza mora (Ardea cocoi), la conspicua garza blanca (Egretta alba) y otras. Entre las rapaces vemos al halconcito colorado (Falco sparverius), al esparvero común (Accipiter striatus) al taguató común (Buteo magnirostris). La becasina común (Gallinago paraguiae), el atí (Phaetusa simplex), la paloma picazuró (Columba picazuro), la yerutí (Leptotila verreauxi), el pirincho (Guira guira), el tingazú (Piaya cayana), varias lechuzas –familia Strigidae-, el picaflor común (Chlorostilbon aureoventris), el martín pescador chico (Chloroceryle americana). Del orden Passeriformes son muchas las especies para nombrar por lo que sólo se hará mención de las familias con especies en el área: Dendrocolaptidae, Furnariidae, Tyrannidae con varias especies, Hirundinidae, Troglodytidae, Turdinae. Mimidae, Motacillidae, Vereonidae, Emberizidae, también con muchas especies e Icteridae.

Recursos culturales
Recién en el siglo XVIII, con la obra monumental de los padres Pauke y Dobrizhoffer, se accede a información precisa y completa sobre una parte del universo aborigen del Nordeste Argentino (Ceruti, 2000). Después, con informaciones parciales y aisladas tomadas de las crónicas, se armó un mapa de tribus y subtribus, resultando un tapiz colorido y estático que aún suele utilizarse, contribuyendo a crear una imagen estereotipada y confusa de nuestra raíz indígena (Ceruti, 2000).
En la zona mesopotámica hubo dos modalidades culturales bien diferenciadas: los pueblos horticultores, provenientes del Amazonas, que se desplazaban a lo largo de los grandes ríos y los que ocupaban las tierras interiores sin contacto con los cursos de agua. Al primer grupo pertenecieron los guaraníes cuya distribución más austral fueron las islas del delta entrerriano y los que conformaban el segundo grupo fueron los charrúas que inicialmente sentaron base en el actual territorio de la República Oriental del Uruguay y luego expandieron su hábitat al sur de Entre Ríos (Rex González y Pérez, 1993). Ya en la primera mitad del siglo XVII los documentos señalan charrúas en las inmediaciones de la Bajada (Paraná), pero la arqueología no prueba que estos territorios hayan sido habitados por ellos (Serrano, 2000).
Respecto de las viviendas que utilizaban dice el padre Xarque(1687) que “sus casas constan de unas esteras, hechas de cierto género de paja larga y ancha a modo de espadaña. Fijan unas estacas sobre la tierra, y allí atan las esteras, unas por paredes y otras por techo…” La economía estaba basada esencialmente de lo producido por la caza. De los datos que se dispone, especialmente por los hallazgos en los yacimientos arqueológicos, se comprueba que los charrúas conocían la alfarería. Eran polígamos y la mujer estaba inmersa en una situación de semiesclavitud. Creían en un espíritu del mal que, al igual que los pampas, llamaban gualicho y gracias un valioso escrito de Villaderbó que recién se dio a conocer en 1937, hoy conocemos algo de su lengua (unas sesenta voces). Las poblaciones charrúas se ubicaban en albardones altos o en cerros que ellos mismos formaban para protegerse de las inundaciones (Almeida, 1983).

Alternativas turísticas
Ubicada al noreste de la provincia de Entre Ríos, sobre la margen derecha del río Uruguay, Concordia, son sus aproximadamente 140.000 habitantes es la segunda ciudad de la provincia. El turista puede optar por una amplia variedad de atractivos naturales entre los que se encuentra la Reserva Natural Avayuvá que permite disfrutar de un paisaje rodeado de frondosa vegetación junto a las aguas de la laguna de las Tarariras y la proximidad del río Uruguay. La observación de aves es una de las practicas más recomendable en esta área protegida, acompañada, si se tiene la afición, de la caza fotográfica. Dentro de la unidad de conservación funciona el camping y balneario La Tortuga Alegre que permite disfrutar de las playas del “ río de los pájaros” y esa modalidad de alojamiento. El parque Rivadavia, cercano al centro de la ciudad, con las ruinas del Castillo San Carlos; el inmenso espejo de agua del lago Salto Grande donde se puede practicar la pesca deportiva; el Museo Regional que funciona en el Palacio Arruabarrena; la imponente Catedral San Antonio de Padua , son algunos de los muchos atractivos que ofrece esta gran ciudad. La calle peatonal y la Plaza 25 de Mayo son lugares de visita ineludible que posee Concordia, matizando al la vez, con las posibilidades que ofrece la noche con sus numerosos bares, restaurantes, discotecas y un tentador Casino con una variada gama de juegos. Los balnearios son muchos, ya sea ubicados sobre la margen del río Uruguay o sobre el lago formado por la represa Santo Grande. Hay excelentes guías de pesca que lo llevan a lugares estratégicos donde el éxito está asegurado. Desde Concordia se puede visitar la ciudad de Salto en la República oriental del Uruguay y muy cercanas a esta localidad de encuentra las prestigiosas Termas de Damián, consideradas por muchos las mejores de la hermana República Oriental. En el ámbito termal la ciudad de Concordia ofrece un modernísimo Complejo Termal inaugurado en abril de 1998. El agua termal surge de una perforación de 1.200 metros obteniendo agua a 48° de temperatura en la boca del pozo, por lo que se las clasifica como hipertermales. A sólo quince minutos del centro de la ciudad funciona este centro con instalaciones de primer nivel, con seis piscinas de distinta temperatura que oscilan entre los 35 y 44 °C; un sector exclusivamente con piletas para niños y otro para adultos. Además posee un lago termal, que tiene una temperatura mas templada que las demás, rodeado de arena y su fondo de piedras, conformando así una pequeña playa termal, sumando un total de 2.000 mts2 de espejo de agua.

Cómo llegar
La Reserva Natural Avayuvá está a unos 15 kilómetros de la ciudad de Concordia en la que debe tomarse la calle Eva Perón, que se convierte en la ruta que nos lleva al Puente Internacional y al Aeropuerto. En un momento del recorrido los carteles indicarán el Camping La Tortuga y la Reserva contigua. Desde la ciudad de Buenos Aires y zonas próximas, se llega a Concordia a través de complejo Zárate-Brazo Largo y luego se continúa por la Ruta Nacional 12 hasta que esta se desvía hacia Gualeguay y continúa en la 14. Desde Santa Fe, se pasa el Túnel Subfluvial Hernandarias, y luego desde Paraná se toma la Ruta Nacional 18, hasta su empalme con la 14. Desde el norte, la Ruta Nacional 14 viene desde Misiones y Corrientes, y se ingresa a Concordia por su acceso norte.Problemas de conservación
La Reserva Natural Avayuvá tiene algunos problemas de conservación que son comunes a la gran mayoría de las áreas naturales protegidas La caza furtiva es un verdadero flagelo en gran parte de las reservas o parques naturales, lo mismo que la extracción de leña. En la reserva analizada la mayor presión cinegética furtiva proviene de los mismos habitantes de Concordia, y también, como es lógico suponer, de los habitantes de las cercanías del área protegida. La extracción de madera es una amenaza menos acuciante pero también ocurre. Debemos señalar que el problema que más atenta contra su sustentabilidad en el tiempo es la pequeña superficie que ocupa, fenómeno que se vincula con el tipo de ambiente que circunde al área. Es decir, si los campos vecinos son zonas de cultivo, la reserva queda como una ínfima islita – de ahí el nombre de efecto de insularidad – donde no se produce el mínimo e imprescindible intercambio genético entre las poblaciones animales. Amén de esto, la presión de la actividad antrópica de los alrededores termina por “asfixiar” la zona prístina por un lento y letal avance de la misma sobre al área. Sería muy conveniente para el desarrollo de la Reserva que las autoridades del municipio del cual depende incrementen el interés por conservar el área a través, por un lado de la propia toma de conciencia de la importancia y lo que significa un área protegida, y por otra parte con la difusión de esos valores a nivel local. Resulta llamativo que en muchos folletos turística de Concordia, guías de turismo y la divulgación efectuada por Internet no se halla visto mencionada la Reserva. Sólo aparece el nombre del camping y balneario que funciona en su predio. Estimamos que esto es una clara referencia que nos permite ver las prioridades y la valoración que se hace de la Reserva Natural Avayuvá, anteponiendo su valor como playa y lugar del pesca deportiva, al de su valiosa riqueza natural.

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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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